SIEMPRE FUISTE TÚ

CAPÍTULO 23

Llegué a la siguiente clase con el rostro enrojecido, Sabrina no estaba ni llegó después. Una parte de mí sabía que estaba con su hermano, consolándolo mientras planeaba mi asesinato en su mente.
Tenía varias miradas clavadas sobre mí, lo sabía, pero ignoraba de quiénes se trataba, tampoco me importaba.

Para la última clase me dije que podría sobrevivir a Harrison sentado a mi lado, esta vez no tenía ánimos de pensar en él, o en lo incómodas que eran las cosas, sólo quería sentarme en mi lugar al fondo y que nadie me viese más.

La manera en que me miró cuando se acercaba, delató la lástima que sentía por mí. Pero duró dos minutos sin decir nada, estaba pensando en que tal vez no lo haría en toda la clase cuando se decidió.

—¿Sabes lo que significa la palabra "Mokita"?

Llevaba más de un mes deseando escuchar otra de sus palabras extrañas, que me dijera su significado, y mi corazón, pese a lo apaleado que estaba, latió con fuerza.

"Me lastimas con cada latido de tu corazón, ahora que sé que ya no es mío."

Joder, dolió.

—Sabes que no —dije bajando la cabeza

—Es... —dudó al verme tan mal de repente— Aquella verdad que todos saben, pero de la que nadie habla

No dije nada. No tenía ganas y tampoco sabía a qué se refería.

—Todos saben que... Terminaron, escuché lo que dijo antes de que se fueran —tragué saliva— Entonces los demás llegaron a la conclusión de que lo habías engañado, no fue difícil que algunos ataran cabos, se me quedan mirando, pero nadie se atreve a decir que los dos...

Alto.

—Espera, ¿Qué? ¿Dijiste que llegaron a la conclusión? —no tenía sentido

—Pues... Sí, James dijo cuando estaban allá... —lo interrumpí

—Osea que nadie sabe nada de tú y yo —apenas me pude explicar

—Te he dicho que ya lo han descubierto

—Sabrina no se los dijo a todos —reflexioné. Frunció el ceño— ¿Entonces de qué han estado hablando todo el día?

—Algo sobre la fiesta —desvió la mirada, era evidente que sabía ya con detalles lo del baile

Ya, claro, susurraban sobre James bailando con Layla frente a mí, tal vez también de la pelea con Sabrina.
Pero ella me había amenazado con contarle a todo el mundo. Al parecer... Sólo les había contado a mis amigos, porque si ellos creyeran lo mismo que los demás no se alejarían de mí. Sólo si lo supieran todo.

—¿Cómo estás? —me preguntó trayéndome de vuelta a la realidad, donde lo que había dicho Sabrina o no, no importaba, ya todos descubrían la verdad

—¿La respuesta corta o la larga?

—La que desees —alzó un hombro con una sonrisa pequeñísima

—Mal —fue la corta

—¿Es demasiado insensible preguntarte cómo fueron las cosas? —habló con una mueca. Me recosté un poco en el asiento, hacia la mesa, agotada de tantas emociones

—Disculpa si no quiero hablarlo ahora. Sé que de alguna manera te viste involucrado, y te afecta, incluso puede que te importe, pero no imaginas cómo me siento ahora

—Está bien

Agradecí que no me hiciera hablar más, pasamos el resto del módulo callados, me miró de reojo un par de veces, pero se guardó cualquier cosa que quisiera decirme.