SIEMPRE FUISTE TÚ

CAPÍTULO 44

Al día siguiente, a mitad de la cuarta hora de clase, el profesor Patterson me comunicó que el director requería mi presencia. Así que salí del aula.
El señor Winners me hizo pasar de inmediato a su oficina, que estaba absolutamente igual a como la había visto la última vez; Me estaba preguntando por mis avances en el discurso cuando una secretaria tocó a la puerta y le informó que necesitaba que viera algo.

—Discúlpeme, señorita Moore, en un momento regreso, iré a ver de qué se trata

Lo esperé sentada e impaciente varios minutos, no me agradaba perderme la clase sólo para estar ahí. Paseé mi mirada por el entorno, pero nada logró captar especialmente mi atención.
El director volvió diez minutos después y se puso a contarme que anteriormente le habían advertido que un alumno utilizaba sustancias ilícitas dentro del instituto, y, aquel día, un profesor había encontrado evidencias en los sanitarios de chicos.

—¿Un alumno le dijo que alguien se droga aquí? —pregunté incrédula

—Sí, pero no nos dio un nombre, afirmó que lo sabía por ciertos aromas en el sanitario —eso me hizo deducir que el testimonio era de un chico también— Usted no estará enterada de nada, ¿Cierto, señorita Moore?

—¿Yo? No, por supuesto que no, nunca he estado en los baños de los chicos —eso lo divirtió, al parecer

—Me refería al hecho de si entre los alumnos no hay rumores —aclaró

—Oh, no, la verdad es que no he escuchado nada

Ya, y si lo hubiera escuchado, uno, no me interesaría, dos, no se lo diría, no era una soplona.

—Pues si no logramos localizar al jovencito, tendré que tener una asamblea con todos los padres de familia y levantar un reporte hacia el sindicato, digamos... Lo mejor será que encontremos al responsable por nuestros propios medios, y pronto

Luego de eso, retomamos la conversación acerca del discurso de graduación, que no fue tan extensa, pues le comuniqué que estaba terminado, no me pidió revisarlo, confiaba plenamente en mí, además, entendí que quería que lo sorprendiera. Pero no paró allí, comenzó a contarme algunos planes e ideas que tenía para el día de graduarnos, y yo fingí que me interesaba, no se dio cuenta de lo mucho que se había prolongado nuestra reunión hasta que sonó el toque para salir al receso, entonces me dejó marchar.

Dylan y Hailey me esperaban fuera de la dirección, tenían también mi mochila.

—¿Por qué tardaste tanto? —me preguntó Dylan, pasándomela

—Le gusta mucho hablar —suspiré, comenzamos a caminar

—¿Pensaste en lo que dijimos ayer? —me preguntó Hailey

La verdad es que me había olvidado por completo del asunto.

—Pues... —medio hice una mueca

—¿Vamos a sentarnos con los demás? —Dylan me dio un empujón, lo miré indecisa y me sonrió tranquilamente— Estamos contigo, Violet, y ellos te quieren ahí

—No todos —les recordé

—Ya, no me digas que Sabrina te intimida —se burló

—No —rodé los ojos

—¿Entonces sí? —me preguntó Hailey

—Pero me sentaré al lado de ustedes —finalmente accedí

—Yo te cubro —asintió ella.

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Emma y Stella se mostraron de lo más felices cuando me vieron caminar con Dylan y Hailey hasta la mesa de siempre, cuando James reparó en ello solamente asintió en mi dirección, como si me estuviera dando ánimos, Alex me sonrió abiertamente y Sabrina me ignoró.