CAPÍTULO 18

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Luego de esa conversación pasé casi un mes en paz. El mes de Marzo llegó junto con la primavera, bueno, aún no oficialmente, nos retrocedemos al día jueves 14.
Alguna vez, en la clase de Historia, se nos habló del período de tiempo llamado "Oscurantismo", que se dio en Europa durante la Edad Media, consistió en un número determinado de años en los que el poder absoluto lo tenía la iglesia, los pueblos eran oprimidos y no tenían el derecho de creer en la ciencia, la experimentación, o siquiera en la historia, únicamente podían saber, y, eran obligados, a creer en lo religioso.
Los avances en cuanto a cualquier campo se vieron detenidos por ese período, como si se hubieran tomado unos años para descansar del conocimiento en general.
Ese mes, en general, lo recuerdo como mi propio Oscurantismo, mi mente por fin tomó el mando y me obligó a actuar con prudencia, ignorando las demandas de mi corazón, que poco a poco se fue poniendo en una especie de pausa, tal vez un apagón. Sabía que en algún momento tenía que seguir avanzando, pero justo en ese no me encontraba con fuerzas para volver a la guerra contra mis sentimientos.

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Una Violet serena y resplandeciente se levantó de su cama aquella mañana (A los ojos del mundo), contenta de que los problemas de su vida parecían estarse resolviendo por sí solos.
Se debía tal vez a su nuevo proyecto de vida, con el objetivo que justamente su amigo le había propuesto, la felicidad.
Se levantaba cada mañana a tomar una ducha (Para borrar los restos de algunas noches que pasaba llorando), esmeraba en que su apariencia fuera buena (Para ocultar el desastre que había en el interior), tres veces por semana conducía ella misma al instituto con la compañía de su madre en el asiento de copiloto, que le daba indicaciones, parecía estar progresando (Sólo lo hacían tres veces por semana debido a los conflictos que causaba su inseguridad), seguía con su promedio perfecto (Al menos eso no había cambiado ni le suponía conflictos), asistía a todos los desayunos con sus amigos y mostraba su mejor sonrisa (Las cosas en cuanto a eso estaban demasiado mal, había comenzado a sentirse excluida, y, por lo tanto, a verlos como una extraña y analizarlos de otra manera), su relación con James seguía de pie (De pie, pero había momentos en los que se tambaleaba), con el paso de los días había recuperado a Sabrina (Una palabra, hipocresía) y realmente su amistad con Harrison se había acabado (No hay nada que decir, de verdad se había terminado).

Por suerte aquel jueves era James la persona encargada de trasladarme al instituto, puntualmente se presentó y lo recibí sentada en la acera.

¿Qué haces allí? —se bajó del auto y me miró gracioso

El sábado es tu cumpleaños —le dije. Sonrió y tomó asiento a mi lado

Y el tuyo en dos semanas —respondió. Negué con la cabeza, no importaba yo

Casi todos los años James daba más importancia a mi fecha que a la suya, tal vez porque Sabrina se encargaba de darle excesiva importancia a la de ellos.

¿Qué harán Sabrina y tú?

Lleva planeando una fiesta con mamá desde hace un par de semanas —hizo una mueca

No lo mencionó —ya, no me parecía extraño

No lo habían tomado muy en serio hasta esta semana, ahora que no falta mucho —se encogió de hombros. No dije nada en unos segundos

Cumples 19 —sonreí y me volteé a verlo

Cumplimos —corrigió haciendo lo mismo

Deseaba que aquel año todo fuera diferente, nada de fiestas, nada de personas a nuestro alrededor, sólo él y yo. Sólo la persona que había... Elegido, y yo.

SIEMPRE FUISTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora