CAPÍTULO 45

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Recuerdo sólo partes de lo que restó de esa noche. La que horas atrás había llamado "Perfecta".

Nunca podré encontrar palabras para expresar todo el dolor que sentí en cuanto entendí lo que había pasado.
Deseé tanto que sólo hubiera entrado en shock y hubiese sido incapaz de reaccionar, pero no fue así.
Sentí cómo alguien metía su mano en mi pecho y me aplastaba el corazón, cómo lo retorcían. Las piernas me fallaron y dejé de aferrarme al cuerpo de mi madre.
Mi mente sufrió un colapso y no fui capaz de controlar mi llanto, mis gemidos e incluso mis gritos de pánico.

No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto. No podía ser cierto.

La tía Nat estaba muerta.

Estaba muerta, se había ido.
Nunca podría verla de nuevo, ni escuchar su voz, su risa, nunca regresaría a casa, nunca más me daría un consejo ni la vería jugar con mi hermana, nunca más estaría sentada en la sala ojeando revistas, nunca más la vería bromear y pelear con mamá, no volvería a abrazarme o a consolarme, no iba a estar presente en mi graduación, ni en el cumpleaños de Scarlett... Por Dios, Scarlett.

¡No podía marcharse! ¡No podía estar muerta! Había prometido que no se iría, que estaría siempre con nosotras, ¡Me había hecho una promesa!

Se había ido. ¿Cómo iba a explicárselo a mi hermanita? ¿Cómo le diría que la tía Nat no volvería nunca a casa?

No, aquello no era posible.
No podía esfumarse tan fácilmente.
No podía.
No podía irse.

¿Qué demonios había pasado?

Tiene que venir con nosotros, señora. La llevaremos al hospital, alguien la acompañará en todo el proceso...

Mi cerebro bloqueó las siguientes palabras del oficial.
Como dije, recuerdo sólo partes.

Recuerdo la expresión de mi madre, estaba completamente destruída.
Recuerdo unos brazos envolviéndome y la voz de Harrison diciendo: "Tranquila..." ¿Cómo rayos iba a tranquilizarme?
Recuerdo ver a mi madre entrar en la casa y gritarle que no me dejara, que no podía irse ella también.
Recuerdo fugazmente su bolso, la luz de su teléfono y su abrigo en la mano.

Cuida a tu hermana —mi mirada no lograba enfocarse— Te llamaré

No te vayas...

Yo estaré con ellas

No creemos que esté en condiciones de conducir...

Las luces de la patrulla fueron mi última visión antes de perder la conexión con la realidad.

⚫~•⚫•~⚫

Tía, ¿En dónde está papá ahora?

Él está en cada lugar que te lo recuerde, ¿Sí, cariño? Tu padre estará siempre contigo, cuidándote. No importa dónde vayas, tus seres queridos siempre están presentes, porque los llevas en el corazón —la tía Nat llevaba a Scarlett con un año de edad en brazos

Pero no voy a volver a verlo... —me hallaba demasiado triste, bajé la mirada a mi vestido negro

Mi madre estaba al otro lado del salón, cerca del... Del ataúd que contenía el cuerpo inerte de mi padre.
Mucha gente estaba con ella, las personas entraban en la sala y le dedicaban palabras, abrazos.
A muchos ni siquiera los conocía, pero estaban ahí porque lamentaban que se hubiese ido.

SIEMPRE FUISTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora