SIEMPRE FUISTE TÚ

CAPÍTULO 63

El sábado por la noche, todos mis amigos acudieron a mi departamento. Esta vez no hubo una sofisticada cena ni tampoco vino. Fue como en los viejos tiempos, pedimos pizza y bebimos gaseosas mientras veíamos una película.
Cuando se fueron, James se quedó conmigo para poner algo de orden.

—¿Te gustaría ir a comer con mis padres mañana? —me preguntó tirando las últimas latas al cesto de basura

—¿Algún motivo en especial?

—No, sólo se me ocurrió que hace mucho no lo hacemos

—Tienes razón. Claro, vayamos —le sonreí

—A mi madre le dará gusto verte

Nos dirigimos a mi habitación, me descalzé y tumbé en la cama con una exhalación.

—¿Día cansado? —dijo mientras repetía mis acciones

—Vida cansada... —dramaticé

—¿Hay algo que pueda hacer por ti? —se rio

—Sólo abrázame

Y eso hizo.

—Sí, justo lo que necesitaba... —musité con ensoñación mientras el aroma de su loción me daba tranquilidad— ¿Lograste hacer el trato del que me contaste?

—Sí, parece ser que tendré unos días libres

—Te lo mereces —le di un toque en la punta de la nariz

—Eso quiere decir que podemos ir a ver lo de tu auto esta semana

—Oh, sí. Estoy emocionada —sonreí a más no poder

Al fin compraría un auto propio para dejar de pedirle el suyo a mi madre o usar taxis.

—Y también significa que puedo pasar por ti cuando salgas del laboratorio —entrelazó nuestras manos

—Eso me gustaría mucho

—A mí igual. Si voy a contar con días libres, quiero pasarlos contigo —hizo una pausa— Y... Hablando de días libres... —deslizó su mano libre por mi espalda de arriba a abajo

—¿Qué hay?

—Tuve una plática con mi padre acerca de su retiro

—¿Su retiro oficial de la empresa?

—Sí

—¿Qué te dijo?

—Que planea hacerlo en los próximos 2 o 3 años. La junta directiva le ha aconsejado que sea así porque me consideran aún muy joven para ocupar su puesto —habló mirando al techo— Y yo pienso igual, no estoy preparado en absoluto para una responsabilidad así de grande

—Es bastante tiempo para que te prepares y sigas aprendiendo

—Sí. De igual manera, fue sólo una insinuación que me hizo —sacudió un poco la cabeza— El caso es que me hizo pensar en algunas cosas

—¿Qué cosas? —delineé el contorno de su mandíbula

—2 o 3 años, como dices, es bastante tiempo —asintió— Y quiero usarlos para hacer muchas cosas antes de suplir a mi padre

—Suena lógico

—Y mucho de eso se trata de ti, de nosotros

Por alguna razón, una pizca de nervios me invadió el estómago.
Me senté con las piernas cruzadas y él también se incorporó un poco.