CAPÍTULO 34

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Con la llegada de un nuevo mes, esa primera mañana de Abril me sentí positiva, a pesar del rechazo de la noche anterior.

Mi madre me llevó al instituto, durante el camino me recordó que el recital de mi hermana sería pronto y me preguntó por mis avances en el discurso de graduación.

No llevo mucho, pero lo que está ya le parece bien a la tía Nat, así que supongo que voy por buen camino —me encogí de hombros

Al llegar me despedí de ella y bajé del auto, asentí cuando dijo que iría a recogerme por la salida.

El instituto estaba sutilmente decorado con los colores del equipo de fútbol, eso sólo podía significar una cosa.

⚫~•⚫•~⚫

Tengo partido, esta tarde. Espero verlas a ambas sentadas en las gradas con un enorme cartel que diga "¡El número 9 es el número 1!"

Dylan usaba el jersey con el número 9, cabe aclarar.

Cuenta sólo con mi presencia —le dije riendo

Igual yo, no me lo pierdo —asintió Hailey

Que malas son. El entrenador nos presiona tanto y yo no tengo amigas que me muestren su apoyo

Oh, pero si admiradoras no te faltan —rodó los ojos Hailey. Ahogué una risa, sonó más irritada de lo que tal vez pretendió

Eso es cierto —mi amigo nos guiñó un ojo— Pero, si me llevan un cartel, ustedes serán mis favoritas

Hailey y yo compartimos miradas, ella tampoco parecía muy entusiasmada con eso del cartel.

Ya veremos —dije

Levanté la vista y vi que, caminando unos metros por delante de nosotros, iba Harrison. Al parecer se estaba riendo de algo junto con varios chicos.
Cuando el sonido de su risa me llegó, el corazón me dio un vuelco.

Llegamos a la segunda clase, Matemáticas, el profesor Marshall estaba colocando hojas en cada asiento, boca abajo.

Y eso también podía significar una sola cosa.

Examen sorpresa —anunció

No sólo por ser la mejor de la clase y que me importasen mucho mis estudios, era una nerd, no me consideraba aquello en lo absoluto.
Así que, como cualquier alumno promedio, odiaba los exámenes sorpresa.

La clase entera soltó sonidos de molestia mientras cada quien ocupaba un lugar.

⚫~•⚫•~⚫

La última hora del día era la clase de Química, Dylan me dedicó una mirada profunda mientras cruzábamos la entrada del laboratorio, asentí ligeramente, todo estaba en orden.

Hasta que lo vi.
Harrison estaba sentado en su lugar, aparentando inocencia mientras miraba a cualquier otro lado, excepto en mi dirección.
Un post-it color azúl descansaba en mi lado de la mesa.

"A veces puedo ser un idiota, lo acepto. ¿Aceptarías tú una disculpa?"

Tomé aquel papel y lo hice una bola arrugada, antes de dejarlo en donde estaba.

Vas a quedarte sin post-its si usas uno por cada vez que eres un idiota —rodé los ojos mientras tomaba asiento

Está bien, merezco eso —alzó las manos en rendición— Yo...

SIEMPRE FUISTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora