¿Sabes? Yo también creí que podría hacerlo.
Tuve la certeza de que, en cuanto viera a James ese día, le pediría que habláramos, le diría que no quería seguir con la boda, le devolvería el anillo y pediría perdón, afrontando si no quería dármelo. Afrontando cualquier consecuencia.
Sí... En serio lo creí.
Pero cuando llegué a mi apartamento y lo vi sentado en el pasillo con las piernas extendidas, llevando el mismo traje que vestía en la fiesta de compromiso, luciendo absolutamente exhausto y entendí que prácticamente había pasado la noche ahí, pensando que yo dormía dentro, no pude decírselo, no pude ser sincera, sentí mucha lástima y puede que sí algo de culpa.
Tal vez sólo se había levantado de ahí por un rato en todas esas horas, para ir a comprar el ramo de rosas que yacía a su lado.
Me quedé parada, sorprendida y absolutamente nerviosa... Oh Dios, oh Dios, oh Dios... Me atrapó, sabe que no pasé la noche en casa, me está viendo justo ahora con ropa que no es mía, no... No llevo su anillo.
—Violet
Pero él se puso de pie, llegó hasta mí y me abrazó.
Ni siquiera lo correspondí, esperaba todo menos eso.—J... James —parpadeé muchas veces para salir de shock
—Te estuve esperando —me sonrió— Cuando se fueron los invitados vine aquí... La puerta estaba cerrada, obviamente —me inspeccionó rápidamente— Mira, te traje esto
¿Qué demonios...?
Miré las rosas y luego lo miré a él, completamente confundida.
Las tomé y me sonrió una vez más.—¿Vamos adentro? Muero por desayunar
Ignoró todas las cosas que me señalaban como culpable de algo. Las pasó por alto sin decir palabra y sin dejar de sonreírme.
Si la situación fuese al revés, yo sin duda lo cuestionaría y no estaría nada contenta, para nada.
Me pregunté porqué lo hacía, me pregunté qué le pasaba, si acaso cabía la posibilidad de que no lo hiciera a propósito o porqué su ciega confianza.
Pero... Era demasiado evidente.El nerviosismo y el shock fueron suficiente como para mantenerme con la boca cerrada casi toda la mañana, viéndolo con intriga actuar completamente normal... Preguntándome: ¿Qué carajo?
⚫~•⚫•~⚫
Probablemente suene tonto y condenadamente cobarde decir que es muy difícil terminar con alguien que día con día se esfuerza en darte todo de sí, en hacerte feliz, darte su atención completa y cumplir cualquier deseo que tengas, ¿Cómo se supone que le digas que ya no quieres estar con él? ¿Cómo le haces sentir que no deseas lastimarlo sin hacer que crea que sus esfuerzos no son suficientes?
Cada hipotética conversación que estructuraba en mi mente terminaba mal, conmigo diciendo mil cosas contradictorias y con James probablemente histérico.Oh, James... Durante las siguientes semanas él cambió en muchos aspectos y, joder, que eso fue lo que me llevó a dejar pasar el tiempo.
Cambió sus horarios de trabajo para poder pasar por mí al laboratorio y comimos juntos cada día, habló con su madre respecto a la boda y le hizo entender que había estado mal no hacerme una participante activa en lo relativo al tema, también le pidió que no gracias a ello fuera a tomar una mala actitud hacia mí, Rebecca le hizo caso, estuvo extrañamente conforme con cada una de las decisiones que tomé. James pasaba casi cada minuto que tenía libre en mi apartamento y, cuando no estábamos juntos, enviaba mensajes preguntándome cómo estaba, si necesitaba o tenía ganas de algo, además, me sorprendía con detalles como flores y chocolates.
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SIEMPRE FUISTE TÚ
RomanceViolet Moore, una chica que todos creen "Perfecta". Cuya vida es "Perfecta". Desde el novio perfecto, la mejor amiga perfecta, la familia perfecta, los amigos perfectos, hasta la casa perfecta, el auto perfecto, la ropa perfecta, las calificaciones...