CAPÍTULO 51

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1,868 días después...

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Recuérdame una vez más porqué tenemos que irnos —me dijo Sabrina mientras introducía prendas perfectamente dobladas en una de sus maletas

Porque hemos pasado años fuera de casa, porque nos graduamos, porque tengo una excelente oferta de trabajo allí y es ideal, porque extrañas a Alex... —me reí— Porque no puedes exprimir más el cerebro de Cora para que te dé sus secretos sobre cómo triunfar en la moda

Oh, sí, por eso —volcó los ojos

Así es, 5 años y algunos días después, aquel viaje había terminado.
Sabrina se graduó de la carrera de Administración un año antes, pero, como a mí todavía me faltaba otro, nos quedamos ahí y ella se dedicó a ser la aprendiz de Cora Winntaker de tiempo completo los meses que restaron.
Mi graduación había tomado lugar el mes pasado; El mejor día de mi vida, sin duda. Mi madre, la abuela y Scarlett estuvieron presentes, por supuesto. Recibí reconocimientos, recomendaciones y propuestas de prácticamente todos los que habían sido mis profesores en aquel largo tiempo, pero ya me había decidido sobre mi siguiente movimiento.
Cuando el profesor Horowitz (Que solía impartirme Bacteriología en el cuarto año) se me acercó en el último mes de clases, vaya que me sentí afortunada. Dimos un largo paseo por el campus mientras me hablaba de él mismo en sus días de universidad, sobre los amigos que había hecho y una que otra lección para saber cuáles eran aliados y cuáles no, en fin, luego de eso salió a colación el nombre de Charles Montgomery, uno de los buenos. El Doctor Montgomery era el dueño del laboratorio de investigación más aclamado en mi ciudad natal, el que poseía la universidad de Thoulstain y, luego de escuchar maravillas acerca de una chica que estaba por graduarse de Cambridge y era originaria del mismo lugar que él (Así es, Horowitz le había hablado de mí), no esperó más de una semana para enviarme una carta escrita por él mismo, ofreciéndome empleo. Contaría con el apoyo de gente igual de calificada, los mejores instrumentos y herramientas tecnológicas, y sí, un jugoso salario. Era tal vez una ironía o algo así que yo terminara siendo parte de Thoulstain después de todo.

Sabrina y yo acordamos pasar un mes más en Reino Unido, darnos nuestro tiempo de despedirnos de aquel fantástico lugar.
Y es que habíamos pasado por tantas cosas allí...

El primer año fue el más difícil, estar lejos de casa y ahogadas en cosas universitarias, no fue una buena combinación, pero supimos sobrevivir poco a poco. Cantarle "Feliz cumpleaños" a Scarlett por videollamada fue difícil el primer par de años, eso y muchas otras cosas más, pero tener a Sabrina siempre ayudó.
Nos las arreglamos muy bien para vivir juntas en aquel apartamento, dividimos las tareas domésticas y nos adaptamos muy bien a un horario que nos permitió organizarnos y sincronizarnos todos los días. Íbamos a la universidad en su auto de lunes a viernes, terminábamos con las clases casi por la misma hora, así que nos encontrábamos en algún lugar para comer que estuviese cerca (Siempre rotamos los establecimientos para evitar aburrirnos de la comida y poder identificar los mejores), luego de eso íbamos a la enorme biblioteca y hacíamos los deberes, teníamos un par de horas libres luego de aquello (Nos dedicamos a explorar la ciudad manzana por manzana), volvíamos al apartamento y ella se iba a la residencia de Cora a eso de las 6:30, yo me dedicaba a estudiar hasta su regreso, casi siempre traía consigo la cena, otras veces optábamos por salir, al terminar, era la hora de las videollamadas, ella hablaba con Alex, su hermano y a veces con sus padres, yo siempre me comunicaba con mi madre y Scarlett, un día a la semana con la abuela, al final, nuestras respectivas rutinas para ir a dormir. Los fines de semana eran tiempo libre casi siempre, pues yo me aseguraba de que ambas fuéramos al corriente con los deberes, el estudio y los proyectos, Sabrina se iba con Cora los sábados por la mañana y estaba libre el demás tiempo, así que, para que nuestros días no estuviesen siempre controlados estrictamente por un horario, me abstenía de hacer planes. Solíamos salir por separado, cada una con las nuevas amistades que había hecho; En mi caso, esos eran Max y Milla.

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