SIEMPRE FUISTE TÚ

CAPÍTULO 24

Así que, cuando llegué a casa y vi a mi madre con la tía Natalie, me armé de valor y les dije que tenía algo importante que contarles.
Al principio me miraban escépticas, sin creerse que una historia así pudiera provenir de una chica como yo, que siempre se había esforzado porque todos a su alrededor la vieran con aprobación. Les conté todo y no me interrumpieron ni una vez, se miraron un par de veces con los ojos bien abiertos, y, cuando mucho tiempo después llegué al final, sólo hubo silencio.

—Por favor, digan algo —pedí

Tenía especial miedo por la reacción de mi madre, pues siempre había sido una fanática de James, creía que tal vez ese muchacho era lo mejor que había entrado en mi vida, de verdad, sin exagerar.

—Ay, cariño... —Natalie me miraba consternada— ¿Estás bien? Después de todo, aún bajo esas circunstancias, acabas de tener tu primera ruptura —hice una mueca. Se le olvidó la parte en la que les conté lo que hice a James el día de San Valentín

—Creo que estoy bien —asentí

—Grace... —mi tía miraba a mi madre, casi regañándola por no decirme nada

—Lo siento, Violet, es sólo que no me creo el hecho de que pasaras por todo eso y ni siquiera me hubiese dado cuenta —me miró triste

—Pero eso no es tu culpa, es mía, por no acudir a ustedes en ninguna ocasión. Es sólo que... Estaba avergonzada, y confundida

—Está bien, linda

—¿Y? ¿Te gusta mucho ese muchacho? —mi tía no lo dijo en tono gracioso, estaba algo... Medio triste

—¿Tú qué crees? —una risa sin ánimos me salió

Siguieron haciéndome preguntas, y no me molestó responder ninguna, pues, si les estaba cayendo toda la historia de golpe, era mi culpa.
La tía Nat, luego de todo, me expresó que podía confiar en ellas siempre, me dijo que, personalmente, entendía que enamorarme de alguien más en medio de una relación no estaba bien, pero tampoco bajo mi control, dijo que había hecho muchas cosas mal, pero que no era tarde para empezar a hacer todo con madurez, y eso era no pensar en los demás, sino seguir lo que me llevaría a ser feliz.

Me gustaría decirles que mi madre se comportó de la misma manera, que me abrazó y me dijo que aceptaba lo que yo era, que me ofreció todo su apoyo y se mostró feliz de que hubiese encontrado un amor que me hacía sentir muy bien.

Pero no fue así.

Se mantuvo en silencio, no con mala cara, pero en silencio, hasta que Scarlett bajó para preguntar si ya era la hora de comer. Nos mudamos a la cocina y no tocamos el tema de nuevo.

Subí a mi habitación a hacer los deberes, y escuché el auto de mi madre encenderse cuando se fue al trabajo. Mentiría si les digo que no me dolió, pero confié en que, cuando digiriera todo, se acercaría a mí. Pues mi madre, Grace Moore, no era la mejor expresando sus sentimientos.

Así que bien podría estar sólo en shock, o podría estar furiosa conmigo.

⚫~•⚫•~⚫

Al día siguiente, cuando iba a la primera clase, Hailey llegó a mi lado junto con Dylan. Supuse que vendrían del almuerzo, también me pregunté en dónde estaba Sabrina.

—Hola —los saludé

—Hola —me dijo él

—Debes sentarte en tu lugar hoy —habló ella. Hice una mueca

—No creo que sea buena idea