Domingo por la mañana, Alexa abre los ojos pesarosamente y observa con deleite el cuerpo de Daven tendido boca abajo sobre su cama, está completamente desnudo, durmiendo con placidez.
- No estaba tan ebria –susurra para sí, sin poder alejar la mirada de él.
Se dirige al baño y se coloca bajo el chorro de agua casi fría, sin más pensamientos que las memorias de la gran noche que pasó con Daven. ¿Se arrepiente? En lo absoluto, obtuvo lo que quería, a Daven y la promesa de que aceptará a Jerome ante la junta y todos acordarán que su idea es grandiosa.
- Buenos días –saluda él, entrando al baño completamente desnudo, mientras ella se envuelve en la toalla.
- Increíbles días –suelta Alexa, observándolo con descaro.
- Me siento un poco acosado cuando me miras así –bromea él y ella se acerca lentamente.
- Sólo espero que no tengas que acusarme con Amanda –ambos ríen y Alexa pasa con lentitud una mano desde el cuello de Daven hasta su vientre bajo– ¿te quedarás? –se aventura a preguntar.
- No –responde él, abriendo la llave de la ducha para que el agua comience a correr–, le prometí a mi hermana desayunar con ella, es su último día en la ciudad.
- ¡Ah! La hermana aventurera... no hablan demasiado de ella en tu familia –Daven asiente y entra a la ducha, ante la mirada de Alexa, quien no parece interesada en salir del baño y darle un poco de privacidad.
- ¿Tienes el día libre? –Pregunta él, al notar que no piensa marcharse.
- No, pensaba tenerte en mi cama el resto del día, pero supongo que haré algo menos divertido –ambos ríen y Daven niega.
Contrario a Alexa, él se arrepiente de su decisión de pasar la noche con ella, tiene la inquietante sensación de que sólo empeorará las cosas.
- Nos vemos mañana en la oficina –se despide él, observándola colocarse crema hidratante en las piernas.
- El acuerdo...
- Sí, sigue en pie, tal vez no estábamos en la mejor posición...
- Era una increíble posición, no puedes negarlo –bromea ella y él sonríe como respuesta.
- No me refiero a esa posición, señorita Koch –ella sonríe con picardía–. Somos personas de palabra.
- De acuerdo, firmaré a primera hora y anunciarás lo de Jerome en la reunión matutina –Daven asiente.
- Perfecto, hasta mañana –se acomoda la corbata una última vez y sale de la habitación–. Mala idea, Daven, venir fue una pésima idea... ¿cómo vas a lidiar con esto ahora? –Se recrimina mientras entra al auto y lo enciende.
Inicia la reproducción de una playlist vieja, con las canciones de su juventud y decide que esa es la mejor manera de mantener en mente sólo la imagen de la perfecta Alexa desnudándose para él, olvidando las consecuencias que la noche anterior pueda tener.
Llega a su apartamento y se viste un poco menos formal, está deseando pasar el resto del día con su pequeña hermana y escucharla hablar de lo increíble que es vivir sin ataduras. Usa una camiseta gris Oxford, jeans, blazer gris oscuro y zapatos Derbi claros. Una imagen poco usual en un hombre que difícilmente es visto fuera de un traje.
Conduce hasta la casa de su padre, donde ha pasado la noche su hermana y después de aparcar en la entrada, abren las puertas para él. Enseguida aparece Ali, quien lleva el cabello mojado y va envuelta en una bata de toalla, acaba de dejar la alberca.
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¿Quién es el jefe?
RomanceAlexa Koch y Daven Jankovic, son un par de empresarios que cruzan sus caminos por azares del destino. Destino que ella maldice. porque él se ve obligado a colocarse a la cabeza del negocio al que ella le ha invertido su vida entera. ¿Será posible qu...