Dos semanas después de la desaparición de Daven, Alexa da vueltas sobre la cama sin poder dormir, lo que aquel agente le dijo, era verdad, no le permitieron abandonar el país y efectivamente era blanco de sospechas.
La alarma la hace girarse malhumorada en dirección al reloj y comprobar que son las 6:00 de la mañana– no puede ser –susurra y luego cubre su cara con la almohada.
Mientras está en la ducha el teléfono suena varias veces, pero decide ignorarlo, está cansada de las llamadas por entrevistas y cuestionamientos de "amigos" sobre todo lo que está pasando a su alrededor.
Finalmente se viste y maquilla las ojeras de su rostro, va rumbo a la empresa, en la que todo se está yendo para abajo y ella no puede hacer demasiado.
- Señorita, su padre ha estado llamando, insistentemente –le saluda el chofer.
- Más tarde le llamo –es su respuesta y le señala que conduzca.
Alexa no comprende la urgencia de su padre, sobre todo cuando no han cruzado palabra, desde que le cuestionó si había tenido que ver en la desaparición de Daven.
- Hola, Fred –saluda a su asistente.
- Señorita –Fred la sigue al interior de su oficina con la expresión descompuesta.
- ¿Qué sucede? –Se interesa en cuanto nota la expresión de Fred.
- Otra vez el agente, la está esperando en la presidencia –es su respuesta.
- ¿Por eso estás tan pálido? –Cuestiona Alexa– Nada malo va a suceder...
- Hay rumores de que...
- Fred –lo interrumpe Alexa– olvida esos rumores –completa– No deberíamos hacer esperar al agente.
Alexa entra a la oficina y ve al hombre mirando a través del ventanal, como absorto en sus pensamientos.
- Buenos días, agente –saluda Alexa, con total tranquilidad.
- Señorita Koch –dice el hombre– una bella mañana ¿no lo cree? –agrega después, girándose a mirarla.
- Parece que habrá buen clima –responde ella.
- Me sorprende su positivismo –ataca el hombre.
- ¿Por qué sería de otra manera?
- No sé qué creer, señorita Koch, me habían dicho que le llamaban la reina de hielo, pero jamás pensé que fuera así de real –Alexa lo mira, confundida.
- ¿A qué se refiere? –Se interesa ella, indignada ante sus palabras.
- Dudo mucho que no lo sepa...
- ¿Vino aquí a jugar acertijos conmigo? –Lo interrumpe, molesta– Porque mi tiempo es escaso, señor.
- Encontramos a Daven –la cara de Alexa se ilumina.
- ¿Dónde está? –Cuestiona de inmediato y la cara del hombre refleja confusión, estaba seguro de que para ese momento, Alexa lo sabría– Un segundo –pide, ante el sonido insistente de su teléfono– Padre, estoy ocupada, te llamo en unos minutos...
- No cuelgues Alexa, –pide su padre– encontraron a Daven –agrega.
- Me acabo de enterar, quiero saber los pormenores para verlo cuanto antes, te llamo en un momento...
- Alexa, –le llama nuevamente el hombre– Daven está muerto –suelta, con la voz un tanto temblorosa.
Alexa suelta el teléfono y pierde cualquier rastro de color en la piel, su padre intenta saber que sucede, pero lo único que logra escuchar es a un hombre preguntar– ¿señorita, se encuentra bien?
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¿Quién es el jefe?
RomansaAlexa Koch y Daven Jankovic, son un par de empresarios que cruzan sus caminos por azares del destino. Destino que ella maldice. porque él se ve obligado a colocarse a la cabeza del negocio al que ella le ha invertido su vida entera. ¿Será posible qu...