- Como último punto a tratar y aunque sea un tanto imprevisto... decidí que podríamos utilizar algunos de los contactos de Jerome Domènech y su experiencia en el exterior –suelta Daven, para deleite de Alexa y sorpresa de la junta.
- ¿Está convencido? –Interviene uno de los hombres y Alexa sonríe esperando la respuesta de Daven.
- Podemos trabajar con lo que tiene –Afirma y Charles mira directamente a Alexa, quien sonríe satisfecha.
- Excelente estrategia –comenta otro y ella no puede evitar sentirse elevada, cree que todos entienden que tenía razón.
Se habla un poco más y se da por terminada la junta, para sorpresa de Daven, Alexa es una de las primeras en abandonar la sala de juntas, lo hace tomada del brazo de Charles en una amena charla que la mayoría ignora.
- Escuché que la junta fue de maravilla –comenta Amanda a Alexa, mientras la segunda sirve un par de tragos para celebrar– ¿por un día sin discusiones? –Bromea Amanda y Alexa eleva su copa.
- El idiota finalmente está comprendiendo el concepto de "Ella al mando" –alardea Alexa y su amiga niega.
- Que tonta, ¿qué sucedió? Me voy un fin de semana y se vuelven mejores amigos –Alexa ríe aparentando la mayor ironía posible.
- Estrategia, ¿en serio crees que me rendí tan fácil? –Amanda niega.
- En realidad creo que temo lo que está por venir, Alex, deberías dejarlo por la paz y trabajar con él –Alexa niega.
- No, por lo menos hasta que todos aprendan quién es Alexa Koch –lo dice tan seria, que Amanda se niega a contradecirla.
- Sabía que lo de firmar su propuesta sólo era el inicio de un largo hilo... pero ¿en serio estás dispuesta a trabajar con Jerome, sólo para probar que tenías razón? –Alexa calla unos segundos, como si en verdad dudara la respuesta.
- Estoy dispuesta a muchas cosas para probar que se equivocaron al dejarme fuera del lugar que me pertenece –Amanda niega y bebé, se rinde, es imposible intentar razonar con Alexa.
- Debo irme, tengo un par de asistentes para él y...
- ¿Desde cuándo presentas a las asistentes en persona? –Se sorprende Alexa y su amiga sonríe.
- Desde que puedo deleitarme con la vista que ofrece el jefe –bromea y Alex rueda los ojos.
- ¿Puedo verlas? –Amanda ríe.
- No creo que las quieras, es mucho menos demandante que tú –bromea nuevamente.
- Sólo quiero saber quién se estará sentando en las piernas de nuestro CEO –alega Alexa y Amanda no parece hacerle gracia.
Fred, el asistente de Alexa interrumpe la "amena" charla, para avisar que su padre está esperando fuera para hablar con ella y eso es suficiente para que Amanda abandone la oficina de inmediato.
- ¿Padre? –Alexa sigue sin poder creerlo.
- Alex –es el saludo de David.
- ¿A qué debo tu agradable visita? –No debo aclarar que la ironía es palpable ¿cierto?
- He venido porque se rumorea que finalmente usas lo que tienes entre las piernas... y que lograste que Daven aceptara a Jerome...
- No, no, no. Las cosas no son así... ¿cómo te atreves a hablarme de esa manera? –Reacciona ella de inmediato, ante las ofensivas palabras de David.
- ¿Cómo me atrevo? ¿Cómo te atreves tú a intervenir así en el trabajo de Daven? –Pregunta el, obviamente molesto, padre.
- Él sabe que es una buena idea, no lo aceptó porque yo haya intervenido de la manera en que estás insinuando que intervine... -Intenta defenderse, sin dejar de pensar cómo ha llegado toda la información a su padre y si todos en la junta piensan lo mismo.
- Vamos, Alex, te conozco perfectamente, eres mi hija...
- No te atrevas a usar ese estúpido recurso...
- ¿Cuántas veces te negaste a utilizar tu atractivo para conseguir las cosas? ¿Estás tan desesperada que finalmente recurriste a ello? –Intenta de nuevo el padre, para hacer daño.
- Por Dios, padre...
- Sé honesta, aunque te moleste, te conozco mejor que nadie.
- Fue un simple intercambio, yo firmé aceptando su propuesta de cambio y él dijo que le daría una oportunidad a las propuestas de Jerome...
- Y esto te lleva a que la junta vea que tenías razón –la conoce, claro que lo hace.
- Tarde o temprano lo harían, prefiero que sea temprano –es su respuesta y David sonríe.
- No estás lista para esto, Alex...
- No tienes idea...
- Claro que la tengo, solía ser como tú...
- Disculpa ¿Estás aceptando lo parecidos que somos?
- No, querida... admito que en algún momento puedes ser el gran depredador que ahora aparentas, pero sigues siendo una presa demasiado fácil...
- Conseguí lo que quería...
- No –la interrumpe enérgico–, Daven consiguió lo que quería, dándote una pequeña muestra de su poder, dejándote juguetear alrededor con la idea de Jerome haciendo algo que únicamente va a engrandecer la imagen de lo buen líder que es él –Alexa aprieta los puños, se niega a aceptar que lo que dice su padre tiene cierta lógica, finalmente quien se llevará el crédito de aceptar los consejos de Jerome, será Daven.
- Maldito –susurra, dándose cuenta de que su padre tiene razón, sobre todo después de repasar la manera en que Daven dio a entender ante la junta que había sido idea suya.
- Aun eres un pequeño pez jugando entre tiburones, Alex, tomas decisiones a la ligera, cambias de opinión, eres arrebatada –se detiene al notar que sus palabras están hiriéndola de alguna manera inesperada–. Eres justo como yo cuando pretendía que me comería el mundo sin ayuda y sé que en algún punto de tu vida llegarás incluso a superarme, pero debes darte tiempo para aprender... estar cerca de Daven es una gran oportunidad, su capacidad es admirable y te lleva varios años de experiencia, pero debes ser paciente y dejar este jueguito en el que lo has metido, porque los hombres como Daven no son de perder –Alexa niega, sabe que las palabras de su padre carecen de valor, se atreve a darle un discurso de lo que le falta para estar al mando, cuando estuvo a punto de dejar todo en manos del ebrio fiestero que es su hermano.
- Disfruta el retiro y lleva a David a rehabilitación –es su despedida, para cerrar con fuerza la puerta detrás de ella, dejándolo en su oficina.
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¿Quién es el jefe?
RomantikAlexa Koch y Daven Jankovic, son un par de empresarios que cruzan sus caminos por azares del destino. Destino que ella maldice. porque él se ve obligado a colocarse a la cabeza del negocio al que ella le ha invertido su vida entera. ¿Será posible qu...