¿Quién es el jefe?

67. Culpable

- Mi nombre es Alexa Koch, tengo una cita con el agente Fernández –es el saludo de una pálida y demacrada Alexa.

- La está esperando –la guía el oficial.

- Koch –saluda el agente.

- Agente –dice Alexa, sentándose frente a él.

- Lamento que haya tomado tanto tiempo...

- Lo lamento aún más –lo interrumpe seria, intentando que el hombre vaya al punto.

- Bien, señorita Koch, puede contarme sobre la última vez que vio a Daven...

- Se lo he contado 20 veces, agente –es la respuesta de Alexa, sin expresión alguna en la voz.

- Y si debe hacerlo 100 veces, lo hará –dice el hombre, para nada amable.

- Hablamos y me dijo que a su regreso aceptaría mi renuncia, es todo...

- Hoy no necesito detalles, Koch...

- ¿Ya saben quién lo hizo? –El hombre asiente.

- ¿Para qué me ha llamado entonces? –Se molesta, Alexa.

- Ha mentido mucho, Koch...

- ¿Qué es esto, agente Fernández, otro de sus intentos por sabotearme? –Cuestiona con tedio.

- Supongo que conoce muy bien al "comandante" –Alexa lo mira sin expresión.

- No –responde cortante, sin tener idea hacia donde se dirige la conversación.

- Ángel "el comandante" Ramos, señorita Koch, se entregó hace dos días –Alexa asiente.

- Perfecto, ¿puedo salir del país hoy mismo? –Son las palabras de Alexa y el agente, sonríe con sorna.

- No saldrá del país en mucho tiempo, créame –Alexa se pone de pie y lo mira, llena de confusión y terror.

- ¿De qué habla?

- Alexa Koch, queda arrestada por ser artífice del asesinato de Daven Jankovic –Alexa siente esa terrible presión en el pecho que solo sintió el día de la muerte de su madre, con la mano a la altura del corazón, se deja caer sobre la silla. El terror que invade su cuerpo, es difícil de explicar, lo único que viene a su mente es el pequeño Joyce.

- No, –susurra y después de unos segundos se pone de pie– yo no lo hice, ¡Usted no va a condenarme por algo que no hice!...

- Basta, Koch, su cómplice confesó, debo arrestarla ahora...

- ¡No! –Alexa se dirige a la puerta y el oficial la detiene.

- No hay nada que pueda hacer, es mejor no buscar problemas –intenta explicarle, mientras ella forcejea para llegar a la puerta.

- ¡No! Mierda, no –Alexa sigue peleando, pero en el fondo sabe que lo mejor es demostrar que ella no tuvo nada que ver, evita golpear al oficial, pero las lágrimas de frustración amenazan con aparecer, no ha sido un mes fácil para ella y lo último que esperaba era ir presa por la muerte de Daven. Poco a poco se va tranquilizando y recuperando a esa Alexa que actúa acorde a la situación – Quiero ver a mi abogado –pide, mientras el oficial la escolta a la habitación en donde la mantendrán.

- Es su derecho, pero dudo que su abogado pueda hacer algo –Alexa intenta no responder ante aquella provocación, pero lo único que desea es golpear al oficial y correr en dirección a la salida.

Esa misma tarde el padre de Alexa se encuentra en aquel edificio, esperando pacientemente a que el abogado hable con su hija.

- Quiero saber quién es Ángel Ramos...