"Querido Jerome
Siempre pensaste que era una buena persona y eso me motivaba a serlo, a cumplir tus expectativas... a no ser la Alexa que se formó bajo el ala de un hombre para quien todo era matar o ser asesinado, cuando te conocí no tenía idea de quién podía llegar a ser y cuando te perdí, querido Jerome, cuando te perdí, perdí una parte importante de mí, a esa Alexa que había aprendido a amar sin condiciones, sin contratos, sin esperar las regalías del amor. No te culpo de ello, porque así es como funciono, lo hago bien cuando estas cerca y en cuanto siento perderte, llegan de nuevo esas mal funcionalidades que me han hecho perder tantas cosas importantes en la vida, estoy segura de que contigo jamás habría sido capaz de vender a mi hermano, de atentar contra mi familia materna o de abandonar al pequeño Joyce por completo.
Sé que no merezco consideración alguna de tu parte, porque siempre tomo de ti más de lo que te ofrezco, me es imposible comprender como alguien tan bueno, honesto y confiable como tú, pueda querer a este ser que deja atrás cualquier valor de importancia, por conseguir cosas tan absurdas como el reconocimiento de un grupo de idiotas, que no reconocerían ni el día de la noche si no les golpeara el sol en la cara cada mañana.
Me marcho, porque él no merece a alguien como yo, porque es un nuevo ser sin malicia, sin pensamientos retorcidos, es limpio y tan puro que debería estar muy lejos de mi alcance, y del alcance de todas las cosas que he hecho y haré por lograr el único objetivo que he tenido en la vida desde que tengo memoria, me marcho porque nuevamente he caído en mis propias garras y estoy casi segura de que destruí la vida de un hombre por mi ambición, por creer que si ellos no veían lo capaz que era, nadie nunca me respetaría.
Lo único que tengo claro en este momento es que serás el mejor padre para Joyce, porque te he visto mirarlo con los ojos inundados de amor y tu amor, mi siempre amado Jerome, tu amor es el más puro y sincero que alguien pueda recibir.
Eternamente tuya, Alexa."
Después de pasar 3 días junto a ellos, Alexa coloca el papel en la cuna, a los pies de Joyce y se despide con un beso fugaz, cree decirle hasta nunca a ese pequeño que la hizo dudar sobre todo lo que había hecho hasta el momento, pero cuya ternura y amor, no fueron suficientes para hacerla desistir de sus planes iniciales.
- Adiós Joyce, estoy segura de que serás feliz –susurra y sale presurosa de la habitación, rogando que Jerome no se levante más temprano de lo habitual y descubra su plan de huida.
Es uno de los vuelos más largos de la vida de Alexa, recuerda aquel viaje de 3 horas hasta casa de sus padres, cuando le notificaron al colegio en el que se encontraba que su madre había muerto. La sensación que le recorre el cuerpo es parecida aunque desearía que no lo fuera.
Mantiene el teléfono apagado hasta llegar al aeropuerto de la ciudad, lo enciende y entran de golpe un montón de notificaciones y llamadas, de su asistente, de David, de Daven e incluso de la prensa, quienes preguntan directamente por entrevistas.
- Está hecho –se dice y camina como siempre, con la cara en alto, hacia el auto que la espera.
- Alexa...
- ¿Qué carajos haces aquí? –Pregunta sin entrar al auto.
- ¿Qué esperabas? Era la única manera de verte de inmediato –Responde David, estresado, señalándole que entre de inmediato.
- A ver, no entiendo nada –Alexa actúa como si estuviera perdida–, estaba muy ocupada, olvidé prender el móvil hasta ahora y no entiendo...
- ¿Entonces no fuiste tú? –Ella lo mira aparentando desconcierto– Al departamento de la señorita –ordena al chofer.
- ¿De qué hablas? –Cuestiona ella, mirándolo directo a la cara, con una expresión de desconcierto que cualquiera creería honesta.
- ¿Dónde estabas? –Se interesa David, Alexa mira sus manos y luego vuelve la vista a David–Mira, si fuiste tú... papá va a acabar contigo esta vez...
- A ver, David... yo... es complicado explicarte dónde estaba y por qué, pero dime ¿qué se supone que hice esta vez? –David niega y le muestra la pantalla del móvil– Joder –suelta ella, aparentemente impactada– esto nos puede costar millones...
- A papá casi le da otro infarto –Alexa saca aire.
- ¿De dónde mierda sacaron esto? –Cuestiona– No puede ser verdad ¿Qué ha dicho Daven?
- No puede decir nada, Alexa, está detenido...
- ¡¿Qué?!
- Yo no entiendo de estas cosas, pero aparentemente la información que se filtró resultó pieza clave para un caso de estafa de nivel internacional –Alexa comienza a ponerse nerviosa.
- ¿Daven es un estafador? –David niega.
- Yo qué sé, tal vez solo estaba en mal momento con las personas equivocadas.
- Dios –susurra ella, sin creer lo lejos que llegó su malintencionada estrategia.
- Nunca has recurrido a Él –comenta David.
- ¿Qué vamos a hacer ahora? –David la mira fijamente, por alguna razón no cree completamente en su actuación.
- Primero, debes tener una coartada, tanto mi padre como Jankovic creen que has sido tú quien filtró la información... según el padre de Daven, era casi imposible que se conociera el nexo de Daven con esos hombres, él se encargó de ello –Alexa asiente.
- Pues no lo hizo tan bien como creía –comenta, dejando salir un poco de su frialdad y David rueda los ojos.
- Fuiste tú –afirma.
- Joder, David, ¿Por qué lo haría? Tengo demasiadas cosas en la cabeza...
- Por favor, Alex, todos sabemos que lo único que has perseguido siempre es la presidencia, todos creen que has sido tú y que por eso desapareciste –ella suelta una carcajada, llena de nerviosismo y mira a David directo a los ojos.
- Me importa poco lo que piense la junta, incluso lo que decida creerpapá, pero tú no puedes asegurar eso de mí, solo porque realmente me importaste voy a decir algo que no puedes repetir jamás en tu vida, no importa de loque me acusen, David, no puedes hablar de ello ¿entiendes? –David asiente,creyendo que es otra de las mentiras de su hermana para evitar lasconsecuencias de sus planes– Mira –le muestra una foto de la casa en Italia, alo que David responde con una expresión de confusión– ahí fue donde estuve... laúltima vez que desaparecí estaba embarazada –duda un poco en usar a su hijocomo coartada– y... bueno, lo perdí –David no puede creerlo.
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¿Quién es el jefe?
RomanceAlexa Koch y Daven Jankovic, son un par de empresarios que cruzan sus caminos por azares del destino. Destino que ella maldice. porque él se ve obligado a colocarse a la cabeza del negocio al que ella le ha invertido su vida entera. ¿Será posible qu...