¿Quién diría que un mensaje hiriente de su hermano dejaría a Alexa fuera de combate por un par de semanas? Era algo que definitivamente no se veía venir, sobre todo después de pensarla de roca ¿miento?
- Alex, es Amanda, otra vez... ¿Puedes devolverme la llamada? –Una vez más elimina los mensajes de voz y después de tomar un puño de cereal como comida, vuelve a la cama.
- Hijo de puta, Daven Jankovic... ¿tenías que ser tan perfecto? Señor conservador, doctorado en una de las mejores universidades, ético, moralmente inmejorable... uno de mis mejores polvos –bebe directamente de la botella y mira un poco a su alrededor–. Que estúpida eres Alexa... ¿qué pretendes con esto? –Señala el desastre a su alrededor y luego niega.
Decide, finalmente, abrir su computador y leer los cientos de emails que cree se han acumulado durante el par de semanas. Para su sorpresa están perfectamente ordenados, desde los que se consideran urgentes, hasta aquellos que se deben leer como mera cortesía al emisor.
- ¿Qué es esto? ¿Quién pensó que era buena idea no consultar decisiones con el alcalde...? –Saca aire y rueda los ojos– ¿tengo que solucionarlo todo?
Se levanta de la cama de un salto y entra al baño, una ducha helada la hace despertar aún más. Se prepara para lo que pretende sea un regreso triunfal.
Dos días atrás se determinó finalmente que Daven Jankovic tomaría el puesto de su padre en dos meses, la junta estaba encantada con los logros de Daven como vicepresidente en la empresa de su padre, era un hombre brillante, nadie iba a negarlo, pero Alexa creía que no lo suficiente para compararse con ella.
- Gran trabajo con los emails Frederick –es el saludo de Alexa y el hombre asiente.
- En su escritorio encontrará ordenados cronológicamente los documentos que han solicitado su firma y aquellos en los que se omitió, todas sus citas fueron reagendadas de la manera más conveniente a usted –ella asiente.
- Gracias –dice, emitiendo una leve sonrisa–. Por cierto, no estoy para nadie –agrega antes de que el asistente deje la oficina.
- El señor Jankovic ha estado intentando contactarla...
- Vuelve aquí y explícate –pide en tono de orden y el hombre vuelve con calma.
- Debo explicarlo sin seguridad de estar en lo cierto –aclara y ella le indica que continúe–. Su padre envió la semana pasada indicaciones, sobre su tarea de apoyar al señor Jankovic en algunos asuntos de la empresa.
- Yo no soy niñera de nadie, –es su respuesta y Frederick sonríe, intentando que no se note– llama a la secretaria de mi padre y adviértele que estaré ahí en unos minutos –dice, caminando a la salida con decisión.
- El señor está ocupado... -intenta detenerla la mujer, aunque a Alexa le importa poco y continúa su camino.
- ¿Por quién me tomas ahora? –Es el saludo a su padre, él se limita a deshacerse de los anteojos, desviar la mirada del ordenador y observarla– ¿Crees que puedo perder mi tiempo guiando a tu nuevo protegido, para que tome con honores el puesto que debía ser mío?
- Lo único que debes hacer es introducirlo en lo que somos como empresa, que conozca un poco de nosotros... no te pido que lo apremies con las estrategias que te han funcionado tan bien hasta ahora –comenta lo último con ironía y Alexa enfurece.
- No sabes cuándo parar ¿cierto?
- No, Alexa, yo sé perfectamente cuándo parar, tú eres la persona más impulsiva que conozco... Lo de instruir a Daven es solo una muestra de mi poder sobre ti, es la manera en que te demuestro que estas bajo mis órdenes y también la forma en la que puedes reivindicarte un poco por tus últimas acciones.
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¿Quién es el jefe?
RomanceAlexa Koch y Daven Jankovic, son un par de empresarios que cruzan sus caminos por azares del destino. Destino que ella maldice. porque él se ve obligado a colocarse a la cabeza del negocio al que ella le ha invertido su vida entera. ¿Será posible qu...