Después de la interesante reflexión a la que David Koch llevó a nuestra Alexa, las cosas entre ella y Daven volvieron a la tensión inicial, se sintió utilizada y comprendió que finalmente el único que tenía crédito por ambas acciones, la firma de la propuesta de cambio y la venida de Jerome, era él.
- Buen día, Koch –saluda Daven, aún sin comprender del todo su enojo de los últimos tres días.
- Apestas a cenicero –suelta ella, mientras se prepara el café y él le agrega algo de azúcar al suyo.
- Creo que eres tú –es la respuesta de Daven, después de olfatear sus mangas.
- Demonios –suelta ella, cuando se da cuenta de que es su ropa la que apesta a tabaco.
- ¿Tan temprano? –Se interesa él, imaginando la cantidad de cigarrillos que debió consumir para que el aroma se impregnara de tal manera en ella.
- Pudo haber sido alcohol, pero no quería perderme los aplausos de la junta al CEO que logró que Jerome volara hasta aquí en tiempo record –Daven se acerca a ella y le retira un par de cabellos del rostro, Alexa lo mira con enfado y da un par de pasos atrás.
- No fue mi intención que todo pareciera idea mía...
- ¡Oh! No seas descarado... –suelta indignada, tomándolo por la corbata para atraerlo hacia ella.
- ¿Buenos días? –Alexa suelta la corbata e intenta arreglarla un poco antes de girarse para notar que es exactamente a quien adjudicó el acento francés– ¿Demasiado pronto? –Se interesa Jerome, intentando ignorar lo que ha escuchado y visto unos segundos atrás.
- No, no, adelante –saluda Daven, intentando no reír por la expresión de Alexa–. Bienvenido, señor Domènech –le tiende la mano y Jerome la toma con amabilidad aparentada.
- Llámame Jerome, después de hoy trabajaremos en equipo –añade, sin poder quitarle el ojo de encima a Alexa.
- Bienvenido –es el saludo de ella y él se acerca para representar un extraño e incómodo intento de besarse las mejillas– ¿qué tal el vuelo? –Intenta aligerar un poco la tensión, demasiado tarde, Daven se ha dado cuenta de que hay algo extraño.
- Ah, justo como todos los vuelos que hemos tomado en la vida, terrible –bromea el francés y los tres ríen falsamente.
Para su alivio, el resto de la junta comienza a llegar y si bien, Jerome sigue siendo el centro de atención, por lo menos Alexa ya no siente la presión de mantener la charla yendo en alguna dirección.
Al finalizar la reunión, Jerome salé tras Alexa, quien una vez más es la primera en abandonar la sala, y nadie es capaz de detenerlo.
- Placer y negocios, nunca es una buena idea –comenta uno de los tíos de Alex, observando al francés correr detrás de ella.
- ¿Disculpa? –Se interesa Daven.
- Ignóralo –interviene Charles–, debemos hablar sobre un par de cambios que mencionaste y afectan mi área, quería hacerlo menos público...
- Sí, sí, ¿estás de acuerdo si te visito en tu oficina después de la comida? –Charles observa que Daven no deja de mirar la puerta, como esperando que Alexa o Jerome vuelvan y deje de torturarle la idea que acaba de plantar en su cabeza el tío de la mujer.
- ¿Comerás con Jerome? –Pregunta interesado, intentando atraer su atención a la realidad.
- Y Alexa –agrega Daven, mirándolo finalmente–, no hay nada de qué preocuparse, él no intervendrá más que en cuestiones exteriores –Charles asiente y Daven se despide.
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¿Quién es el jefe?
Storie d'amoreAlexa Koch y Daven Jankovic, son un par de empresarios que cruzan sus caminos por azares del destino. Destino que ella maldice. porque él se ve obligado a colocarse a la cabeza del negocio al que ella le ha invertido su vida entera. ¿Será posible qu...