Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~

Capitulo Diez. - La llegada inesperada.

- TU NOVIECITA ARRUINÓ LA FIESTA! – Le grité a Harry.

- ¡Ella no hizo nada! ¡Tú fuiste la que la golpeó, Alison! – Decía Harry defendiendo a ‘su amada’

- Oh no me vengas con eso Harry, tu muy bien viste como me insultó. – dije demasiado molesta.

- ¡Oh por dios!, ¿Qué sucedió aquí? –

Se escuchó una voz de alguien mayor que se me hizo bastante conocida. Aquella señora aparto a jóvenes asía un lado para poder pasar y ver lo que sucedía.

‘’ ¡Diablos!, ¿Qué acaso no podía ser peor?, ¿Tan mala suerte tengo? ’’. Pensé.

Era mi Madre, que había llegado de sus ‘viajes de negocios’ con mi Padre. Yo más bien diría que de Vacaciones.

- ¡LIAM Y ALISON PAYNE!... Estoy esperando una explicación – dijo mi madre con la mano en su pecho, tratando de calmarse.

- Mamá… - apenas y pude articular esa palabra. Si descubre que golpee a Caroline me matará delante de todos.

- Les dije que nada de Fiestas en mi ausencia Liam, ¿Por qué nunca hacen caso, eh Alison?, me decepcionan – decía mi madre mirándonos a ambos.

Algunos chicos salían de la casa huyendo de mi Madre.

- Tú nunca nos dejas hacer fiesta ni aunque estés presente, Mamá. – Se quejó Liam.

- Sabes que no me gustan este tipo de fiestas, se hace un desastre. Les pido que se vayan todos de aquí antes de que enfurezca. – amenazó mi madre y todos salieron de la casa. Ya eran las Tres cuarenta y cinco de la madrugada.

Louis, Harry y Niall caminaban hasta la salida, junto con Caroline, sus dos amigas porristas y tres de los jugadores del Equipo del Colegio.

- Alto ahí. – les ordenó mi madre. Todos ellos pararon y miraron a mi madre con cara de terror.

Mi Madre miró detenidamente la cara de cada uno de ellos, pero solo conoció a Louis, Harry y Niall.

- No saben cuánto me decepcionan chicos. – Dijo mi madre mirando a esos tres chicos. Liam, Zayn y yo estábamos detrás de mi madre viendo que era lo que hacía.

Luego se escuchó que alguien aclaró su garganta con un sonido horrendo. Voltee a ver quién había hecho eso y era de suponerse. Caroline.

Mi madre notó la presencia de aquella chica.

- ¡Santo cielo!, ¿Qué te paso?, tu labio está sangrando – dijo mi madre preocupada y se acercó a Caroline.

Me quedé helada. Sabía que Caroline me delataría y mi madre descubriría todo, me mandara a un convento. ¿Convento o tutelar? ¡Demonios!

La porrista castaña se quedó callada e hizo cara de inocente. Todo mundo aquí presente sabe que esa tipa está fingiendo. Pero mi madre no la conoce y calló en su teatrito.

- ¿Quién te hizo eso hija? –

Caroline solo se quedó mirándome como cuando una niña pequeña tiene miedo de decir quien le ha hecho algo. ¡Pero por favor!, ¡Ella está fingiendo!

Mi madre giró y dirigió su mirada a mí.

- ¿Tú la golpeaste? – mi madre estaba más molesta que hace unos minutos.

Yo solo me quedé callada y bajé mi mirada con rabia.

- ¿Cómo pudiste Alison? – mi madre alzó la voz.

- ¡Ella empezó mamá!, ¡Ella me provocó! – me defendí.

- ¡No me alces la voz Alison!, ¡Te eh dicho miles de veces que los problemas no se arreglan a golpes! – mi madre se acercó a mi y me jaló del brazo llevándome a donde Caroline estaba parada. Me soltó bruscamente enfrente de esa.

Sabía muy bien lo que mi madre quería.

- Discúlpate con ella, ahora mismo Alison. – ordenó mi madre con su tono de voz tenso.

- No lo haré – dije seria y segura. Miré a Caroline con odio. Ella tenía cara de niña huérfana delante de mi madre.

Rebecca, su amiga porrista me miraba con burla y su otra amiga Cher, me miraba como con lastima.

- ¡Te ordeno que te disculpes, Alison! – mi madre se enfureció más.

En cambio, yo estaba a punto de explotar de vergüenza y de rabia.

Vergüenza por que varios de los chicos del equipo se me quedaban viendo. Y más ese moreno ojos oscuros y musculoso que antes de todo este show también me había mirado intensamente sin disimular nada.

Y de Rabia, porque quería golpear a Caroline de nuevo y acabar con su teatrito.

- Si no te vas a disculpar. ¡Estas castigada!, ¡No saldrás este fin de semana y lárgate a tu habitación ahora mismo, Alison Payne! – grito mi madre ordenándome.

Miré una vez más la cara de Caroline y luego miré a Harry.

- Felicidades, has conseguido una novia mentirosa y que sabe actuar muy bien de niñita huérfana cuando está delante de alguien que no la conoce. – le dije demasiado seria. Él solo arqueo una ceja, demostrando que no le interesaba lo que le decía.

- Cierra la boca zorra – susurró Caroline cuando mi madre estaba distraída. Me acerqué a ella con intenciones de pegarle una bofetada y Harry me detuvo poniendo entre las dos.

- Ya déjala en paz, Alison – dijo cerca de mi haciendo que sintiera su aliento que olía a alcohol. 

Caroline sonrió victoriosa, ya que me había ganado esta batalla. Pero las cosas no se quedarían así.

Subí a mi habitación hecha una furia y le tire una patada a la puerta para que se abriera. Quería beber algo para que se me bajara toda la rabia que sentía… algo de vodka o cualquier bebida pero no podía.