Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~

Capitulo Veintinueve - Regalos de 'San Valentín'.

A La mañana siguiente, me desperté con un dolor de espalda espantoso. Emma y yo nos habíamos quedado dormidas en el piso viendo películas hasta tarde.

Me levanté, mire la hora y eran las 10:25 a.m. me metí al baño para ducharme y en menos de 15 minutos salí, me vestí y bajé las escaleras dejando a Emma durmiendo.

- Buenos días hermana – dijo Liam sonriente, desde el comedor.

- Buenos días… ¿por qué tan contento? – dije sentándome enfrente de él.

- Porque hoy le pediré a Danielle que sea mi novia – me guiñó un ojo

- ¿Quién es Danielle? – pregunté sorprendida.

- Es la chica con la que he estado saliendo… luego las presentaré hermanita, tengo que irme – besó mi frente y salió de la casa.

Serví cereal y leche en uno de los platos limpios y tomé una cuchara.

Un muy buen desayuno a estas horas. Emma bajó silenciosamente las escaleras.

- Buenos días dormilona – saludé.

Ella solo sonrió y se tocó la espalda quejandose.

- No se como pudimos quedarnos dormidas en el suelo, este dolor de espalda me está matando – dijo sentándose a mi lado en el comedor.

- Lo sé, amanecí igual, pero creo que ya se me está pasando –

- ¿Segura? – dijo Emma dando golpes en mi espalda

- ¡Hey! – me quejé – ok creo que no se me ha pasado.

Ambas reímos. La mañana pasó y también Emma desayuno un poco de cereal. Eran las 2:36 p.m. y Emma recibió una llamada que hizo que su comportamiento cambiara. El timbré sonó, bajé y abrí la puerta y me encontré con un oso de peluche blanco, un ramo enorme y hermoso de rosas rojas, acompañado de lo que se veia como una caja de chocolates.

Me sorprendí muchísimo al ver ese lindo regalo en el piso. Salí un momento a ver si no se encontraba nadie cerca, y así era. No había nadie alrededor de aquí.

Levanté el regalo y le grité a Emma para que bajara, ella al bajar se sorprendió igual que yo.

- ¡Vaya!, ¡Pero que lindo detalle!, ¿Quién lo trajo, no trae tarjeta? – dijo buscando una tarjetita en el ramo de flores. Entramos y nos sentamos en el sofá, ella traía las flores y los chocolates y yo el lindo oso blanco.

- No lo se… - fue lo único que pude decir, me preguntaba quien pudo dejar ese obsequio ahí, el oso me había encantado y las rosas rojas eran mis favoritas, junto con los chocolates.

- Aly, te estoy hablando has caso – decía Emma ansiosa.

- Lo siento… es que, la verdad nunca eh tenido un admirador secreto – confesé apenada.

Mi amiga se quedó con la boca abierta.

- ¿Es enserio?, bueno siempre hay una primera ves para todo, y… ¿entonces piensas que este hermoso oso y estas flores… y los chocolates son de parte de tu ‘admirador secreto’ – dijo ella muy entusiasmada.

- Pues… yo creo que si, no se me ocurre otra persona, pero lo que me muero por saber es quien es esa persona. –

- ¡Mira! Aquí está la tarjeta, léela – dijo entregándome la tarjetita blanca en las manos.

Abrí el pequeño sobre y saqué la tarjetita blanca la cual decía:

‘’Sé que no es el mejor regalo del mundo por ser el día de San Valentín, pero te lo obsequio con mucho cariño y espero que sea de tu agrado