Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~

La Disculpa.

—¿Qué sucede? —se acercó Liam preocupado, para ver lo que pasaba.

—¡Tu hermana!, ¡SIEMPRE ES ELLA! —me gritó en la cara y salió de la Cafetería.

Me sentí peor que ayer cuando me gritó en la casa de los chicos.

Louis me miró con lastima y se retiró para seguir a Harry.

—Vámonos, Alison —dijo Emma tomándome de la mano para salir de allí, mientras que Niall y Liam nos miraban confundidos por todo lo sucedido. Jeydon no nos siguió.

Llegamos a un lugar retirado de todos, donde no había nadie cerca, y poder hablar tranquilas.

—Él tiene razón… —dije mirando al suelo y me dejé caer de un sentón en el césped—. Soy una inútil, una estúpida. No puedo creer lo que paso, por una torpe broma mal hecha —dije golpeando con puños el piso verdoso. 

—Pero resultó, Aly. Aunque todo se haya salido de control, ¿Qué harás ahora?

—Nada. No sé —me quedé pensando un minuto—. Darle el obsequio a Caroline, disculparme con Harry...

—No, amiga; Harry es el que debe venir a disculparse. Él te insultó delante de todos…

—Losé… ¿Y te diste cuenta que nadie me defendió?, ni siquiera mi propio hermano —dije con decepción. Miré como Niall se acercaba.

—Hola, chicas —dijo el cuando llegó hasta nosotras y se sentó enfrente de ambas.

—Hola —dijo Emma sonriendo felizmente, Niall le regresó la sonrisa. Yo ni siquiera tenía ganas de sonreír. Esto en verdad me afectó.

—¿Cómo estás?, ¿me podrías decir que pasó?, los chicos no quieren decirme nada —dijo hablándome a mí.

Yo agaché la cabeza y suspiré. Le conté todo lo de la estúpida broma que se me ocurrió. Niall estaba de mi lado y quería ir a partirle la cara a Styles, pero no podía porque era su amigo.

Terminamos de hablar y nos fuimos a la ultima clase del día. De nuevo me tocaba con Harry. Obviamente ninguno de los dos hablo.

Terminaron las clases de este día.

A la salida, fui al pasillo de los casilleros y miré a Caroline con Rebecca y Cher -las porristas-, que estaban por salir del colegio. Saqué la pequeña caja rojiza de mi casillero, lo cerré y corrí hasta donde ellas estaban para entregársela y quitarme ese peso de encima.

—¡Caroline! —grité cuando vi que estaba lejos y no lograría alcanzarla.

Ella giró causando que su cabello largo flotara por el aire. Me miró y arqueó su ceja como que no esperaba que fuera yo la que le habló.

Llegué hasta ella y me miró de pies a cabeza un par de veces—. ¿Qué quieres? —dijo con despreció y tomando un mechón de su cabello.

Suspiré—. Toma —le entregué la cajita roja —. Es departe de Harry, me pidió que te la entregara.

—¿Harry?, —tomó la tarjetita y abrió la caja. Puso los ojos en blanco—. Le he dicho miles de veces que detesto estos dulces, se ve que no entiende ese idiota —dijo furiosa.

La miré confundida. Creí que ella también estaba enamorada de él, pero veo que solo lo usa. Caroline dio media vuelta y yo me quede mirando que era lo que haría. Tiró el regalo de Harry en un bote que estaba a la pasada y se fue.

—Por lo menos cumplí en entregárselos —dije para mí.

Salí del colegio y camine sola sin rumbo alguno. 

Llegue a la playa que estaba cerca del colegio y miré el hermoso paisaje. Bajé a la arena y me senté a la orilla de la playa. Era un hermoso y tranquilo lugar para pensar.

Después de un par de horas sentí la presencia de alguien detrás mio, pero no quise voltear. En realidad tenía un poco de miedo. Pero luego esa persona se sentó a mi lado. Ya estaba oscureciendo y no pude ver muy bien su cara. 

Había un silencio incomodo por que no sabía quien era, y moría de curiosidad por saberlo.

—Me contaron que todo fue una broma. Y miré cuando le entregaste mi regalo a Caroline.

Harry. Sentí un escalofrío cuando empezó a hablar con su voz ronca.

Yo permanecí callada.

—También vi cuando ella… lo tiró a la basura —dijo con la voz cortada.

Voltee mi cabeza para mirarlo y él tenía la cabeza agachada y rodeaba sus piernas con sus brazos. Permanecimos callados por un momento y descubrió que yo no lo dejaba de mirar.

—¿Qué tanto me ves? —frunció el ceño

—Nada, sólolo que… no puedo creer que Harry Styles se esté disculpando de algo —sonreí sin separar mis labios.

Él rodó los ojos—. No me estoy disculpando —aclaró—, sólo te dije lo que me contaron y lo que vi —dijo mirándome serio.

—¿Y no te disculparas?, me llamaste inútil enfrente de todo el colegio, Harry —lo miré fijamente, él desvió la mirada de mi.

—No tengo por que pedirte disculpas. Tú fuiste la que causó todo por esa estúpida broma —se levantó.

—¡Pues te lo merecías!, ¡siempre me tratas como una mediocre!, ¡como si yo no tuviera sentimientos! —me levante y camine detrás de él.

Giró bruscamente—. ¿Por qué me lo merecía?, Yo no trato de hacerte sentir así… ¿Sentimientos? —contestó a cada cosa que le dije.

—Porque siempre me tratas mal, no sé que te hice, no se por que tú comportamiento es así conmigo, ¡Quisiera que me aclararas eso, Styles!

—¿Quieres saberlo? –—arqueó su ceja izquierda y se acercó a mí lentamente con una mirada extraña. Yo sólo asentí—. ¿Estás segura? —volvió a decir cuando ya estaba a milímetros de mí boca. Miró mis ojos azules y yo sus labios rozados. Podía oler su perfecto perfume varonil.