Capitulo Sesenta y dos. - La pérdida. 1/5

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Por más que trataba de no pensar en lo peor era inevitable, corté la llamada y sentí que un par de lágrimas corrían por mis mejillas. Di media vuelta para volver a donde estaban los chicos y me di cuenta que Harry estaba justo en la entrada del balcón, observándome preocupado.
- ¿Estás bien, linda? – preguntó acercándose a mí, y tomó mi cara entre sus manos. Sentí un nudo horrible en mi garganta, no quería perder a mi padrino, él es muy importante para mí.
Sollocé y solo rodé a Harry con mis brazos, hundiéndome en su pecho. Harry recibió mi abrazo y besó la coronilla de mi cabeza.
- ¿Qué tienes, amor?, ¿Quién te llamó? – me tomó de las mejilla, haciendo que lo mirara.
Suspiré para poder tomar aliento y poder hablar.
- Era mi padre… dijo que… - relamí mis labios y lo miré a los ojos. – 
- ¿Qué te dijo? – me miró preocupado.
- Dijo que Charlie está grave, y quiere verme. –otra lagrima salió de mis ojos y Harry impidió que rodara por mi mejilla.
- ¿Está muy grave?, ¿Qué le pasó? – preguntó abrazándome nuevamente.
- No lo sé, solo quiero irme ya… antes de que pase algo que no quiero. – hablé con mi cabeza en su pecho.
- Está bien, pero no pasará nada malo, no te preocupes. – besó mi frente. – ven, vamos a decirle a los chicos. – 
Asentí y caminamos abrazados dentro de la habitación. Todos me miraron y notaron que había llorado. Mi nariz estaba roja al igual que mis ojos.
- ¿Qué pasó? – preguntó Liam y me abrazó.
- Tenemos que regresar ya. Charlie está grave en el hospital y quiere hablar conmigo… temo llegar tarde, Liam – lo abracé también.
- Tranquila – acarició mi cabeza mientras me abrazaba.

Los chicos se habían apresurado a comprar boletos para el siguiente vuelo a Londres, sería en dos horas. Danielle trataba de calmarme y de distraerme para que no tuviera pensamientos negativos.
Ya estábamos en el aeropuerto, esperando a que se diera la hora de nuestro vuelo, yo estaba desesperada en los brazos de Harry.

Habían pasado tres largas horas de vuelo y aun faltaba esperar más. Harry estaba dormido a mi lado, con su cabeza en mi hombro. Yo ni siquiera podía dormir, traía unas ojeras horribles, pero no podía cerrar los ojos por que a los segundos ya los tenía abiertos de nuevo.
Harry se movió un poco, quitando la cabeza de mi hombro, lo miré curiosa, nunca había tenido la oportunidad de mirarlo cuando despertaba. 
- Hola – me dio con una pequeña sonrisa y tallando uno de sus ojos.
- Hola – besé su mejilla y lo abracé poniendo mi cabeza en su pecho y aspirando su bello aroma.
- ¿Estás mejor? – preguntó besando mi cabeza, y me rodeó con sus brazos.
- Un poco… - dije cerrando los ojos.

Las caricias que hacía Harry con sus suaves manos, en mi cabeza, hicieron que me quedara profundamente dormida y no sentí lo que sucedía a mi alrededor.

- Aly, amor… despierta – escuchaba una hermosa voz en mi oído y que alguien besaba mi mejilla. – ya llegamos. – volvió a susurrar esa voz que me hipnotizaba. Abrí mis ojos lentamente y lo miré, no sé cuantas horas había dormido pero había estaba en la misma posición, en el pecho de Harry, y ahora me sentía entumida. Le sonreí y me estiré completamente en el asiento. Harry se levantó y me extendió su mano para ayudar a levantarme.
Bajamos del avión y fuimos por nuestro equipaje, Harry me ayudó con una maleta mientras yo cargaba mi mochila en el hombro, salimos del aeropuerto y tomamos un taxi para que nos llevara a la casa, Harry y Danielle se fueron conmigo y mi hermano, Liam y Niall por otro lado y Emma… no supe nada de ella, ni siquiera sé si se vino con nosotros en el vuelo.

- Papá, ¿Cómo está mi padrino? – pregunté en cuanto entré a mi casa y lo vi sentado en el sofá leyendo el periódico, como buscando algo. Mi madre estaba sentada en una de las sillas del comedor, con una botella de licor en la mano y su cabello estaba totalmente desordenado.
- Aly… - se levantó dejando el periódico en la mesa de centro y caminó a mí, mirándome preocupado. – Charlie… falleció hace un par de horas. –
¿Qué?, ¿había escuchado bien?, ¿Cómo que falleció?, ¿¡Por qué!?
¿Cómo pudo pasar todo esto en mi ausencia?, sentí que una parte de mi se derrumbaba, la mochila que cargaba en mis hombros calló al piso, las lagrimas salían y salían de mis ojos al igual que los sollozos de mi boca.
No puedo creer que la persona que más había estado al pendiente de mí, haya fallecido… mi mirada estaba perdida, lloraba en silencio… luego solo sentí que alguien me abrazaba y logré llorar más en su hombro.
- Tranquila… respira… - decía Harry abrazándome e impidiendo que callera al suelo, ya que sentía que mis piernas eran de hule.
Mi mirada estaba clavada en mi madre… no sabía la razón. Después miré a mi padre quién me miraba con lastima y triste por mi reacción, sus ojos estaban llorosos pero no dejaba que ni una lágrima saliera de ellos.
Harry se alejó un poco de mí y trató de limpiar algunas lágrimas que rodaban por mis mejillas, lo miré y sollocé de nuevo.
- ¿Qué fue lo que paso? – pregunté cuando al fin me volvió la voz.
Mi padre miró a mi madre y luego regresó la mirada a mí.
- Fue un accidente… automovilístico. – informó. – mañana es el velorio y el entierro, creo que tienes que descansar. – dijo caminando hacia mi madre y le quitó la botella de licor. La guardó en una de las pequeñas puertas que estaban en la cocina y ayudó a mi madre a subir las escaleras para llevarla a su habitación. ¿Tanto le había afectado lo que le pasó a Charlie, para tomarse casi toda la botella?, algo andaba mal.
- Vamos, te acompaño a tu habitación. – dijo Harry tomándome por la cintura para ayudarme a caminar. Liam y Danielle nos acompañaron con mi equipaje y abrieron la puerta de la habitación para que entrara y recostarme un rato.
Habían sido muchas emociones en esta semana… primero Harry, en realidad había sido mucha felicidad el día de mi cumpleaños. Luego Emma, ¿Cómo se atrevió a hacerme eso? Y ahora la notica de que mi padrino había muerto. 

Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora