Capitulo Cincuenta y cuatro. - Libre.

80 5 0
                                    

Mi hermano me preocupaba, creí que lucharía en contra de mis padres para estar con Danielle, ¿Qué era lo que lo detenía? Si ellos no se arreglaban, yo tenía que hacer algo para que sean felices como siempre lo han hecho.
- Hola, guapa – saludó Harry alcanzándome mientras caminaba por los pasillos del colegio y me abrazó por encima de los hombros, besando mi mejilla.
- Hola, guapo – saludé en el mismo tono que él lo había hecho, coqueto.
- Sabía que no te resistirías a decirme así – me guiñó el ojo.
Yo reí.
- Eres un tonto – lo abracé por la cintura mientras entrabamos al salón de clases.
Me senté en la silla y él en la paleta del pupitre.
- ¿Hoy si aceptarás mi invitación al cine? – preguntó con una sonrisa tímida.
- No lo sé, Harry. –torcí los labios. En verdad si quería ir pero por una extraña razón me devana nervios ir sola al cine con él.
- ¿Por qué no lo sabes? – me miró confundido y acarició mi mejilla.
- Tengo que hablar de algo muy importante con mis padres… - confesé.
- ¿Segura?, ¿o solo buscas una buena excusa para zafarte de mi invitación? – arqueó una ceja jugando con un mechón de mi cabello.
- Es enserio – dije ofendida por que no me creyó.
- Está bien. – dijo no muy convencido y se sentó en su asiento, ya que la maestra entraba a darnos su clase.
Las primeras tres horas pasaron y llegó la hora del descanso, estos días de exámenes me estresaban demasiado.
- Hola, Aly… - me saludó Niall cuando terminé de guardar mis libros en el casillero.
- Hola… - le sonreí y caminamos a la cafetería.
- Harry me contó que te invitó a salir y lo haz rechazado dos veces… - dijo y lo miré - ¿Puedo saber por qué? – preguntó cuando nos sentamos en una de las mesas que estaban vacías, después de tomar nuestro almuerzo.
- Mh… ¿Él te pidió que me preguntaras? – pregunté frunciendo el ceño.
- Pues… no puedo mentirte, pero… si es algo personal o que él no deba saber, no le diré nada. Puedes confiar en mí. – sonrió.
- No es nada malo – reí por lo bajo. – tengo cosas que hacer… ya que mis padres están aquí, tengo cosas que hablar con ellos –
- ¿Y se lo dijiste a él? – preguntó.
- Si… pero no me creyó – mordí mis labios.
Liam, Louis, Emma y Harry llegaron y se sentaron con nosotros con algo de comida. Estuvieron hablando todos de diferentes temas, el único que no hablaba era Liam, lo miré y él lo notó y solo se levantó y se fue sin decir nada.
- ¿Qué le pasa? – preguntó Louis.
- Está deprimido por que no ha visto a Danielle. Mis padres de lo impidieron – respondí e hice un gesto de lástima.
- ¿Pero por qué? – preguntó Niall, confundido.
- ¿No les contó que quiere casarse con ella? – pregunté y todos me miraron sorprendidos al mismo tiempo.
- ¿Es enserio? – preguntó Harry y yo asentí.
- ¡Vaya! – exclamó Lou sonriendo.
- Pues mis padres no están de acuerdo con eso… y le prohibieron verla. –
- Pobrecitos, tan felices que son juntos – comentó Emma.
- Lo sé – respondí.
La hora del descanso terminó y todos nos despedimos y nos fuimos a nuestras respectivas clases, Harry y yo caminamos juntos hasta el salón de clases pero ninguno de los dos habló. ¿Se habrá molestado por que lo rechacé? 
- ¿Estás bien? – le pregunté cuando entramos al salón.
- Mh… si, ¿Por qué? – respondió cuando se sentó en su lugar que estaba al lado del mío.
- Te noto un poco serio… - respondí. En verdad estaba muy serio y eso no era normal en él.
- Estoy bien, no todos los días voy a estar sonriendo – respondió demasiado serio y clavó su mirada al frente.
Me quedé observándolo por unos segundos, esperando a que él me mirara pero no lo hizo.
Desvié mi mirada cuando el Profesor de la siguiente clase entró.

Las clases pasaron y Harry seguía serio, me sentía molesta conmigo misma, pero me daba pena decirle que vayamos al cine.
No acostumbro ser yo la que invita a salir a los chicos.

Subí al auto de Liam y me llevó a casa, cuando bajé del auto él dijo que iría a buscar a Danielle y yo me alegré por eso. Él no debía rendirse, nuestros padres no deben de escoger con quien debemos de estar, es nuestra vida y nuestra decisión.
Entré a la casa y me dirigí a la cocina por algo de fruta. Abrí la puerta del refrigerador y saqué un puñito de uvas, las puse en un plato de plástico chico y saqué una manzana. Me comí las uvas viendo un poco de televisión y luego la manzana. Sentía un cansancio y era mejor que subiera a dormir un rato antes de que llegaran mis padres. Cuando ellos llegaran los bombearía de preguntas.
Subí pesadamente las escaleras y abrí la puerta de mi habitación encontrándome con Zayn recostado en mi cama mirando la televisión y con el control remoto en su mano.
Me quedé atónita mirándolo y al cerrar la puerta él me miró y se sentó en la cama.
- Por fin llegas – dijo y caminó hacia mí.
- ¿Qué haces aquí? – pregunté alejándome de él.
- Vine para que hablemos, una pareja de novios no puede estar sin hablarse por días, Aly – dijo tomándome de la mano pero caminé lejos de él y me senté en la orilla de la cama.
- ¿Una pareja de novios?, Hablarás de tú y Rebecca… o de Liam y Danielle… o tal vez de Lou y Emma. No conozco otra pareja de novios – dije molesta y fingiendo que no sabía de que quería hablar.
- No seas tonta – rio y se agachó en cuclillas frente a mí. – sabes bien que hablo de nosotros. –
- Pues lamento decirte que ya no existe un nosotros – dije levantándome de la cama y caminando a otro lado de la habitación.
- ¿Cómo?, ¿Estás terminando con lo nuestro? –preguntó incrédulo.
- Tómalo como quieras. Yo nunca sentí que había algo entre nosotros, tus celos lo impidieron. – creo que estaba siendo algo dura con él.
- Aly… te prometí que controlaría mis celos… -dijo con la voz cortada.
- Y no lo cumpliste. En verdad ya quiero dejar esto por la paz. No funcionó y no funcionará nunca – remarqué la última palabra.
- ¿Estás segura?, tú nunca pusiste lo suficiente en nuestra relación, no me culpes de todo – dijo dándome la espalda pero luego volvió a verme de frente.
- Sabes que yo no estaba convencida de esto. Y ya por favor, dejemos el tema y sal de mi habitación. – pedí caminando hasta la puerta para abrirla pero él me detuvo antes de que lo hiciera.
- ¿Así nada más? – me miró fijamente a los ojos y yo fruncí el ceño.
- ¿Qué querías?, si quieres que te perdone por tu comportamiento de la otra noche, está bien. Te perdono. Pero ya déjame, ¿si? –
- ¿Por qué tu cambio de actitud conmigo? – me tomó del hombro pero me hice para atrás.
- No seas hipócrita. ¿Cómo quieres que me comporte contigo después de la otra noche? – lo miré incrédula.
- Creí que me habías perdonado. –
- Si, lo hice. Pero eso no quiere decir que te vaya a tratar normal. Como si nada pasó. –
Zayn suspiró.
- Está bien. ¿Sabes?, el sábado me voy y solo quería arreglar las cosas. Convivir más contigo por lo menos hoy y mañana. –
- Podríamos salir mañana con los chicos. – dije seria.
- Es buena idea – sonrió sin separar sus labios. – Pero… ¿podemos salir tú y yo hoy solos? – preguntó tomando mi mano y solo miré sus ojos.
- No lo creo… - me solté de su mano.
- ¿Por qué no?, anda, salgamos. – pidió con una pequeña sonrisa tratando de animarme.
- No, Zayn. No tengo ganas, mejor esperemos mañana. – caminé hasta mi cama y me recosté. - mi padrino ya sabe lo que pasó entre nosotros.
Zayn se quedó mirándome sorprendido.
- ¿Qué?, ¿Cómo que sabe lo de nosotros?, ¿Qué es lo que sabe exactamente? – preguntó sentándose a mi lado en la cama.
- Que tú y yo éramos novios… supuestamente. – dije dándome cuenta que nunca llegamos a hacer realmente “novios”.
- No puede ser… ¿y qué pasó?, ¿Qué le dijiste? –
- Nada… no pude negárselo… ahora me dijo que si en verdad nos queríamos tenemos que descubrir un secreto que hay en nuestra familia… -
Comencé a contarle lo que me había dicho Charlie, y él también moría de la intriga por saber cual era ese secreto.
- Creo que le deberíamos de decir a tu mamá lo que pasó entre nosotros y que nos diga el secreto del que habla Charlie. –propuso.
- ¿¡Que?! Estás loco, Zayn, ¿Cómo se te ocurre decirles?, no, no y no – negué completamente.
- Entiende, ¿Qué acaso no quieres saber de cual secreto hablaba Charlie? –
- Si, obvio que si quiero saberlo, pero no le diré a mis padres que era novia de mi primo. Estás completamente loco. – respondí nerviosa.
- Pues si tú no se lo dices, tendré que decírselo yo. – amenazó, caminando a la salida de mi habitación.
- ¡Zayn, no!, no seas así por favor… no les digas. Haré lo posible para que me digan eso que ocultan pero por favor no les digas lo que paso. – rogué antes de que saliera.
- Deben de saber… si ya lo sabe Charlie y Emma, deben de saberlo tus padres y lo míos también. –
- No estoy de acuerdo con eso. Tal vez luego podríamos decirles, pero no ahora. Por favor, Zayn. –
Estaba completamente nerviosa, temblaba al rogarle a Zayn que no dijera nada. No quería que mis padres se enteraran de ese error que estaba cometiendo al ser novia de mi primo.
- Está bien. Pero si no se descubre ese dichoso secreto antes de que yo me baya, le diré a tu madre lo que pasó. –
Zayn salió de mi habitación cerrando la puerta y yo me quedé acostada en mi cama sin volver a dejar de pensar en eso del secreto.
Estoy harta de que me oculten cosas. ¿Tan malo será eso que ocultan?, quiero saberlo ya. No puedo seguir esperando.
Después de tanto pensar me quedé dormida como una hora y media ya que mi padre entró a mi habitación para avisarme que ya habían regresado de su junta de trabajo.
Miré el reloj que estaba encime del buró y eran las cuatro treinta y cinco.
- Papá, ¿te puedo hacer una pregunta? – pregunté tímidamente.
- ¿Aparte de la que ya me hiciste? – dijo acercándose y sentándose en mi cama.
Yo reí como una niña pequeña. Y me acosté poniendo mi cabeza sobre su pecho.
- Si… ¿Me podrías decir que es lo que tú y mamá me están ocultando? – dije rompiendo el silencio cuando mi padre me acariciaba el cabello, dejó de hacerlo.
- Hija… no creo poder hacerlo yo. Creo que de ese tema te tiene que hablar tu madre. – me miró separándose de mí.
- ¿Y por qué tú no puedes decírmelo?, ¿Ella se molestaría? – lo miré confundida.
- Si… es mejor que ella te lo diga, cuando esté lista. – dijo tratando de hacerme entender que esperara.
- ¿Tengo que esperar?, - mi padre asintió. – no puedo esperar más. La intriga me esta comiendo viva, papá. – exageré. Pero en verdad quería saber.
- Lo siento. Y si tu madre no quiere hablar de eso es que es muy duro para ella. Cuando te enteres lo entenderás. – besó mi mejilla y salió de la habitación sin decirme nada.
- Diablos. – murmuré golpeando la cama.
¿Por qué será duro para mi mamá?
Me recosté de nuevo en la cama y tomé mi celular para marcarle a Emma. Me sentía libre. Quería hacer muchas cosas hoy… ¿pero por donde empezaba?, ¿Y si invito a salir a Harry?
Sonó una… dos... y a la tercera contestó.
- ¡Hola, mejor amiga! – respondió demasiado contenta.
- ¿Por qué tan contenta? – pregunté riendo.
- Porque… ¡mañana cumplo una semana con Louis! – gritó emocionada y solo retiré el teléfono de mi oreja riendo. Cuando Emma terminó de gritar volví a poner el teléfono en mi oreja.
- ¿Ya terminaste? – dije entre risas.
- ¡Si!, me invitó a salir mañana, ¡Es increíble!, ¡Lo amo! – seguía emocionada.
- Me alegra que sean felices. – dije con honestidad. – pero… ¿y si salimos todos juntos mañana?, le dije a Zayn que les diría que saliéramos para despedirlo. Se irá el sábado. –
- Mh… Pues es buena idea, le comentaré a Lou. – dijo animada.
- Okey, de todas formas mañana les diré en el colegio. –
- Está bien. – rio como loca provocando que yo riera.
- Oye… estaba pensando y… ¿crees que Harry quiera ir conmigo al cine? – pregunté sonrojada pero gracias a que era una llamada ella no lo notó. 
- ¡Se alegrará muchísimo, y obviamente aceptara!, ¡Invítalo! – exclamó contenta.
- Me da un poco de pena – admití.
- ¡Hazlo, Aly!, ¡Rompe el hielo, nena! – dijo con una voz extraña que hizo que riera.
- Creo que Louis ya te contagió lo loco – dije entre risas.
- Eso no importa, tú llama a Hazza y mañana me cuentas como les fue. Besos – colgó.
Suspiré, y busqué el número de Harry en mi celular. Al encontrarlo solo me quedé mirando la pantallita.
- Vamos, Alison, no seas cobarde – susurré para mí.
Presioné el botón “Llamar” y comenzó a dar línea.
Al segundo tono pude escuchar su ronca y bella voz del otro lado del celular.
- ¿Hola? – dijo él.
- Hey, Harry. – saludé sin saber que decir.
- Hola, Alison. ¿Qué pasa? – sonaba ocupado, como si hiciera algo más.
- Quería… yo, solo… - 
Sin saber como invitarlo colgué.
¡Que gran idea!, ¿Cómo pude haberle colgado?, ¡Demonios!
Mi celular comenzó a vibrar en mi mano y miré que era él. Respondí nerviosa.
- Hola – respondí en susurro.
- ¿Estás bien?, ¿Por qué colgaste? – se escuchó preocupado.
- Lo siento… me caí… - mentí.
- ¿Pero estás bien? – volvió a preguntar.
- Si, lo estoy… oye… - callé un momento.
- ¿Si, dime? –
- Quería… - mordí mis labios.- Ve al cine conmigo hoy. – solté de repente. Eso no sonó a una invitación.
- ¿Eso es una invitación o me estás obligando? – preguntó Harry riendo.
- Es una invitación. – reí por lo bajo.
- Me agrada. – calló un momento y luego aclaró su garganta. – en menos de media hora estaré en tu casa. Besos. –colgó.
Sentí algo extraño en mi estomago. Lo rodee con mis brazos y sonreí. Me levanté rápidamente de la cama y busqué otra ropa adecuada para salir al cine… con Harry. Una sonrisa estúpida apareció en mis labios.
 Me puse una playera de tirantes a rayas azul con blanco y sobre esta una camisa de mezclilla deslavada con los botones aviertos acompañados de un gorrito de lana azul y una pequeña bolsa/cartera, por ultimo mis converse de color gris,  un poco de perfume y bajé las escaleras, pues estaban tocando el timbre.

- ¡Hola! – saludó él y me abrazó por la cintura cargándome un poco, al bajarme besó mi mejilla.
- Hola. – saludé yo sonrojada.
Caminamos hasta su auto y subimos.
- Me encantó tu manera de invitarme. Sonó muy… como si me apuntaras con una pistola y yo tenía que aceptar a la fuerza – dijo cuando empezó a conducir y ambos reímos.
- Perdona eso, - dije riendo con mis cachetes ardiendo. – no estoy acostumbrada a invitar a chicos a salir, menos al cine – admití sonrojada y desvié la mirada.
- ¿Ósea que soy el primero? – lo miré y me miraba con ternura. Sonreí y bajé mi mirada.
- Algo así… bueno sí. – reí por lo bajo.
- ¡Que buena noticia! – exclamó y luego rio. – creí que la pasarías con tus padres… - dijo en otro tono de voz más bajo.
- Bueno… solo hablaría con ellos, y decidí que sería demasiado aburrido estar sola en casa, así que decidí llamarte. – confesé y sonrió contento.
- ¿Y por qué pensaste en mí? – arqueó su ceja.
- Mh… no lo sé. Eres el amigo más cercano que tengo, aparte de Lou, y no creo que sea buena idea invitar a Louis al cine, Emma se molestaría. Y… está Ryan, pero preferí llamarte a ti – 
- Que linda – exclamó con ternura.
Llegamos al cine y bajamos, al entrar él me tomó de la mano y estábamos discutiendo por cual película ver.
- ¿Spiderman o Batman? – preguntó al final.
- Mh… Spiderman. – respondí.
- Okey, espérame aquí, iré a comprar los boletos. – indicó.
- ¿Qué?, no, no. Yo los pagar… yo fui la que te invité. – 
- Claro que no, el hombre siempre debe pagar. – me guiñó el ojos y caminó hasta la taquilla donde vendían los boletos, yo lo seguí.
- Pues en esta ocasión soy el hombre… - al decir eso me miró y rio.
- No… no seas terca, espérame allá. – pidió amablemente.
Hice un gesto de disgusto y mejor me aferré a su brazo.
Harry pidió dos boletos para la película de Spiderman en la sala tres. La chica que lo atendía no dejaba de sonreírle y acomodar su cabello.
Resoplé al ver que tardaba más de lo normal. Harry me miró, y sonrió.
- Gracias, linda. – le agradeció Harry a la chica y pude ver como le guiñó el ojo.
Solté su brazo y caminamos hacia donde vendían las palomitas. Lo dejé atrás mientras yo observaba que combo comprar. No sé que me pasaba, sentía algo dentro de mí, y respiraba agitada… me sentía molesta o furiosa. Estúpida zorra. Pensé al recordad como la chica de los boletos le coqueteó a Harry.
- ¿Estás bien? – preguntó poniendo sus manos en mi cintura y recargando la barbilla en mi hombro mientras yo le daba la espalda.
- Si. – respondí secamente.
Harry rio traviesamente y besó mi mejilla.
- ¿Qué van a pedir? – preguntó otra chica rubia.
Resoplé molesta. ¿Qué acaso no puede atendernos un chico?
- Te hablan – le dije a Harry en tono molesto y él me miró confundido. 
Me hice para atrás y deje que él comprara las palomitas. Crucé mis brazos alrededor de mi estomago. ¿Por qué diablos me daban celos?, me sentía como Zayn… pero obviamente no iba a reaccionar como él. Aparte Harry y yo solo somos amigos, él puede coquetear con cualquier chica.
- ¿Estás bien? – volvió a preguntarme, cuando estaba sirviendo las palomitas.
Yo solo asentí y desvié la mirada.
- Aly… ¿Qué pasa?, ¿Te arrepentiste de haberme invitado? – preguntó cerca de mí y acariciando mis mejillas con sus manos. Solo negué con la cabeza y fruncí el ceño sin mirarlo a los ojos.
- Aquí tiene – dijo la chica rubia demasiado sonriente. Mi semblante estaba cada vez mas serio.
Harry ignoró a la chica y me miraba a los ojos buscando mi mirada. Respiré dos veces profundamente. Al ver a Harry a los ojos me di cuenta que se iba acercando lentamente. Me puse un poco nerviosa y sentí como rosaba su nariz con la mía. Cerré mis ojos, tal vez esperaba que me besara pero no lo hizo.
- Gracias. – agradeció él a la chica y pagó lo que había comprado. Tomó en una charola las palomitas y los dos refrescos. - ¿Vamos? – me sonrió.
Asentí con la cabeza y me volví a aferrar en su brazo para entrar a la sala en donde estaría la película.
Entregué las entradas al chico que estaba fuera de la sala y me sonrió. Entramos, las luces aún estaban encendidas, al parecer la película aún no comenzaba. Nos sentamos en la antepenúltima fila, casi hasta arriba. Yo seguía seria y sentí la mirada de Harry en mí.
- ¿Qué pasa?, has estado muy seria, ¿Por qué el cambio? – preguntó acariciando mi mejilla y tratando de abrazarme, pero yo me hice aún lado.
- No pasa nada. – dije acomodándome en el asiento.
- Mh… - solo eso se escuchó de parte de él y las luces se apagaron, la enorme pantalla se prendió con trailers de nuevas películas.
Harry hizo aun lado las palomitas y se acercó a mí, poniendo su brazo sobre mis hombros y tomó mi mandíbula haciendo que lo mirara.
- No sé que te ocurre pero no me gusta que estés así – susurró en mi oído.
Yo recargué mi cabeza en su hombro.
- Lo siento… tienes una amiga celosa – dije en voz baja, sentí como mis mejillas ardían.
- ¿Enserio? – me miró sorprendido, o eso creo, ya que sonreía.
- Lo hiciste a propósito verdad – di un golpe en su brazo.
- ¡Oye! – se quejó. – solo quería ver como reaccionabas. – sonrió.
Puse los ojos en blanco y me abrazó.
- Te quiero. – susurró en mi oído y besó mi mejilla.
- Cállate, empezó la película. – aventé un puñito de palomitas en su cara y rio.
Pero en verdad quería salir de mi boca un “Te quiero más”.

Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora