Capitulo cuarenta y ocho - La primera puñalada.

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Ambos nos miramos a los ojos y el seguía acercándose.

Exhalé y me separé de él empujándolo muy levemente y caminé hacia la salida de mi habitación dejándolo ahí adentro. Bajé las escaleras rápidamente y regresé al estudio.

- Aly… lo siento. – se disculpó cuando entró al estudio y se sentó en el banco que estaba frente a mí pero la mesa de madera nos separaba.

- ¿Qué es lo que sientes? – dije riendo, dándole a entender que no quería hablar de lo que estaba apunto de pasar hace unos minutos y al parecer Harry entendió.

- Ya entiendo… hay que terminar el proyecto – sugirió y yo asentí con una pequeña sonrisa.

Inserté la USB en la computadora, abrí el archivo de Word y Harry continuó haciendo el resumen mientras yo hacía un cuestionario a mano en un par de hojas blancas.

No podía evitar ver a Styles por unas cuantas veces, pero cuando él se daba cuenta de que lo estaba mirando, yo trataba de desviar la mirada discretamente para no verme muy obvia.

Después de dos cansadas horas terminamos el trabajo. Ya eran las seis de la tarde y estaba cansada, sentía que mi cabeza iba a explotar con tantas preguntas de química.

Dejé caer levemente mi cabeza en la mesa y cerré los ojos. Escuché un ruido de la silla de Harry y luego sentí sus manos frotar mis hombros, provocando un poco de dolor gracias al masaje que él me deba.

Me quejé levemente y me enderecé sentándome derecha haciendo que Harry se detuviera.

- ¿Quieres ir a caminar un poco? – propuso. Yo lo miré dudando.

- ¿Y adonde iríamos? – pregunté curiosa y él sonrió.

- No lo sé – se encogió de hombros. – a dar una vuelta al parque, tal vez. O al centro comercial… donde gustes – sonrió pellizcando suavemente mi mejilla.

- Ese es el problema. No tengo ganas de ir a ningún lado – fruncí los labios.

Lo que en verdad no quería era salir y encontrarme con Zayn y Rebecca juntos.

- ¿Por qué no?, deberías aceptar, eh. Trabajamos mucho en este proyecto sin descansar. Anda, vamos – rogó y estiró su brazo para que yo tomara su mano.

Miré su mano la cual estaba abierta esperando que yo la tomara con la mía. No muy convencida la tomé y el me jaló levemente para que yo me levantara de la silla.

- Sabia que aceptarías – sonrió satisfecho.

Arquee una ceja.

- Ahora resulta que sabes todo – dije con ironía y él rio encogiéndose de hombros – iré a cambiarme de ropa porque está un poco helado allá afuera, ¿me esperas en la sala? – pedí con una pequeña sonrisa.

- Claro – besó mi frente y salió del estudio para ir a la sala y yo salí para ir a mi habitación. Subí rápidamente las escaleras y al entrar a la habitación busqué un pantalón en mi closet y un suéter delgado. Me cambié en el baño, arreglé un poco mi cabello y bajé.

- Listo – informé al bajar el último escalón. Harry me miró y sonrió ampliamente. Me extendió su mano y yo la tomé salimos de la casa rumbo a… al parque, tal vez.

Íbamos caminando tomados de la mano y hablando de tonterías sin parar de reír. Llegamos al parque que estaba a dos cuadras del fraccionamiento y nos sentamos cerca de un lago. Solté su mano con pretexto de hacer mi cabello hacia atrás.

Suspiró.

- ¿Qué pasa? – lo miré sonriendo y él solo miraba el bello lago.

- Nada… éste lugar me tranquiliza, ¿sabes?, y me gusta la idea que me acompañes – me miró y me regaló una pequeña sonrisa sin mostrar sus dientes.

Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora