Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~

Capitulo Veintidós. - ¿Cita Doble? / Parte 2

Alison Payne.

Me sorprendió la llegada de Styles al parque, ¿Por qué tenia que venir justo al mismo parque en el que yo estaría con Taylor? Y aparte traer a Caroline con él. Fuimos a una Heladería y cuando Tay y Caroline estaban viendo la variedad de sabores de helado que había, me acerqué disimuladamente a Harry.

- ¿Qué tratas de hacer?, ¿Por qué vienes aquí? – susurré

- ¿No te pareció buena idea?, solo me aseguro de que ese no se aproveche de ti, además, cita doble nena – Contestó Styles y me guiñó un ojo, yo puse los ojos en blanco.

- Si que te gusta molestarme eh – dije con una mirada fulminadora.

- ¿De que quieres el helado, Aly? – preguntó Tay interrumpiéndonos.

- De oreo – dije y le sonreí amablemente.

Cada quien pidió su helado, nos los entregaron y nos sentamos en una mesita con cuatro sillas, duramos un poco más de Cuarenta y cinco minutos en la heladería, soportando las platicas absurdas de Caroline, mientras que Tay trataba de cambiar los temas de conversación o solo conversaba conmigo.

Un sonidito molesto interrumpió la ‘Increíble’ plática de Caroline. Tomó su celular lo abrió y luego dijo:

- Tay, dice Rebecca que nos necesitan. Habrá entrenamiento y ensayo – decía ella levantándose de la silla y escribiendo algo en su celular. – Ahora, Vamonos – dijo ordenando.

- ¿Por qué ahora? – preguntó Taylor en un tono molesto.

- Porque es importante, ahora vámonos – dijo tomándolo del brazo para irse, impidiendo que Tay besara mi mejilla y se fuera sin despedirse.

- Que rayos le sucede a tu novia, ¿eh? – le dije a Harry mirándolo molesta.

- ¿Yo que sé?, ¿nos quedaremos aquí o nos vamos? – dijo sin prestarme atención y mirando asía donde se fueron Tay y Caroline.

- Vámonos – dije con fastidio.

Caminamos un poco hasta llegar al parque.

- No sé como puedes soportar a ‘tu’ Caroline – dije caminando cerca del pasto verde.

- ¿Qué no puedes sacar otro tema te conversación? – dijo Harry caminando a mi lado y mirando para el otro lado del parque.

- No. – dije fríamente – es que… sus temas de conversación, si así se le puede decir, son verdaderamente estresantes – hice un gesto de disgusto cuando Harry me volteó a ver molesto.

- ¿Y crees que los tuyos no lo son? – dijo él

Yo arquee una ceja.

- ¿Estas insinuando algo? – dije pellizcando su brazo 

- ¡Aush! – se quejó – que agresiva eres, no insinúo nada, solo te pregunté – dijo sobándose el brazo en el lugar donde tal vez en unas horas le saldrá un moretón.

Seguimos caminando silenciosamente por el parque, hasta que saqué mi celular y vi la hora: 7:35 p.m.

- Creo que ya debo irme… - me detuve y el también paró de caminar.

- ¿Por qué?, ¿Te aburro? – preguntó haciendo cara de ofendido.

- No… solo que… tengo que regresar, Liam me matará – dije seriamente

- Esta bien, te llevo – sonrió

- No gracias, mejor tomo un taxi – dije buscando algo en mi bolso.

- No dejare que te vayas sola en un taxi, Alison. Liam me mataría si se entera que estabas conmigo y no te llevé. –

- No le diré que estaba contigo, Styles – le guiñé un ojo

- ¿Me estas coqueteando? – dijo acercándose lentamente

- ¿Por qué piensas eso? – dije arqueando una ceja.

- Me guiñaste un ojo… y hace rato casi me armas una escena de celos. Creo que estás enamorada de mí – dijo haciendo cara de galán, mientras se paraba cerca de mi.

- ¡Por favor!, eso quisieras, Styles. Además que te guiñe el ojo no significa que te esté coqueteando, tu me has guiñado el ojo varias veces y eso no significa que coquetees conmigo, ¿o si? – arquee una ceja.

- ¿Y quien dice que no?, - sonrió coquetamente, yo desvié la mirada y puso su mano en mi mejilla para que volteara a verlo a los ojos.

- ¿Es enserio? – dije sin dejar de mirarlo a los ojos.

Soltó una risita traviesa.

- Te pongo nerviosa, ¿cierto? – dijo rosando su nariz con la mía y rodeando mi cintura con sus brazos.

Me quedé perdida en su mirada verdosa como en otras veces, sus ojos eran tan lindos. Fui bajando mi mirada hasta llegar a sus labios. Él mojó sus labios con su lengua y acarició mi mejilla.

- Hazza... – susurré. Era la segunda vez que se me acercaba tanto y que estaba apunto de besarme, pero… esto no esta bien. Nada bien.

- Si no quieres que te bese… dimelo – susurró cerca de mis labios.