Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~

continuación...

- ¿Sabes?, si no fueras solo mi amiga, te besaría en este momento – susurró en mi oído y sentí una sensación muy extraña. Harry se separó un poco de mi para poder mirar mis ojos y yo solo lo miré confundida.
- ¿Por qué me dices eso? – pregunté sin dejar de mirarlo así.
- Ehh… solo… - se quedó callado con la mirada baja.
- ¿Podemos irnos? – pedí incomoda con la situación y mirando que el sol estaba por meterse.
Harry solo tragó saliva y asintió.
Fuimos a donde estaban las cosas del pequeño picnic y juntamos todo, Harry sacó una bolsa de platico para la basura y la llevó a un bote que estaba a unos metros. Mientras yo caminé al auto que estaba al cruzar la calle, con una de las canastas en mis manos.
Harry me había entregado las llaves para que metiera unas cosas a la cajuela de su auto mientras que él recogía lo demás.
Abrí la cajuela y metí la canasta y otras cosas que traía. Escuché los ruidos de una patineta cerca y me giré.

- No sabía que tenías un auto. – dijo un chico poniendo su Skate bajo su brazo.
Fruncí el ceño. Era el chico del GYM de mi padrino Charlie.
- Eh… no es mio – respondí.
- ¿No me recuerdas?, no has ido a visitarme – dijo sonriendo seductoramente.
- Eh… si, ¿Cuál era tu nombre? – dije fingiendo que no lo recordaba.
- Já, ¿Conoces tantos chicos que no recuerdas mi nombre? – arqueó una ceja.
- No… solo tengo varios amigos - admití. – tu nombre es Ryan, ¿no? – dije segura.
- Si – sonrió. - ¿Por qué no regresaste al GYM? – preguntó interesado.
- Porque… he estado ocupada, tal vez vaya mañana – le sonreí.
- ¿Por qué no vas hoy? – dijo acercándose y mirando el auto.
- No lo creo… trataré pero no te prometo nada – respondí y miré sus ojos. Tenían un color extraño pero lindo.
- Bueno… te esperaré allá, linda – puso una mano en mi cintura y me beso la mejilla. – nos vemos – se despidió con su mano en el aire cuando se alejaba arriba de su Skate.
- ¿Amiga de un Skater? - preguntó Harry con unas cosas en su manos, me acerqué a él y lo ayude para meterlas a su auto.
- No es mi amigo… solo es un conocido –
- Debo admitir que es atractivo – dijo en un tono extraño.
- ¿Eres gay? – dije riendo. No quería seguir en una situación incomoda con él.
- ¿Eso piensas de mí? – preguntó sorprendido.
- Claro que no, tonto – reí y lo abracé rodeando su cintura con mis brazos. Él me abrazó rodeando mis hombros.
- Perdón por lo de hace rato, siempre termino arruinando el día – sonó arrepentido.
- No hay problema, Hazza. Sé que no fue tu intención – dije aferrándome más en ese abrazo. Harry besó mi cabeza.
- Te quiero, Aly – dijo lo mas sincero posible-
- Y yo a ti, Hazza – sonreí en su pecho.
- ¿Tú a mí que? – preguntó separándose un poco de mí y mirándome divertidamente a los ojos.
- Yo a ti te quiero – dije riendo y con las mejillas rojizas.
Harry sonrió ampliamente y me volvió a abrazar.

En el camino a casa nos estábamos divirtiendo. Harry había comenzado a cantar de una forma muy graciosa, la música que ponían en la radio… yo perdí la timidez comencé a cantar junto con él.
Reíamos, gritábamos, podría decirse que hasta llorábamos de la risa. Harry se había ido por el camino más largo para estar un poco más de tiempo juntos.
- ¿Sabes?, quería llevarte al cine pero mejor otro día. No quiero estar enfadándote todo el día – confesó cuando uno de los semáforos estaba en rojo.
- No me enfadas, Harry – admití sonriendo.
- Que bueno. – dijo aliviado – pero te llevaré otro día – besó mi mano y le sonreí.
Seguimos escuchando música y cantábamos los coros de las canciones que nos sabíamos, después de quince minutos llegamos a mi casa.
- Gracias por traerme, y por hacer que me divirtiera este día. – agradecí un poco sonrojada.
Harry puso su mano encima de la mía antes de que bajara de su auto.
- Es un placer hacer que te diviertas. Para eso están los amigos – dijo después de besar mi mejilla.
- Claro… - respondí y le sonreí sin mostrar mis dientes.
- Nos vemos mañana en el colegio – dijo sonriendo. Le regresé la sonrisa y asentí.
Bajé de su auto y le dije adiós agitando un poco mi mano en el aire. Me di media vuelta y caminé para entrar a la casa.