Capitulo cuarenta y nueve. - Gracias.

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Alison Payne.

Sé que no debí comportarme así con Styles, él no tenía nada que ver en esto. Él apartó su mirada de mí y ya no volvió ha hablar hasta que Emma y Niall llegaron.

Harry se levantó sin decir nada a comprar comida para él. 

- ¿Tú no comerás? – preguntó Niall y luego le dio una mordida a su hamburguesa.

- No, se me quitó el hambre, creo que mejor me iré – dije acomodándome en el asiento para levantarme.

- ¿Por qué? – preguntó Emma limpiando su boca con una servilleta de papel blanca.

Traté de hablar pero ninguna palabra salió de mi boca, solo me encogí de hombros. Sentí como se formo un nudo en la garganta y antes de romper en llanto salí de ahí, sin decirles nada.

Busqué disimuladamente si Zayn ya se había ido y no lo vi por ningún lado.

Salí del C.C. y las calles de Londres ya estaban oscuras. Me detuve antes de bajar la banqueta y miré hacia atrás cuando las puertas automáticas se cerraban. Suspiré y sentí un escalofrío. Volví mi mirada al frente y comencé a caminar para regresar a casa, no traía el dinero suficiente para pagar un taxi y no pasaban los autobuses por aquí cerca, así que no me quedaba de otra más que caminar.

No podía dejar de pensar en ese beso que ellos se habían dado, y en como yo había tratado a Hazza. Sabía que él no tenia la culpa, además de que siempre se comportaba tan lindo con migo. 

Después de unos minutos empecé a escuchar unos pasos tras de mí. Me detuve y voltee para ver si alguien me seguía pero no pude ver nada ya que estaba muy oscuro. De acuerdo, me comenzó a dar un poco de miedo. Creo que no debí venirme sola.

Comencé a caminar lento y mirando de reojo hacia atrás, y sí, alguien me seguía pero no pude distinguir muy bien a esa persona.

Comencé a caminar más rápido y esa persona corrió hacia a mí poniéndose enfrente para detenerme el paso.

- Tú estás loca, ¿verdad?, ¿Cómo diablos se te ocurre venirte sola de noche, Aly? -

Suspiré aliviada al darme cuenta que era Harry.

- ¡idiota!, me espantaste – golpeé un par de veces su pecho hasta que él me detuvo tomándome de las muñecas.

- Tranquila, ya – me miró directamente a los ojos, y no sé como pero pude relajarme. Él soltó mis manos y acarició mi mejilla. - ¿Por qué te fuiste sin decir nada? – preguntó cuando empezamos a caminar.

- Me sentí mal – confesé bajando la mirada.

- Pudiste habérmelo dicho – me miró.

- Lo sé. En verdad lo siento… no fue mi intención hablarte así. No sé que me pasó – me disculpé. Harry se detuvo enfrente de mí.

- No te preocupes, está bien – me sonrió. – además, para eso están los amigos ¿no? – sonrió haciendo resaltar sus cachetes y se encogió de hombros.

- Claro. – seguí caminando – gracias – agradecí sin ánimos

Harry me siguió y al notar que yo seguía seria preguntó:

- ¿No quieres contarme lo que te pasa?, así sabré que es lo que hacer y decir… - apretó la boca y lo miré.

- Lo siento, no quisiera hablar de eso. – 

- Está bien… ¿Un abrazo puede servir para que estés mejor? – 

Nos detuvimos y lo miré curiosa.

Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora