Más que una atracción. ~HARRY STYLES Y TÚ~

Capitulo Sesenta y seis - Aniversario. 5/5

30 de Marzo 2013

Habían pasado ya ocho meces, ¿Por qué el tiempo pasa tan rápido? Como en un abrir y cerrar de ojos, bueno no tan rápido. Mi madre seguía internada en la clínica e íbamos a visitarla cada dos semanas, nos bajaba el ánimo el saber que ella no estaría presente para la boda de Liam. Mi madre cada vez iba mejorando, pero era mejor tenerla allí hasta que esté bien completamente. Mañana es mi aniversario con Harry ocho meces a su lado como novios, es increíble. Aunque pasábamos por discusiones, salíamos adelante y seguíamos juntos. Zayn ya no me había llamado, creo que se estaba dando por vencido, aunque no sé si vendría a la boda, mi hermano Liam se casaba en dos semanas, él estaba muy nervioso al igual que Danielle. Harry, Niall y yo íbamos juntos a la universidad y allí todo era diferente a la preparatoria, gracias al cielo no había más Caroline ni Rebecca, para arruinar mis días.

- Ten cuidado, y saluda de mi parte a Neshmi. – me despedía de Niall, ya que ahora le toca a él ir a visitar a Neshmi a Paris.
- No hagas locuras – dijo Harry a mi lado y también se despidió de nuestro amigo rubio.
- No haré nada fuera de lo normal, - sonrió – es mi novia, ¿no? – 
Así es, ellos llevaban cuatro meses saliendo y cada fin de semana se visitaban. Cuando Niall regresara a Londres ella vendría con él para la boda de Danielle. Le di un último abrazo a Niall y besé su mejilla, luego él se alejó de nosotros, desapareciendo entre la gente.
- No puedo creer la relación que hay entre Neshmi y Niall… - comentó Harry cuando caminábamos a la salida del aeropuerto y me rodeó con sus brazos.
- La distancia no los separa – dije sonriendo.
- Si, eso lo sé. Y a nosotros tampoco nos separa, eso ni nada. – besó mi mejilla mientras me abrazaba por detrás. – Te amo – susurró en mi oído haciéndome estremecer.
Subimos a su auto y me llevó a mi casa, tenía que ayudar a Danielle y Liam con las invitaciones y ya era tarde.
- ¿Ya tienes tu traje para la boda? – le pregunté recargando mi cabeza en su hombro, cuando se detuvo en una luz roja del semáforo.
- Si… Gemma me acompañó ayer a rentar uno – besó mi mejilla, la luz se puso en verde y el auto avanzó de nuevo.
- Que bien, estoy ansiosa por verte en ese traje – dije separándome de él y lo miré sonriendo, Harry también sonrió.
- Te enamorarás más de mí – advirtió riendo.
- Ya lo veremos – reí.
Llegamos a la casa y los dos bajamos del auto, Harry me acompañó hasta la puerta principal.
- No olvides que mañana es un día muy especial. – dijo abrazándome por encima de los hombros y yo rodeé su cintura con mis brazos.
- ¿Qué día es?, - bromee – no lo olvido, amor. Te amo – me separé un poco de él, lo suficiente para poder juntar nuestros labios. Me encantaba sentir su calor junto a mí. 
- Te amo – susurró entre él beso y me soltó. – paso por ti mañana en la noche – me guiñó un ojo y dio unos pasos hacia atrás para luego girar e irse en su auto.
Sonreí, sin duda alguna, Harry es el mejor novio del mundo.
Abrí la gran puerta de madera blanca y entré, Danielle y Liam estaban en el suelo, alrededor de la mesita de centro que estaba en la sala, sobre esta estaban todas las invitaciones de la boda. Los miré y sonreí al verlos tan estresados por todo.
- Llegas tarde – regañó Liam.
- Lo siento – me disculpé sentándome a lado de Danielle y besé su mejilla.
- Espero que cuando me acompañes por mi vestido no llegues tarde – bromeó Danielle y reí.

Terminamos hasta tarde con todo esto de las invitaciones, aun que la fiesta de la boda sería pequeña, eran muchos invitados. La boda sería en una iglesia de aquí de Londres y la boda por el civil en la playa, junto con la fiesta, así que sería un poco temprano y hasta la madrugada.

Al día siguiente desperté y a mi lado había un ramo de rosas, eran exactamente ocho… me encantaban los detalles de Harry, cada mes me regalaba rosas, depende cuantos meses cumpliéramos, era el número de rosas que recibía, así que hoy tocaron ocho. ¿Cómo llegaron aquí?, él no estaba por ningún lado. Tomé el ramo de rosas en mis manos y aprecié su bello aroma. Busqué la tarjetita y leí lo que decía.