Miraculous: El precio de nuestro amor.

XIII

Nathalie y Adrien entraron en la mansión riendo, el rubio se había puesto a hacer bromas sobre sus compañeros que después de una leve explicación causaron una carcajada increíble en la apática adulta.

─¿Donde estuvieron?─ cuestionó una voz, ambos pararon en seco y se pusieron firmes

─Señor─ hablo la mujer en tono formal, recuperando su característica actitud ─Estuvimos en el François Dupont─ comento adelantándose

─¿Hubo problemas?─ pregunto finado su vista en el rubio

─Para nada─ contesto y detrás de estos entro Gorilla con el trofeo

─¿Y eso?─ hablo Gabriel bajando las escaleras

─Hubo un festival en la institución, y Adrien fue el ganador─ explicó en tono serio viendo como este se acercaba y se paraba frente al modelo

─Felicitaciones hijo─ musitó haciéndole una seña a Gorilla para que le muestre el trofeo, este obedeció y lo levanto a la altura del hombre ─Nathalie─ dijo serio, la mujer palideció ─Tu nombre también está en el─ comento mirando a la mujer, esta no sabia que decir, sentía mucho miedo

─El festival era de padres e hijos, y como se que no ibas a asistir le pedí a Nathalie que viniera conmigo─ interrumpió el menor con mucho coraje

─Hijo─ hablo este encorbandose un poco ─Si lo hubieras pedido habría ido

─Mentiroso─ replicó ─El año pasado no quisiste y tuve que faltar ese día para no estar solo─ se cruza de brazos

─Lamento no haber podido asistir el año anterior─ se disculpo ─En serio hubiera ido esta vez─ retrocede ─¿Se divirtieron?─ se animo a preguntar

─Si─ respondió el rubio en tono seco, luego miro a la mujer ─Nathalie es la mejor, si no fuera por ella no tendríamos el trofeo, venció a la mama de Marinette de una forma increíble─ adulo este, el rostro de la secretaria se empezó a tornar de un color rosado tenue

─Lo se─ respondió viéndola de reojo ─Por esa razón la contratamos, fue la mejor de entre las demás candidatas─ esboza una leve sonrisa ─Haremos una vitrina para poner el trofeo en la sala, ¿te parece?─ el rubio sonrió y la mujer desvío la vista ─Gracias Nathalie, en cuanto puedas a mi oficina

─Si señor─ dijo instantáneamente

El platinado se dio la vuelta y subió las escaleras con tranquilidad, al desaparecer de la vista de estos, ambos suspiraron aliviados, pensaron que el hombre iba a poner el grito en el cielo, pero no fue si, para su suerte.

─Ve a tu cuarto y comienza con las lecciones de piano─ ordenó volviendo a su rol de asistente ─Luego hablamos─ guiño un ojo y se dirigió hacia la escalera

Adrien se dio la vuelta y le dijo a Gorilla que lleve el trofeo hasta su cuarto, luego se giró y se dirigió al patio, fijándose que nadie lo viera se transformó en Chat Noir y salió del lugar saltando por los tejados.

Dentro de la mansión Nathalie entro en el despacho de Gabriel cerrando la puerta con mucha delicadeza, como es habitual el diseñador se encontraba mirando aquel cuadro, como si fuera una obra de arte invaluable que no había visto nunca en su vida.

─Señor─ hablo con un hilo de voz, sabía lo que le esperaba

─Nathalie─ musitó el girandose ─Te agradezco─ dijo en tono calmado, la mujer sintió que sus piernas se aflojaban ─Pude ver la felicidad que tenía Adrien, hace años que no está así─ se sienta

─No tiene nada que agradecer, es mi trabajo. . .

─No─ la interrumpió ─Tu trabajo es cuidar de el, estas cosas son innecesarias─ suspira ─Pero aún así lo has hecho, y te agradezco

─Esta bien señor─ contesto bajando la mirada ─¿Algo más?─ pregunto con sus nervios a flor de piel, la actitud del hombre la desconcertaba

─Nada más─ concluyó

La azabache se retiro y se dirigió a su habitación, no podía creer lo que le estaba pasando, de verdad era mucho, primero Paul y sus actitudes en son de paz, y ahora Gabriel con su actitud relajada, la pregunta era, ¿por que le molestaba tanto la actitud relajada de su jefe, si durante años odio su personalidad fría y distante?.

Mientras Nathalie se debatía ciertas cuestiones, el super héroe parisino se dirigía a toda velocidad hacia la casa de su querida amiga, necesitaba un concejo de esta, los de su asistente eran buenos, pero la chica lo entendía a la perfección y siempre sabia que decir.

─Princesa─ dijo en tono suave al aterrizar en el balcón, esperando a que esta le abra, al no obtener respuesta se acercó a la ventana para ver si esta se encontraba allí, en efecto la chica estaba sentada en un sillón, hablando por teléfono, el felino no se resistió y se puso a escuchar con más detenimiento

─Realmente es muy extraño Alya─ dijo en tono suave ─No se si aceptar la invitación de Luka─ agrego con preocupación, el gato suspiro, por un momento pensó que hablaba de el, pero se equivocaba, se estaba refiriendo a su pretendiente ─Es que no se─ continuo diciendo con inseguridad, el héroe hizo una mueca de molestia, su amiga si que era insegura ─Pero Alya─ se quejo, Chat bufo ─Es que siento que lo estoy traicionando─ acotó rápidamente, el rubio se sorprendió, su amiga no era esa clase de chicas, era imposible que estuviera jugando con los sentimientos de Luka ─Definitivamente le diré que no, de verdad, siento que traicionó a Adrien─ Chat Noir casi se cae al escuchar eso, en cierta forma si se estaba refiriendo a el, pero porque lo traicionaria, después de todo Luka no era una molestia, es mas le caía muy bien ─¡No tienes que recordarme que Adrien jamás me vera de esa forma!─ grito enojada, pero si ellos eran mejores amigos, ¿de que otra forma la podría ver?, se cuestionaba el héroe lleno de confusión, de seguro había otro nivel de amistad que el no conocía ─Luka es muy guapo, pero estoy enamorada de Adrien, y por mas que quiera no puedo aceptarlo─ el ojiverde palideció, tras escuchar eso intento escapar pero trópezo con la silla de playa ─Te dejo Alya, tengo visitas─ oyó que dijo e instantáneamente la ventana se abrió detrás suyo ─¿Que hacías gato fisgón?─ pregunto llena de ira