Miraculous: El precio de nuestro amor.

LXXV

Adrien bajo del vehículo y miro hacia la entrada del instituto, camino a paso lento dispuesto a entrar, pero su marcha se detuvo al divisar unas siluetas conocidas frente a el; Marinette había llegado temprano el día de hoy, y estaba acompañada de aquel chico alto de greñas azules, el cual la miraba con ternura mientras ella contaba una anécdota.

El modelo sintió un gran coraje apoderarse de el, ese sentimiento era tan grande que convirtió sus manos en puños y casi se deja llevar por las ganas de golpear al rockero; en cuanto cayó a la realidad eliminó esos pensamientos, se relajo y entro en el edificio sin siquiera molestarse en saludar a sus amigos.

La vista de la peliazul sin querer se desvío hacia el, sintiéndose triste por la actitud de su amigo, no quería incomodarlo de tal forma, ahora se dio cuenta de que había cometido un gran error, el cual seria muy difícil de reparar.

─Hey─ hablo el chico llamando su atención ─No te distraigas─ la abraza, Luka sabia todo hasta ese momento, la noche anterior la chica se había abierto con el, necesitaba desahogarse

─Lo siento, no pude evitarlo─ susurro, él la dejo de abrazar y volvió a verla fijamente

─Lo se─ suspira ─Oye, mañana daré un concierto aquí cerca, porque no vienes a relajarte, escuchas de buena música y tal vez logres levantar ese animo─ acaricia una de sus mejillas

─Me agrada la idea─ hace una leve pausa ─Ahí estare

Después de esa breve charla, la chica se despidió del joven, y entro a clases o seria regañada por la señorita Bustier. Al entrar en el salon lo primero que vio fue al rubio, este cruzó miradas con ella y luego bajo la cabeza, la de coletas sintió una gran punzada en su pecho, de verdad él actuaba peor de lo que ella se había imaginado, resignada, suspiro y se acomodo en su asiento al lado de su mejor amiga, la cual la abrazo y le dio ánimos.

Después de varios minutos esperando, la puerta del salón se abrió, dejando ver a una mujer pelirroja de cabello bastante largo, tenía puesto un pantalón ejecutivo negro, una chaqueta rosa y unos lentes de vista con marco azul.

─Buenos dias─ saludo ante la extraña mirada de los estudiantes

─¿Quien es usted?─ pregunto Alix de mala gana

─Mi nombre es Jessabella Rainezz, y soy su maestra sustituta─ contesto amablemente ─La señorita Bustier esta algo enferma, y no vendrá durante mucho tiempo─ agrego mientras sonreía, ya que estaba recordando lo que le paso a Bustier

─Que raro, ayer estaba muy bien─ acotó Rose sin creerse aquella mentira

─Bueno, aveces las enfermedades llegan en la noche─ hace una pausa ─Pero no se preocupen cuando quieran darse cuenta ella estará con ustedes otra vez─ guiña un ojo

La maestra se sentó en el escritorio, abrió un libro y empezó a leer lo que había en el, por suerte esta sabia mucho de literatura así que podría llevar más que bien esa clase.

Después de varias horas, la jornada escolar había concluido, la clase quedo encantada con Jessabella, era muy amable y divertida, a los únicos que no les cayo bien fue a Marinette y a Adrien. Según la franco china, la mujer tenía un tic en su rostro similar al que tiene Lila cada vez que miente, así que eso le creaba desconfianza; por su parte el rubio tenia la sensación de que ya había visto a esa mujer en otra parte, además de que en ocasiones no parecía saber de lo que hablaba.

─Bueno estudiantes, los veo la próxima semana, de tarea hagan la pagina catorce de su libro de actividades─ musitó esta guardando sus útiles y saliendo del aula a toda velocidad