Nathalie camino ya que Gorilla se había ido a su hogar, por suerte la noche estaba tranquila, nadie se atrevió a hacerle nada esta vez, de seguro era porque tenía su traje puesto y no llamaba tanto la tensión. Sus pies le dolían increíblemente, no sólo por la distancia que camino sino por el peso que tenía en su bolso, la kwami que la acompaña ahora desde que decidió conservar su prodigio, le sugirió transformarse; pero esta se negó, decía que solo iba a usar el miraculous cuando sea necesario.
Finalmente después de bastante tiempo caminando llego a la casa de Paul, con pesadez se acercó al pórtico y toco el timbre, la melodía dejo de sonar y nadie fue a responder, frustrada se giro e intento irse, hoy todos le daban la espalda, y eso le dolía, tenía años sin sentirse así.
─¿Pastelito?─ oyó decir a una voz detrás suyo, esta se giro instantáneamente ─¿Que haces aquí?─ pregunto el pelirrojo saliendo de la casa para pararse frente a ella
─Hubo problemas en la mansión, y tuve que salir, perdón que viene sin avisar─ Paul mira el bolso, temió lo peor, era algo imposible pero no difícil de pasar
─Pasa─ dijo sin pedir ninguna explicación y Nathalie entro sin dudarlo, la noche parisina podía ser bastante fría, y su saco no la abrigaba mucho ─¿Que paso?─ pregunto mientras tomaba el bolso de Natalie y lo dejaba sobre un sillón, al mismo tiempo que veía a la mujer acomodarse en una silla
─Necesitaban mi habitación para un invitado─ contesto con melancolía fijando su vista en el suelo ─Pensé en ti antes que cualquier opción, espero no importunar─ se lamento pensado que sobraba
─Amo tu presencia aquí─ contesto acercándose a ella ─Nada me hace mas feliz, y me pone mas contento saber que te tendré toda la noche─ la toma de las manos ─Espero que estés cómoda aquí─ musitó con pudor, ella levanta la vista y lo mira
─Estaré mejor aqui que en cualquier lado─ contesto tranquila ─Perdón por no avisar que venía, solo camine y no pensé
─Deja de disculparte─ suspira ─Ese trabajo te volvió insegura, esta es tu casa─ hace una pausa ─Si tu quieres claro─ se aleja y se coloca un delantal de cocina
─Creo que vamos muy rapido─ se atrevió a comentar con algo de pudor, el hombre río ─Pero suena bien─ agrego algo sonrojada, el hombre se sorprendió al escucharla, era un gran paso
Paul volvió a la cocina y continuó con la cena, agregando más ingredientes ante la inesperada visita. Una vez los alimentos estuvieron listos sirvió la cena.
Nathalie ceno junto a Paul y Nathaniel, el pelirrojo menor hacia varias preguntas, entre ellas porque tenía un mechón de color rojo, la mujer se negó a contestar, dijo que era un secreto y tal vez algún día revelaría el porque, el joven quedo algo inconforme, pero con algo de esperanza, si esa mujer algún día se convertía en su madrastra seguro le contaría porque llevaba ese mechón teñido de esa forma.
Tras la cena Nathaniel se retiró pidiendo que lo disculparan quería quedarse más tiempo, pero al día siguiente tenia clases y debía levantarse temprano, la azabache comprendió, después de todo ella era quien cuidaba que Adrien respete los horarios y priorice su educación.
─Es un buen niño─ musitó al escuchar como este subía a su cuarto
─Lo es─ replicó ─Por suerte salio a su madre o seria un completo desastre─ bromeó levantándose para buscar una botella de vino, regreso al instante con ella y le sirvió un poco a Nathalie
─No beberé mucho, mañana debo trabajar─ comento tomando su copa
─¿Te quitaron tu lugar y tu aun los respetas?─ cuestionó tomando su copa y mirando fijamente a la mujer ─Disfruta un poco de tu vida, olvidándote de ellos solo por ahora─ acerca su copa a ella, esta choca la suya con la de el en modo de brindis
─Tienes razon─ contesto animada y bebio el contenido de un solo sorbo; luego extendió su copa para que este le sirviera más ─Al diablo con ellos─ comento con tranquilidad
Después de varias copas y una charla animada, Nathalie había entrado en confianza, se había desatado su cabello y quitado su saco ejecutivo, ahora parecía una mujer mas normal, fuera de las normas estrictas que debe seguir una asistente.
El contenido alcohólico que había estado tomando durante los últimos minutos empezaba a hacer efecto en los adultos quienes ya se habían empezado a ver con gusto; las palabras dejaron de hacerse presentes y los dos envueltos en un silencio que daba gusto escuchar se fueron acercando lentamente hasta quedar frente a frente, ella cerro sus ojos y estiró su rostro, la intención era clara, Paul no dudo la tomo por debajo de su mentón y dulcemente unió sus labios con los de ella en un tierno pero rápido beso.
La zabache abrió sus ojos llena de gozo, a pesar de todo, ese hombre la hacia estremecerse, cada contacto que tenían era mágico, y sus besos únicos, o eso creía. Con sed de más, estiro sus brazos, los envolvió al rededor del cuello de el, y le plantó otro beso, este fue mas largo, al separarse ella unió su frente con la del contrario y se quedaron así durante unos minutos.
─No se si es el alcohol─ musitó ella sin abrir sus ojos ─Pero se lo que estás pensando, y te diré que si─ soltó alejándose
─¿Estas segura?─ preguntó con algo de duda
─Si─ réplica abriendo sus ojos, los cuales carro cuando unieron sus frentes, estos estaban brillosos por causa del alcohol ─Estoy muy segura─ afirmó decidida
El hombre sin dejar que siga hablando se acercó a ella, le dio un beso y luego la levanto en brazos, ambos cruzaron miradas durante unos segundos, el pregunto otra vez si ella quería eso, y esta contesto afirmativamente, poniendo sus brazos sobre el cuello de el para sostenerse. Paul sin dudarlo más, se dio media vuelta y subió las escaleras con mucha rapidez, con ayuda de su pie abrió la puerta de su habitación, y lanzó a Nathalie sobre la cama.
─¿Estas segura?─ volvio a preguntar viéndola desde arriba, ella lucia extremadamente sexy en ese momento, su pelo suelto, sus ojos brillosos, y la pose en la que había quedado al ser tirada sobre la cama era realmente exquisita de ver
─Ya te dije que si, si sigues preguntando me iré a dormir─ se quejo rodeando sus ojos
El pelirrojo desabotono su camisa y se abalanzó sobre ella comenzando a besar su cuello, esta noche era de ambos, y gracias al error de Gabriel nadie interrumpirá; la azabache era toda suya, en todos los sentidos.
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Miraculous: El precio de nuestro amor.
FanfictionNathalie debe pagar el precio de su amor por Gabriel, este en un último esfuerzo por traer de regreso a su esposa, la involucra en un plan que cambiará las vidas de ambos para siempre. [Los personajes no pertenecen, ellos son obra y creación de Thom...