XXVIII

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─Gracias por venir Paul─ musitó la mujer con pudor, esta le había dicho que Adrien tendría una sesión de fotos cerca del lugar en donde había sugerido pasar el rato, el pelirrojo lejos de molestarse compro tres batidos y se dirigió hacia la locación de estos para pasar el día

─No tienes que agradecerme nada─ toma un sorbo de su batido mientras observa como el joven posa ─Con tal de pasar un rato contigo cualquier cosa está bien

Nathalie se sonrojo a más no poder, el causaba grandes emociones en ella, se sentía amada y querida, llevaba tiempo sin estar así.

─Eres tan dulce─ se animo a replicar ─Aun no entiendo porque estas soltero─ comento con picardia

─Veras─ musitó coqueto ─Estoy hace tiempo detrás de una bella mujer, pero ella aun no esta lista para algo serio─ le da otro sorbo a su bebida, la azabache desvía su mirada ─Pero no me importa cuanto se demore, se que tarde o temprano será mia─ concluyó con una sonrisa

─Serás confiado─ se quejo rodeando sus ojos, Adrien se acercaba a ellos a paso tequilo

─Hola Paul─ saludo al verlo

─Adrien, que bueno verte─ le extiende el vasó de batido que le había comprado ─De moras tu favorito─ musitó mientras el contrario sonreía y tomaba la bebida

─Gracias─ respondió con ánimos dando un gran sorbo ─Esta delicioso─ acotó ─Espero mi asistente no se moleste por esto─ comento refiriéndose a Nathalie como si ella no estuviera frente a él

─Estoy seguro de que no─ guiña un ojo, Adrien se sienta del otro lado de la mujer, encerrandola entre ellos dos 

─Si ustedes dos entendieran lo importante que es una buena alimentación, no harían esas bromas─ se quejo

─Deberías ser nutricionista─ acotó el hombre entre risas ─Siempre te escucho hablar sobre alimemtos

─Lo fui─ respondió rápidamente con una sonrisa ─Estudie dos años la carrera de nutrición, hasta que un día decidí estudiar y trabajar─ suspira ante la mirada atenta de ambos hombres ─Deje de estudiar cuando consegui este trabajo─ el modelo se asombra ante tal afirmacion ─Al principio pude hacer ambas cosas, pero después me fue imposible, además de que este trabajo era muy bueno, y cómodo, deje toda mi vida atrás y me convertí en lo que soy

─Una bella asistente─ la interrumpió Paul con una sonrisa boba

─No sabia de eso Nathalie─ hablo el rubio con pudor ─¿Por que no continuaste?─ pregunto intrigado

─Bueno, cierto bebe venía en camino─ guiña un ojo ─El trabajo incremento, y la señora Emilie necesitaba de una compañía completa─ guiña un ojo y luego ríe levemente ─Nunca voy a olvidar las incontables noches que corrí desde mi apartamento hasta la casa, porque ella estaba aburrida o con algun antojo extraño

─¿De verdad hacia eso?─ cuestionó Paul con asombro, ella si que era magnífica

─Claro─ respondió calmada ─Muchas veces me ofrecieron mudarme a la mansión pero no acepte, pero rehusaba a dejar mi departamento

─Pero ahora si vives con ellos─ soltó el pelirrojo con curiosidad

─Si─ musitó melancólica ─Me mude la mañana en la que Emilie desapareció─ baja la cabeza, el ojiverde presta mucha atención ─Debía encargarme del pequeño Adrien mientras Gabriel buscaba a su esposa, y con su posterior fallecimiento jamás deje ese lugar─ levanta la cabeza ─Me necesitabas─ apoya su mano sobre la pierna del modelo y lo mira levemente

─Eres la mejor─ musitó el pelirrojo

Adrien por inercia abrazo a la mujer con todas sus fuerzas, el recuerdo de su madre le había causado una leve tristeza y sintió la necesidad de hacer tal acción, la azabache por primera vez en tantos años de servicio lo correspondió. Paul quien observaba todo de lejos no se resistió y abrazo también a Nathalie, quedando esta envuelta entre los brazos de ambos hombres.

─¿¿¡¡Que se supone que es esto!!??─ grito una voz llena de furia, los tres sin separarse levantaron la mirada encontrándose con el mismísimo Gabriel Agreste parado frente a ellos, ahora si se separaron, jamás se hubieran imaginado que este estaria ahí

─Padre. . .tomábamos un descanso─ se excuso el menor

─Si señor Agreste─ hablo el pelirrojo parándose ─No hacíamos nada malo─ el platinado frunció el seño

─Entiendo que mi asistente y mi hijo tomen un descanso, ¿pero usted que hace aquí?─ pregunto molesto, el hombre intento explicarse pero Gabriel no lo dejo ─No me interesa saber de todas formas. . .es inaceptable que este en este lugar distrayendo el trabajo de mi empresa, no lo voy a permitir ni hoy ni nunca─ concluyó señalando la puerta del lugar ─Retirese─ ordenó

─¿Quien se cree que es?─ cuestionó, ahora era su turno de hablar ─Pase por aquí porque mi novia trabaja tanto para usted que no tenemos tiempo de vernos─ hace una pausa y mira a la mujer ─No estaba haciendo nada malo y tengo las mejores intensiones, no tiene derecho a hablarme como me hablo

─Por lo que tengo entendido mi asistente no tiene ningún pretendiente─ replicó serio ─Y si asi fuere ella dispone de mucho tiempo libre para utilizar─ hace una pausa ─Tal vez si pone el trabajo antes que a usted es una señal. . .

Paul apretó sus puños y sintió ganas de golpear a ese hombre, pero no lo hizo, solo se dio la vuelta miro a la mujer y le susurro que la veía luego, para después salir del lugar a paso rápido, Nathalie bajo su mirada se sentía muy avergonzada por la escena que protagonizó.

─Papá creo que fuiste algo brusco─ comento el rubio mirando a Nathalie 

─La gente sin modales debe ser ubicada─ contesto frunciendo el seño

─Señor Agreste─ hablo la de mechón rojo levantándose ─Lamento lo que sucedió, no se va volver a repetir─ toma aire ─Como dispongo de tiempo iré a arreglar esto, ya regreso─ se gira y mira la puerta ─Después de todo usted está aquí mi presencia no hace falta

La mujer salio ignorando el bufido que dio su jefe, y con su mirada busco al pelirrojo, quien caminaba a unos metros de ahí mientras pateaba una lata, se veía molesto. Nathalie corrió hasta el, debía calmarlo, podía soportar cualquier cosa, menos eso, en su guardia no iba a dejar que akumaticen a Paul, era demasiado bueno para caer en eso.

Miraculous: El precio de nuestro amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora