El malestar de Nathalie paso de la noche a la mañana, y como no tener una rápida recuperación si Adrien y Gabriel Agreste, cuidaban de ti como si fueras su propia vida, bueno no fue tan así, pero ella había velado por la seguridad de los dos, y estos lo menos que podían hacer era cuidar de ella ahora que los necesitaba.
Recompuesta, se colocó su traje, pinto sus ojos, se puso sus lentes y salió de su habitación, pasando por la puerta de su jefe, dio sus característicos tres golpes, despues siguió a la habitación del menor, alli repitió su accionar y luego bajo a la cocina para alistar el desayuno.
─Nathalie─ hablo Gabriel al verla depositar la bandeja con dos tazas y los alimentos que estos iban a consumir en su desayuno ─¿Te gustaria desayunar aquí con nosotros?─ pregunto en tono delicado, la mujer dejo las tazas y luego dejo caer su mirada en el diseñador
─Señor no creo que sea prudente─ contesto en tono formal, aguantandose las ganas de decir que si, aun seguía algo dolida
─Por favor Nathalie, aconpañanos─ dijo y de pronto entro Adrien, saludo y ocupo su asiento ─Hazlo por el aunque sea─ musitó, eso era un golpe bajo
─¿Que tiene que hacer por mi?─ cuestionó el muchacho posando su mirada esmeralda en quien era su tutora
─Nathalie no quiere aceptar mi invitación para desayunar aquí con nosotros─ contesto el adulto sin quitarle la vista a su asistente
─¿Por que Nathalie, acaso no nos quieres?─ ella lo miro, y este rio, pequeño diablillo, ese si era un golpe bajo, y uno muy bajo, la azabache suspiro rendida, cuando padre e hijo se ponían de acuerdo no había quien les gane
─Esta bien─ contesto rendida
La asistente salio del lugar, fue hasta la cocina, tomó su taza de café y regreso al comedor, para luego sentarse del lado derecho de Gabriel, enfrente de Adrien. El desayuno transcurrió con normalidad, Nathalie hacia anotaciones en su tableta, mientras Gabriel revisaba algunos correos en su celular, por su parte Adrien los miraba de a ratos, le agradaba la idea de tener a esos dos en la mesa junto a él, por momentos llego a pensar que podían ser una familia.
─¿Que demonios es esto?─ bufo Gabriel viendo algo en su celular que no le gusto para nada
─¿Sucede algo señor?─ pregunto la mujer sin quitar la vista del dispositivo
─La prensa─ hace una pausa ─¡Como se atreven a inventar estos rumores!─ exclamó enojado
─¿Que rumores?─ se animo a preguntar el rubio, el sabia muy bien de lo que hablaba pero quería que el lo cuente
─"Gabriel Agreste se muestra muy enamorado con su flamante acompañante"─ comento mientras leía ─"El famoso diseñador se mostró en la semana de los diseñadores acompañado de una mujer bastante joven, quien no lo dejo solo en ningún momento, nuestras fuentes lograron tomar esta fotografía de ambos abrazados viendo el atardecer, ¿será que el diseñador logro encontrar el amor después del fallecimiento de su esposa?"─ concluyó dejando de mirar el dispositivo y fijando su vista en su fiel asistente ─Menudas mentiras─ gruñó molesto
─A la prensa le gusta inventar estas cosas─ acotó el modelo bebiendo algo de su te
─¿La fotografía es real?─ pregunto la mujer bebiendo algo de café, sin dejar de mirar la tableta
─¡Es falsa!, recuerdo ese momento, Lena me estaba entregando el programa de la ceremonia, y luego le comente un diseño que se me ocurrió en base al atardecer─ concluyó ─Eso me pasa por salir sin ti─ acotó bebiendo su café, Adrien dejo escapar una risilla
─Llamare a la editorial y arreglaré todo─ suspira y deja de mirar el dispositivo para clavar sus zafiros en Gabriel ─Me extraña que su asistente no se haya enterado de esto─ hace una pausa ─Se supone que debía controlar todo lo que a usted se refiere, pero no se preocupe; arreglare este desastre─ añadió en tono frío regresando su vista a la tableta
─Gracias Nathalie─ respondió únicamente, odiaba cuando ella tenía razón, fue un gran error de parte de Lena, aunque su único gran error fue dejarla, sin ella su vida no funciona, a su lado es la perfección
El ambiente quedo en silencio durante unos minutos, hasta que el sonido del celular del rubio interrumpió la calma, este saco su móvil y chequeo el mensaje que recibio, era Nino, comentándole que en la noche se reunirán en el Karaoke que había abierto en la ciudad, si quería ir, al rubio le encantó la idea, aunque si su padre siguiera fuera de la ciudad podría ir, ahora las cosas cambiaron.
─¿Sucede algo?─ pregunto la de mechón rojo al notar el semblante del joven, Adrien estuvo por responder pero otro mensaje le llego, así que decidió mirar, Nino le comentaba que el encuentro era con padres, que no se olvidara de avisarle a sus secretaria, el modelo sonrió ampliamente
─Es Nino, me invitó a ir al Karaoke esta noche─ comento mirando a la mujer, esta seguía envuelta en su tableta ─Es otro encuentro en donde deben ir los padres─ la contraria elevó la vista asustada
─No─ musitó viéndolo fijamente ─Definitivamente no─ afirmo negando
─¿Puedo ir yo aunque sea?─ suplico algo triste
─Me resulta curiosa la idea del karaoke─ comento el platinado causando sorpresa en su hijo, y terror en su asistente
─¿Podemos ir padre?─ preguntó ilusionado
─La última vez prometimos ir a los encuentros de padres, no veo porque no ir─ Nathalie cerro sus ojos y Adrien festejo
─Gracias padre─ musitó con una sonrisa
El adulto río y miro a su asistente; esta no lucia muy contenta, pero el estaba seguro de que cuando estén allí se divertiriá mucho, además seria la oportunidad perfecta para acercarse a ella y confirmar si lo que sintió los días que paso fuera era cierto.
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Miraculous: El precio de nuestro amor.
FanfictionNathalie debe pagar el precio de su amor por Gabriel, este en un último esfuerzo por traer de regreso a su esposa, la involucra en un plan que cambiará las vidas de ambos para siempre. [Los personajes no pertenecen, ellos son obra y creación de Thom...