LXIX

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Adrien se paró en la puesta del jardín, rendido, ya había perdido de vista a Marinette hacia rato, además de que se había topado con Alya, la cual también le había perdido el rastro a su amiga.

─Genial Agreste, mira lo que hiciste─ bufó la morena buscando con su mirada a ver si encontraba a la chica

─No fue mi intención Alya─ suspira ─Lo siento

─No es a mi a quien le debes dar tus disculpas─ se quejo ─Mi amiga esta suelta en una ciudad que no conoce, con el corazón roto, si algo le pasa─ advirtió

─Chicos, ¿que pasa?─ preguntó la de lentes llegando al lugar

─Cuentale─ exigió la castaña con notaria molestia, la ejecutiva posó su vista en el rubio, quien rascaba se nuca con nervios

─Marinette me~me confesó algo─ hace una pausa ─Y~Y. . .perdón─ se disculpo escondiendo la mirada en el suelo

─Lo que el señor pasarela quiere decir es que mi amiga le confesó su amor por el, y la rechazo de una forma cruel─ acotó la morena mientras de cruzaba de brazos

─Luego hablaremos bien de este asunto, ahora encontremos a Marinette antes de que se pierda─ llega Gabriel junto con Chloe y Nino ─Ustedes vayan por Libertador hacia el hotel─ señala la calle principal y luego mira al diseñador ─Y yo iré por Libertador hacia el otro lado

─Bien, Alya, ve con Nathalie por favor, ustedes vengan conmigo─ advirtió el adulto, los chicos asintieron

Nivea y morena se alejaron de los demás y comenzaron a caminar por la avenida del Libertador, en dirección contraria al hotel, la ejecutiva tenia el presentimiento que la chica había decidido ir para ese lado, después de todo sería ilógico que haya regresado al hotel.

─La encontraremos─ musitó buscando con su vista

─Se que sera así, es la chica más inteligente que conozco─ hace una pausa ─Pero temo que le pase algo

Mientras estas buscaban arduamente a la chica de coletas; Gabriel y el resto habían llegado al hotel, el platinado no quiso esperar el transporte público y paro un taxi, sería más rápido, y así podrían llegar al hotel, con suerte antes que la chica y encontrarla.

─Realmente hasta para mi fue doloroso─ comento Chloe entrando a la habitación de los chicos por invitación de Nino ─La detesto. . .pero ni yo sería tan cruel

─Si viejo, te pasaste─ acotó el de tez oscura

─Lo se, soy un idiota. . .pero me quede en blanco cuando me hablo─ se lanza sobre su cama ─Hable incoherencias, no pensé

─Tranquilo Adribu─ se sienta en la cama ─Dupain-Cheng entenderá, volverá y arreglaremos todo

─Suena raro viniendo de ti─ bromeó el pelinegro ─¿Que bicho te pico?─ pregunto extrañado

─¡Ninguno!─ bufo ─Aunque odie decirlo. . .Dupain-Cheng es una buena persona, no se merece esto, y a pesar de todo lo que le hago, ella aun me tolera─ suspira

─¿Estas bien Chloe?─ hablo el rubio levantándose

─Esto es ridículo, ni siquiera se porque hablo de esto─ se cruza de brazos ─¿Quieren que la odie?, ¡bien, le haré la vida imposible!

─No,No, No─ dijeron ambos al mismo tiempo, les gustaba esta faceta de la rubia

─Me gusta que se lleven bien─ comento el de ojos verdes

Nino mientras estos hablaban, tomó el control remoto y encendió la televisión, lo primero que vio fue un canal de noticias, en donde estos tenían una imagen de Ladybug.

Continuamos en Notitrece, y aún seguimos atonitos; siguen llegando a nosotros fotografías de gente que vio también en las calles porteñas, esta figura roja columpiandose entre los edificios.

─O~Oigan, no se lo que dicen, pero creo que hablan de Ladybug─ advirtió el moreno tratando de llamar la atención de los rubios ─¡¡Hey!!─ grito ya que estos no le daban atención

Adrien y Chloe se acercaron hacia la televisión y escucharon atentos, la rubia no entendía nada, al igual que el dj, pero Adrien si ya que había tenido clases de español, y lo entendía casi a la perfección.

Así es Silvia─ continuo una voz masculina en la televisión ─Se trata de la super heroína Ladybug, esta heroina protege París del mal, pero en las últimas horas fue vista columpiandose entre los edificios cercanos a los estudios de la televisión pública─ explicó mientras a un costado de la pantalla, pasaban las fotos recientes ─¿Por que Ladybug esta aquí?, es un misterio

¿Por que tienen que hablar este idioma altamente ridículo?─ se quejo la de ojos claros, mientras acomodaba su pelo

─Estamos en América, aquí todos hablan asi─ replicó el modelo ─Bueno, la mayoría del contienente─ suspira ─Dicen que Ladybug fue vista en la ciudad

─¡¡Ladybug aquí!!─ exclamó la rubia asombrada ─Somos tan amigas que me siguió para cuidar que no me pase nada─ alardeo en su típico tono irritante

─Voy a buscar a Marinette─ interrumpió Adrien el discurso de Chloe ─Quédense aquí y si mi padre pregunta díganle que estoy en la tina─ sin dejarlos contestar salio a toda velocidad del lugar

─¿Jugamos super pinguino?─ pregunto el moreno sacando su celular

─Ni loca─ replicó la chica recostandose sobre la cama del rubio

─Yo se que quieres─ insistió el chico meneando su celular

─Bien─ contesto rendida ─Pero solo una partida─

Mientras estos empezaban con su partida de super pinguino, Chat Noir saltaba de tejado en tejado, rogando encontrarse con su compañera, y de paso también tener noticias de Marinette, desgraciadamente en la media hora que estuvo columpiandose de techo en techo, no tuvo señales de ninguna de las dos.

─M'lady─ susurro desde la azotea de un edificio ─¿Que estas haciendo?─ se preguntó mientras daba la vuelta y volvía al hotel ─Te necesito. . .

De pronto se paró en un edificio a observar, había visto a su asistente y a su amiga corriendo hacia una dirección indefinida, con total sigilo las siguió desde los tejados hasta percatarse que habían encontrardo a Marinette, ella estaba sentada debajo de un árbol mirando como los autos pasaban por la calle principal.

─Marinette─ la llamo la adulta con alegría, se sentía bien por haberla encontrado ─¿Donde estuviste?─ pregunto mientras se abalanzaba sobre ella para abrazaba fuertemente

─Perdón, no quería preocuparla─ respondió en tono bajo, Alya se suma al abrazo ─Quería estar sola

─Lo entiendo─ dijo la mujer separándose ─Pero estamos en una ciudad desconocida, algo podría pasarte─ la reto sutilmente ─Podes contar conmigo siempre, no lo dudes

La mujer la vuelve a abrazar, esta vez con algo más de fuerza, como si no quisiera dejarla ir, la de coletas no lo resiste y rompe en llanto, ya no lo aguantaba, le dolía mucho saber que su amado no la correspondía. Por su parte Chat decidió abandonar el lugar, y regresar al hotel, no podía verla llorar, y menos por su culpa.

Miraculous: El precio de nuestro amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora