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"Primer día:
Léeles un cuento"




Morgan.

Agitó mi cabeza hacia arriba y abajo, la señora Grenda me da indicaciones de lo que deberé hacer, sinceramente no presto mucha atención, tengo hambre y ya puedo sentir la bilis quemar mi garganta.

—Tu estarás en el área de niños de 3 a 4 años. ¿Alguna duda cielo?

¿Estaría mal decirle que no preste atención?

—Solo... ¿podría decirme de nuevo en qué salón estaré?

—Es el primero de la derecha, si estas nerviosa puedes pedirle consejos al otro cuidador.

—¿Cuidador? ¿Es un chico?

—Hay 2 cuidadores hombres, pero descuida, ellos saben lo que hacen, a algunas madres no suele gustarles la idea de un maestro pero en nuestra guardería son 2 maestros por salón, en el caso de ellos, son un hombre y una mujer, no hay nada de que preocuparse.

—¿Y yo estaré con un hombre?— Mi voz había sonado... ¿Preocupada?

Ella sonrió al notar mi nerviosismo.

—El es muy bueno en lo que hace, si eso te preocupa. Aún así, no dudes de decirme cualquier cosa que te incomode linda. Ahora debo irme, estaré por aquí, suerte.— La señora Grenda comenzó alejarse, rápido camine hacia ella y al verme se detuvo.

—¿Empiezo hoy?

—Creí que tus padres te lo habían dicho linda.

—Pues... no.

Ella pareció pensarlo un poco, me tomó de la mano y comenzamos a caminar a una pequeña sala de empleados.

—Espera.— la vi acercarse a un pequeño armario, de esta sacó un mandil amarillo con el logo del lugar.— Ponte esto linda. Esta taquilla será tuya, aquí podrás dejar tus cosas.— Me dio un pequeño candado y una llave a juego.— Ahora de verdad necesito volver a recepción. Mucha suerte.

Y se fue. Tome mi pequeño bolso y lo metí en la taquilla, me coloqué el mandil de trabajo y guardé mi móvil en una de las pequeñas bolsas.

Me asegure de verme adecuadamente y salí de aquella sala.

Camine en línea recta hasta llegar al pasillo donde las puertas te llevaban a distintos salones.

¿A qué salón debía entrar?

Di una pisada de frustración, hice el típico juego de niños que mi hermano me enseñó.

De tin. Una puerta.

Marín. Segunda puerta.

De do. Tercera puerta.

Pingue. Cuarta puerta.

—¿Qué estas haciendo?

Di un pequeño salto en mi lugar, gire sobre mis pies y di con una chica con ropa deportiva y el mandil amarillo sobre esta.

Ella me miraba curiosa y divertida. Me vio...

—Yo... olvide a qué salón debía entrar.

—¿Eres la nueva? ¿Eres Morgan?— Asiento.— Mucho gusto, soy Lauren. Tu debes entrar aquí, serás la nueva compañera de Aiden.

—Espero... que me ayude en mi primer día.— Trato de romper el hielo, ella ríe de mi comentario y niega con un dedo.

—Trabajar con Aiden es como tener un niño extra. Un niño alto y ruidoso. Es bueno que los niños se diviertan pero a mi parecer no deberían excederse de diversión.

Quiero ser el padre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora