"Promesas
promesas
Bésame"Aiden.
El vestido de maternidad se ve muy bien en ella. La hace ver tierna y delicada.
Morgan se mueve de un lado a otro mientras los niños la toman de las manos y la llevan a las distintas mesitas donde están dibujando.
—Aiden.— Mi vista se eleva un poco y veo a Morgan sonreír.
—¿Qué pasa Morticia?
—Pintur...— Susurra muy bajo.
—¿Qué?
—Pin...
—Ajá...
—Tura.— la miró con confusión y ella ríe. Veo que todos los niños me miran con una sonrisa y entonces mis ojos se mueven rápidamente hacia el estante de cosas para manualidades.
Las pequeñas botellas de pintara no están. Solo me queda cerrar los ojos cuando siento el líquido frío y un tanto espeso caer por mi cabeza hasta lograr manchan por completo mi cabello y un poco mi ropa.
Las risas no se hacen esperar.
—Lo siento mucho.— Morticia se disculpa mientras ríe y aún sostiene la botella de pintura rosa mexicano en sus manos completamente vacía.
Me pongo de pie y los niños retroceden con una sonrisa.
Todos me miran como si esperaran algo. Limpio mis manos con el mandil antes de pasarlas por mis ojos para quitar el exceso de pintura y poder ver mejor.
Soy una enorme mancha arcoíris.
—¿Quien tuvo la idea?— Las pequeñas manitas apuntan hacia Morgan y ella esconde la botella en su espalda.— Bien Morticia... Bien jugado.
Me acerco a ella con una sonrisa en mis labios. Ahora luce preocupada y poco a poco retrocede cuando me ve abrir los brazos.
—No... Aiden el vestido es nuevo...
—Lo sé.— Sonrió.
—Aiden por favor...— Ríe nerviosa.
—Te compraré todos los vestidos que quieras.
—Quiero este.— Retrocede.
—Te consigo uno igual.—Afirmó.
Ella suspira con pesadez y rueda los ojos.
Resignada me pregunta.—¿Lo prometes?
—Oh claro que si.— Afirmó. Sus ojos se abren justo cuando me lanzo hacia ella y la abrazo.
—¿Como te atreves?— Chilla entre risas. Deja de resistirse y me abraza de vuelta.
—Wacala...— Chillan los niños.
—¿Y a ti qué rayos te paso?— Se burló mi madre con una hermosa sonrisa.
—Me alegro que te divierta mi rostro.
—¿Como no me va a divertir verte tu rostro de colores? ¿Te bañaste en un arcoíris?
—Morgan. Ella me baño en un arcoíris.
—Ve al baño y lávate.— Dijo divertida dándome la espalda camine hacia el baño más grande el cual cuenta con una pequeña regadera.
Me quite el mandil completamente manchado y lo lance a la diminuta lavadora qué hay. Esa con la cual se lavan las mantas y una que otra prenda de los pequeños cuando ocurren accidentes.
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Quiero ser el padre.
Romance¿Alguna ves has pensado en la posibilidad de quedar embarazada de un desconocido? ¿En las consecuencias que esto conlleva? Morgan Evans cometió ese error. No lo pensó. Quedó embarazada de un desconocido, sin apoyo de parte del "donador de esperma"...