Quiero ser el padre.

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"Cuando la chica
demuestra quien
manda"

Morgan

Camino por los pasillos del departamento de Blake hasta llegar a la puerta.

Miró a través del pequeño hoyo en la puerta y puedo ver a Blake seguido Aiden mientras ambos tocan con desesperación la puerta.

Abro la puerta y me hago a un lado cuando veo que Blake no tiene intenciones de parar.

Él entra y jala a Aiden hasta la puerta de la habitación, lo lanza dentro y cierra la puerta.

—¡Alan!— Grita mi hermano molesto.

Alan parece por el marco de la puerta con una pequeña bolsa de regalo amarilla.

Besa mi mejilla y me entrega el obsequio antes de continuar hasta donde esta mi hermano.

Cierro la puerta y me dispongo a verlos.

Alan arrastra los pies, mi hermano, al ser más grande tanto de altura como de edad, lo toma por el cuello de la camisa y lo jala para después lanzarlo hacia el interior de su habitación donde puedo verlo caer al suelo.

Blake cierra la puerta justo cuando Aiden suelta una fuerte carcajada que supongo es dirigida a su hermano.

—¿Puedo saber por qué no me dejaste saludar a mi novio?

Blake toma aire, lanza su maletín al otro extremo del pasillo y río suavemente.

¿Qué clase de abogado hace tal cosa con papeles que supongo son importantes?

—El llegó.— Habla con seriedad.

Se retira el saco que deja sobre el perchero y dobla sus mangas.

—¿Quien llegó?

¿Han visto esas películas donde antes de que suceda algo de terror o suspenso todo se encuentra particularmente silencioso?

Los gritos de alguien particularmente conocido atraviesan las paredes. "¿QUIEN MIERDA SE ATREVIÓ A TOCAR A MI NIÑA? ¡¿DONDE ESTA?!"

—Oh... el llegó...— La puerta del apartamento es golpeada con fuerza.

Esta tanta la fuerza que parece que se partirá en cualquier momento.

—¡Oye! ¡Esa puerta es importada!—Grita Mi hermano.

Los golpes se detienen y la puerta deja de temblar.

Zack no habla y ninguno de nosotros toma la iniciativa para abrir la puerta.

Zack es un chico apuesto, tierno y amable si se le trata por las buenas, pero también es alguien terriblemente alto, músculo y su cuerpo repleto de tatuajes lo hacen ver más atemorizante para cualquiera que no sean sus padres, los abuelos o mi hermano y yo.

Me aproximo para verlo través del hoyo ese que es especial para mirar a través de la puerta y esta Justo como lo recuerdo.

Alto, apuesto, despeinado y con los brazos y el cuello repletos de tatuajes.

—Morgan.— Doy un brinco alejándome de la puerta al escuchar su voz.

—Blake abre la puerta.— Susurro.