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>Capítulo Corto<

"Lo que no debió pasar"





Hace mucho, mucho tiempo...

En el fondo yo sabía que mis amigas eran extrañas a las demás.

Otras amigas siempre salían juntas.

Las mías salían y no me invitaban. Al contrario, yo quería salir con ellas y siempre había excusas.

Esta vez fue diferente.

Amy y Kenia querían salir conmigo. Claramente no me negaría.

Ahora que estábamos en el club "Bitch Night"
Amy consiguió que entraramos sin necesidad de esperar en la larga y tediosa fila.

Al entrar nos recibió el ambiente obscuro pero lleno de música, gritos y demás.

Las chicas se sonrieron entre sí, caminamos hacia la barra por los tragos cuando Amy nos hablo.

—¡El chico que está en el primer pilar de la pista no deja de verme!— Las 3 lo miramos con discreción.

El tipo era atractivo, se veía alto fuerte y la liguera barba sobre su rostro le daba un toque más varonil.

Pero sus ojos...

El chico es poseedor de unos bellos y deslumbrantes ojos de colores. Azul y café.

—Ve por el.— La animó Kenia y Amy se fue.

—¿Como has estado?— Preguntó Kenia ahora sin esa actitud de perra que adquiere cuando está con Amy.

—Bien... te extraño.— Es lo primero que le digo cuando el barman nos entrega las bebidas.

—He estado ocupada... Lo lamentó.

—Si... ocupada...

Luego de eso nos quedamos en silencio, claro que la música nos hacía compañía pero fuera de eso, ninguna hablaba.

Kenia se puso a charlar con un chico mientras yo me mantenía sobre aquel banquillo quieta.

—¡Sabía que no debimos invitarte!— El Gritó de Amy hizo que Kenia y yo la miráramos mientras apuntaba a mí notablemente molesta.

—¿Yo? ¿Que hice?

—El chico.

—¿Qué chico?— Preguntó Kenia abrazándola.

—El de ojos bicolor. No me veía a mi. La miraba a ella.

—Tranquilízate.— Trate de tocarla pero se alejó.— Yo no lo veía a él.

—No me interesa no quiero verte.— Gruño con rabia.

Tomó la mano de Kenia y se la llevo sin que esta se opusiera.

Suspiré con irritación.

No era mi jodido problema que el tipo me mirara a mí y no a ella.

Y ahí estaba yo, llorando cual Magdalena con aliento olor a alcohol mientras pensaba en mi miserable vida.

Todo vino a mi de golpe.

<El rechazó de Iván.>

<La indiferencia de Kenia>

<El mal trato de Amy hacia mi>

<El estrés de la universidad>

Trago más trago comencé a ahogar mis penas... mis miserables, inmundas y putas penas...

Luego de pensarlo un poco y de algunos tragos que ya se me estaban subiendo, decidí mirar hacia donde estaba hace unos minutos el chico de bellos ojos.

Gire lenta y torpemente hacia aquella dirección, pero él ya no estaba.

Al girar de nuevo cuál borracha de cantina hacia la barra, veo a alguien nuevo sobre el banquillo junto a mi.

—Estas hermosa.— Susurro el extraño en mi oído.

Ni siquiera intente alejarlo, pensé en hacerlo pero no.

El chico bellos ojos me miraba sonriente mientras yo me perdía en esos hermosos ojos.

—¿Quieres bailar?— Su voz masculina, su cabello y sus ojos me convencieron.

Yo estaba dispuesta a pensar solo en mi y en nadie más.

¿Que más da si bailo con este chico?


Al diablo todo.

Quiero ser el padre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora