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"Cierra los ojos"

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Sensual narradora.

—Respira más tranquila, solo te agitas si lo haces de esa forma.— Morgan miro de mala gana al pobre enfermero a su lado.

El sudor comenzaba a darle picazón y sus ojos dolían por como ella los cerraba con tal fuerza al pujar.

Cuando su abuela le dijo "En algunos partos, al pujar puede que hagas tus necesidades, es normal y no hay nada de que preocuparse" Morgan creyó que eso no le sucedería a ella.

Pero se equivocó.

Todo iba bien hasta que hizo popó, luego las lágrimas no se hicieron esperar y junto a ellas llegó una ronda de pedir perdón.

Al cabo de unos minutos, luego de muchas lágrimas, quejas y respiraciones agitadas, los gritos y las contracciones regresaron.

—¡¡YA NO QUIERO SEGUIR CON ESTO!! ¡¡QUIERO CESARÍA!!

El médico sonrió por tal comentario y negó con uno de sus dedos frente a la chica.

—Es demasiado tarde para pedirme eso. Ahora puja.

Detrás de Morgan estaban Alan y Aiden.

La vista de Alan comenzó a nublarse, todo daba vueltas y comenzó a sentirse más débil.

Era uno de esos momentos donde no podía disimular aquello. No sé encontraba en condiciones de fingir que todo marchaba viento en popa.

Simplemente no.

El trató de sostenerse de una pequeña mesita con ruedas mientras Aiden miraba con atención a Morgan quien gritaba como si de verdad se estuviera partiendo en 2.

7 minutos después Alan ya no pudo más y callo al suelo con los ojos cerrados y llevándose consigo la mesita de la cual se sostenía hace un momento.

Los enfermeros corrieron hacia el al mismo tiempo que Aiden se colocó a su altura y lo sostuvo con cuidado.

—¿Qué sucede? ¿Qué fue ese ruido?—Pregunto Morgan alterada por no lograr ver lo que sucedía a su espalda.

—¡¿Alan?!

—Aun lado por favor, trae un camilla.— Aiden dejo que los enfermeros tomarán a su hermano.

Solo retrocedió un poco pero al oír los gritos de Morgan, corrió hacia ella.

En cuestión de segundos dos enfermeros nuevos entraron con una camilla y se llevaron a Alan inconsciente.

—¡Ve con el!— Hablo entre pujidos Morgan al ver la vista de Aiden fija en la puerta por donde su hermano desapareció.

—No puedo dejarte sola.

—¡Ah! ¡A puesto a que Blake ya llegó! ¡¡¡Que el entre!!!— Grito Morgan dejando que un par de lágrimas salieran de sus ojos.

Quiero ser el padre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora