Quiero ser el padre.

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"Citas, citas y
¿Tu?"

Morgan.

—¿Cuando piensas quitarte el traje?—Le Pregunté a Aiden.

El solo sonrió mientras tomaba mi mano y caminábamos por la orilla de la playa con demasiados pares de ojos mirándonos con ternura y diversión.

—Nunca. Soy un príncipe y debo vestirme como tal.

Después de terminar con nuestro día de trabajo, Aiden me trajo a nuestra tan esperada cita, comenzando por la playa.

Nuestras manos están enlazadas. Aún me siento un poco incómoda (en el buen sentido) por qué esto es nuevo para mi.

—¿Te gusto la sorpresa?

—Claro... ¿a qué chica no le gusta que un príncipe vaya por ella?

Ambos reímos. Nuestros pies descalzos se hunden en la arena con cuidado y nosotros caminamos con lentitud.

—¿Tienes frío? Puedo darte mi chaqueta.

—Esa no es una chaqueta.— Me burló.— Pero es de un príncipe así que no me vendría mal.

Aiden se quita el saco, lo coloca sobre mis hombros, vuelve a tomar mi manos y seguimos.

—Ya quiero ver la cara de Blake cuando se entere de que salí con un príncipe.

Aiden ríe, pero lo hace de manera tan tierna y coqueta que a cualquiera le robaría un suspiro.

Me quedo mirando los hermosos ojos verdes que adornan su rostro acompañados de su sonrisa.

Él es muy guapo.

Exótico.

—¿Morticia?

Alzo la cabeza para verlo con mayor claridad. Lo único que sale de mis labios es "hum"

—¿Sabes divertirte?— Asiento alzando una de mis cejas.— ¿Eres una princesa?

—Siempre quise ser una.— Bromeó.

—Genial por qué todo príncipe necesita su princesa.

—¿De que estas hablando?

Con la cabeza me señala el edificio frente a mi. Tienda de disfraces "Nunca jamás"

—No.— Susurro emocionada.

—Sip.

—¡Noo!— Solté su mano para cubrir mi boca con ambas completamente emocionada.

—Tengo el atuendo Perfecto para ti.— Aiden me guiña un ojo y jala de mi con cuidado hacia el lugar.

Unos aplausos se hacen escuchar cuando salgo del vestidor.

Aiden y una de las empleadas del lugar aplauden sonrientes mientras yo me veo en el espejo con el vestido de la princesa (NO) De la Reyna Elsa de Frozen.

—De verdad luces como una princesa.— Sonríe la chica, acto seguido se dirige a Aiden.—¿Entonces será ese?

—Si.

—Muy bien, entonces me retiro. Que tengan buen día.—La chica se retira y Aiden y yo caminamos a la salida.

—¿No pagaremos el disfraz?— Pregunto con confusión. El niega y me guiña un ojo.