"Familia de visita"
La casa de mi madre está perfectamente arreglada.
La mesa está decorada con un hermoso mantel de color blanco con bordes dorados, tan simple pero bonito.
Los platos y cubiertos están acomodados de forma tan elegante como cada vez que mis hermanos venían a casa.
No es que mi madre tuviera su hogar hecho un asco o algo similar, simplemente cuando mis hermanos venían, mi madre siempre daba lo mejor de sí para tenerlos de manera cómoda toda su estadía aquí.
El piso está completamente limpio. Tanto que brilla y si lo miras bien podrías ver tu reflejo.
Me molesta tanto esta situación...
Yo ni siquiera quería estar aquí, solo accedí por mi madre y mi hermana. Eso es todo.
Mi madre baja del segundo piso y la veo usar sus mejores prendas.
Siempre a querido causarle una buena impresión a los hijos de mi padre... Me parece una estupidez.
Me veo ahora a mi, llevo puesto unos simples vaqueros y una camisa de vestir negra.
—¿Sabes que no vas a un funeral verdad cielo?— Pregunta mamá con una esperanza de bromear.
Ella frunce el ceño cuando ve que no me causo gracia su comentario. El timbre de la casa comienza a resonar por todas partes.
Ella se aproxima a la puerta pero antes abrir se gira a mí y me hace señales de que me aproxime.
Bufando exageradamente y arrastrando los pies me aproximo a ella.
La puerta se abre y veo a los mellizos justo frente a nosotros, mi hermana sonríe con sinceridad mientras el otro simplemente sonríe pero de manera burlesca y eso me irrita.
—Hola mis niños.— Mis hermanos abrazan a mi madre y yo me mantengo quieto.
Mi hermana gira hacia mi logrando que su vestido verde gire con ella al igual que su larga cabellera.
—¡Aidencito!— Chilla ella contenta y me abraza, más yo no lo hago de inmediato.
Por más que quisiera parecer indiferente o simplemente "poco amigable" no lo logre.
Era mi hermana y me quiere y lo más importante, yo la quiero a ella...
Le regreso el abrazo y puedo verla por el rabillo del ojo, mientras sonríe feliz.
—Te extrañe.— Murmure con nostalgia y ella se separó un poco.
—¡Por su puesto que lo hiciste! Yo igual te extrañe.
Una voz carraspeo haciendo que nos separáramos, mi hermano nos miraba con seriedad y al mismo tiempo con burla.
—¿Yo no merezco un abrazo?— Sabia que me lo decía a mi, más no le respondí.
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Quiero ser el padre.
Romance¿Alguna ves has pensado en la posibilidad de quedar embarazada de un desconocido? ¿En las consecuencias que esto conlleva? Morgan Evans cometió ese error. No lo pensó. Quedó embarazada de un desconocido, sin apoyo de parte del "donador de esperma"...
