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"Como niños de
primaria"






Aiden.





Corro por los pasillos de la guardería. El fin de semana pasó demasiado rápido y ni siquiera tuve oportunidad de hablar con Morgan.

Yo tampoco me hubiera respondido...

El lugar se encuentra lleno de niños, corro hacia la sala de empleados mientras los esquivó con cuidado.

Me detengo ante la puerta frente a mí y la abro con cuidado de no hacer ruido.

Morgan esta colocando algo en su taquilla. La pequeña puerta metálica hace que le sea difícil verme por lo cual decido asustarla y así tomarla por sorpresa para que no se vaya.

—No te atrevas.— Murmura molesta.  Cierra la taquilla con fuerza y me mira colérica.— Pendejo...— Sueltan sus delicados labios en un suave susurro.

Mi boca se cierra haciendo que me trague las palabras, Morgan cubre sus labios con ambas manos como si estuviera arrepentida.

Mi cabeza me grita "RESPONDE RESPONDE RESPONDE"

—Hermosa.— Sus ojos penetran los míos con la intensidad que me mira.

—Idiota.— Esta vez lo dice con más confianza.

—Preciosa.— Su boca se mantiene en una pequeña "o"

—Lárgate.

—Ni lo sueñes bonita.

—No quiero verte.

—Cierra los ojos.— Ella lo hace.

—No quiero oírte.

—Necesito que lo hagas.

Morgan patea mi pierna, con una mano cubre sus ojos y me muestra su lengua en un intento infantil de insultarme.

—Eso dolió...— Hago muecas mientras hablo.

—No quiero verte ni oírte por lo menos otro día más.

—Me veras en el salon.

—Bien, es cierto... pero no hablaré contigo.— Ella se cruzó de brazos los cuales recargo sobre su pequeño pero abultado vientre y siguió su camino.

Suspiro con pesadez y comienzo a seguirla.

Unas manos me detienen al pasar por recepción, Owen peina su cabellera color fuego y sonríe.

—No me dijiste que tenías nuevos niños.— Menciona mirando el tablero semanal.

–Amm... si apenas ayer me aviso mi madre pero solo es uno.

—Ya han venido atraerlo, un chico le trajo y Morgan esta con él mostrándole el salón.

—¿Un chico?

—Si... como de nuestra edad, era lindo a decir verdad... no me juzgues.— Me señaló con uno de sus huesudos dedos.

Algo en mi cabeza hizo "clic" y comencé a correr a mi salón.

Justo en la puerta un niño pequeño estaba siendo sujetado por las manos del chico y Morgan.

Ellos platicaban animadamente y sonreían... no veo el por qué de sus sonrisas.

Corro hacia ellos y aclaró mi garganta para llamar su atención. Morgan me mira con fastidio y dirige su mirada al chico.

—El es Aiden James.— Me presenta de manera tosca.— El otro cuidador.

Quiero ser el padre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora