"El nombre"
Aiden
—Jamás te había visto fumar.— Murmura Blake mientras se sienta en el pórtico junto a mi.
Le doy una calada al cigarrillo para luego retirarlo de mis labios y mirarlo directamente en mis manos mientras poco a poco se consume.
Expulsó el humo y agachó la cabeza.
—No le digas a tu hermana.— Murmuré.
Blake tomó uno de los cigarrillos y lo encendió.
—No dire nada si tu no dices nada.
Le doy una sonrisa a labios cerrados y asiento. El cielo obscuro hace que la luna resalte más.
Se ve enorme y bella...
—Dime que te pasó haya dentro.— Hablo Blake dándole una gran calada al cigarro.
—Tuve miedo, ella no me hablo... pero solo lo vio a él y... tu la viste, lo primero que hizo fue hablarle.
—Debió ser la impresión, no debemos apresurar ninguna conclusión.
—Tal vez...
Ambos nos quedamos en silencio, talló mis ojos cuando los siento picar y apago el cigarrillo una vez que esta casi consumido en su totalidad.
El sonido de alguno animales, entre ellos los grillos, hace que mi vista recorra el lugar.
Es enorme.
La puerta tras nosotros se abre, esta rechina y Alan aparece tras nosotros con las manos en los bolsillos.
—¿Esos son mis cigarrillos?— Asiento.
—¿Qué haces aquí? ¿No hablarías con Morgan?
—Cuando se enteró de que eres mi hermano cerró los ojos y gritó. ¿Es que acaso no la escucharon?
—¿Te parece que lo hicimos?— Preguntó Blake poniéndose de pie.
—No debiste decir eso.— Me puse de pie.— Tu y yo no somos hermanos.
Alan negó.
—Sube, no quiere hablar conmigo, solo quiere verte y dice que si no subes ella misma bajará.
—Sube por favor, aún no entiende que debe guardar reposo.— Explica mi cuñado.
No quería pero aún así entre, la gran casa estaba iluminada en su totalidad, los abuelos Evans y la madre de Morgan estaban mirando en el gran televisor una película a blanco y negro.
Ellos me sonríen pero yo no soy capaz de regresarles el gesto.
Subo las escaleras sin decir palabra alguna, al llegar al segundo piso veo las escaleras que continúan subiendo al menos dos pisos más.
Sin embargo mi destino es la tercer puerta a la derecha del segundo piso.
A medida que me acerco escucho ruidos bruscos, cosas rompiéndose y otras impactándose con otras.

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Quiero ser el padre.
Romansa¿Alguna ves has pensado en la posibilidad de quedar embarazada de un desconocido? ¿En las consecuencias que esto conlleva? Morgan Evans cometió ese error. No lo pensó. Quedó embarazada de un desconocido, sin apoyo de parte del "donador de esperma"...