Quiero ser el padre.

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"Un esfuerzo por mejorar"

—Ni siquiera les estoy preguntando.— Afirmó la anciana con una sonrisa. — Hable con su jefa y mi niña vendrá al rancho. Estará una semana ahí, descansará y la dejarán tranquila si saben lo que les conviene.— Amenazo la mujer.

—Pero abuela Evans...

—Lo siento muñeco pero mi niña necesita descansar.— Replicó la abuela.

—Solo será una semana, creo que todos queremos los mejor para Morgan y lo mejor es que descanse.—Explicó Francisco Evans.— No hay de qué preocuparse.

—Pero...

—Mira, te propongo un trato Aiden, deja que nos llevemos a Morgan, será lo mejor para ella y el viernes podrás quedarte todo el fin de semana con nosotros, el domingo por la tarde Blake podrá traerlos.— Ofreció su suegra.

De mala gana asintió, de cualquier forma mañana debía ir a trabajar.

—Bien.

La mujer se dirigió a Alan quien ayudaba a su hermana a ponerse de pie.

—Les voy a pedir a los dos que no peleen. Si quieren que esto funciones mínimo deben tolerarse.

Ambos hermanos miraron a la mujer atentos.

—Estoy segura de que Morgan no sabe qué son hermanos. De saberlo no se abría enamorado de Aiden.— Sonrió con timidez.— También inténtenlo por la bebe.

—¿Es una niña?— Preguntó con asombro Alan. Su hermano solo asintió.

—La bebé no tiene la culpa de nada. Véanlo de esta forma, si dejan de lado sus extensas diferencias... esa bebé habrá ganado dos hombres maravillosos en su vida ¿no lo creen?

—Es complicado señora Evans.— Hablo Alan.

—Nunca dije que no lo fuera. Pero esta claro que si su convivencia mejora todo estaría mejor. Evitemos otro incidente como este. ¿Lo intentarán?

—De acuerdo.

Los tres hijos de Jonathan James se encontraban reunidos en el departamento de Aiden.

Andrea había sido llevada a una de las habitaciones para dejarla descansar mientras los hombres se mantenían en la sala.

La tensión era palpable.

—¿Quieres hablar?

—¿Si lo hago me cortaras el cabello?— Intento bromear Aiden.

Para ambos era extraño convivir, nunca antes lo habían hecho.

¿El convivir sería buena idea?

—Tu trabajas con niños...

Aiden asintió mientras vertía un poco de jugo en dos vasos.

—Sabes que los niños son fáciles de influenciar.

—No entiendo tu punto.— Hablo el menor tendiéndole un vaso.