"Él re "cuento" de
los daños"Morgan.
—Me llamaste muy feo hoy Morticia.— Ignoro la voz de Aiden.
Estoy decidida a marcharme pero él es demasiado terco.
—Lose... pero creo yo que te lo mereces, ahora déjame ir.— Hablo de manera tosca.
—No haré eso Morticia.— Una pequeña sonrisa salió de mis labios cuando me llamo así. Sin embargo hice mi mayor esfuerzo para disimularlo bien.
—De verdad necesito irme ¿Necesitas algo más o...
Ni siquiera me deja terminar de hablar. Me toma con cuidado y me atrae hacia el.
Sus labios golpean los míos con cuidado y me siento asustada.
Sus ojos están frente a los míos, me sorprende demasiado su acción.
Sus labios se mueven sobre los míos con delicadeza, por un momento trato de corresponder pero cuando la cordura regresa a mi, me tenso de nuevo.
Cuando nos separamos, Aiden me mira impaciente, toco mis labios con mi mano temblorosa y los siento húmedos.
Sus labios se sentían suaves...
Niego un poco y me quedo observándolo unos segundos mientras pienso...
¿Debí seguirle el beso?
—Me besaste...— Susurro, siento mis mejillas tornarse de rojo mientras Aiden me mira asustado.— Tu.— Toco de nuevo mis brazos y lo señaló con sorpresa.— Me besaste...
—Morticia yo...
Mi pequeña mano se mueve sola y se dirige al rostro de mi compañero. Ni siquiera lo pienso, fue un reflejó.
No quise golpearlo...
Camino hacia la puerta dando pisadas demasiado fuertes, con toda la intención de salir de ahí, llegar a casa y dormir...
Pero por lo visto mi compañero tenía otros planes.
—¡Morgan me gustas!— Gritó Aiden.
Se escuchó tan sincero...
Y lo logro. Me detuvo...
Mi mano se mantiene en la manija de la puerta y la sostengo con fuerza...
—Eso... con eso no se juega.— Murmuró.
—No estoy jugando... Morgan yo no, no estoy jugando.
Me giro sobre mis pies y me encuentro a Aiden más cerca de mi.
—Una más.— Habla mientras pone uno de sus dedos frente a mi.
Mis piernas tiemblan y me siento como en secundaria.
—¿Una más de que?— Me recargo en la puerta y veo cómo se acerca hasta tomar mi cintura y abrazarme con cuidado.
—Una oportunidad, una cita.— Guarda silencio. El aire me abandona y me mantengo mirando sus labios.— No volveré a joderlo.— Susurra.
Esta nervioso... pero yo igual.
—Solo una.— Una sonrisa cruza por su rostro pero a medida de que sigo hablando, esa sonrisa desaparece.— Si no funciona, solo amigos ¿De acuerdo?
El asiente temeroso y ahora respiro con normalidad.
Lo empujó lejos de mi, suavemente y abro de nuevo la puerta para poder correr hasta la parada del autobús.
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Quiero ser el padre.
Romance¿Alguna ves has pensado en la posibilidad de quedar embarazada de un desconocido? ¿En las consecuencias que esto conlleva? Morgan Evans cometió ese error. No lo pensó. Quedó embarazada de un desconocido, sin apoyo de parte del "donador de esperma"...