Quiero ser el padre.

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"Jodidas las
cosas ya estaban"

<Play a la sensual canción todo el capítulo >

Morgan

Bajo los escalones con cuidado, mis pies están hinchados de nuevo y mi espalda duele.

Esos son los encantos del embarazo.

Mis padres están en la sala mirando el televisor y Blake acaba de marcharse al bufete.

Bajo las escaleras con cuidado, miró la puerta principal y suspiro.

"Vamos Morgan, no tienes 16"

—¿A donde vas?— La voz monótona de papá me detiene al final de la escaleras.— Hoy no tienes trabajo.

Él se acerca a mi, me toma del brazo y me ayuda a sentarme en el sofá individual.

Mamá baja su laptop y su cuaderno de anotaciones, guarda sus cosas y me mira con una sonrisa.

Esa sonrisa que solo me trae problemas.

Esto es una emboscada.

—Voy a salir Aiden vendrá por mi y quería esperarlo afuera.

—Sales mucho con ese muchacho...— Murmura papá.— No es bueno, cuando el bebé nazca ya no podrás hacerlo más.

—No es el...

—¿Perdón?

—Que no es el... mi bebé será niña.

Mi madre se levanta con intenciones de abrazarme pero al ver mi rostro de desagrado simplemente me sonríe.

Aún es duro no poder ser como antes.

—¿Por que no nos llevaste contigo cuando te dijeron?

—Fue de improviso, fue hace una semana y Aiden y Blake me obligaron a ir por un resfriado.

—Yo pude ir contigo.— Menciona mamá. Sin querer ruedo los ojos ganándome un gemido de tristeza de su parte.— La madre de mi madre cuido de ella en sus embarazos, mi madre me cuido a mi con Blake y contigo y yo...

—Y tu y papá llamaron bastardo a mi bebé. Mamá no quiero pelear, los chicos me ayudan y mis amigos igual, si necesito algo te lo dire.

—Debes dejar que tu madre te ayude. Dudo que sepas cambiar un pañal Morgan.

Miró a mi padre con incredulidad, no puede ser que haya dicho eso.

Río amargamente como las tipas de las telenovelas.

—¿Y si no quiero su ayuda? Ni siquiera me han ofrecido una disculpa.

—¿Disculpa?— Pregunta mi padre alzando con altanería una de sus cejas.

Oh mierda...

—¿Una disculpa por que Morgan? ¿Por el hecho de que nos decepcionaras revolcándote con un desconocido?— Papá se acerca a tomar su cajetilla.— ¿Por tener que dejar la universidad?

—Eso no es justo...

El enciende el cigarrillo, inhala y retiene el humo. Libre el asqueroso humo con olor a tabaco y me mira ceñudo.

—Yo te dire lo que no es Justo.— Me señala con el cigarrillo.— No es justo que la ingrata de mi hija eche a la basura todo mi esfuerzo y dinero por ser una cualquiera.

—¡No soy una cualquiera!— Gritó con fuerza, me pongo de pie y él se acerca.

—¡Es injusto que todo mi dinero lo botes y tengas el descaro de culparnos por tus problemas Morgan!