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Un sábado en la noche; Tanjirou atendía la panadería en la noche, se suponía que Takeo lo acompañaría pero se quedo a dormir con su compañero Senjuro por su cumpleaños.

Ya no había tantos clientes, una pareja fue la última en salir y era momento de cerrar la panadería que igual era su casa.

Sus pasos fueron rápidos hacia la puerta apunto de cerrarla con llave pero un golpe lo asustó tanto que calló al suelo. Molesto miró a la persona que dió tal golpe en la puerta; era un joven de cabello rubio con mechones rojos. El joven se había estampado en la puerta se notaba que estaba muy agitado.

--¡Lo siento! ¡¿Aún... Esta abierto?! --gritó con tal tono alegré, esperanzado de qué el lugar aún estubiera abierto. El joven agitado con el cabello desordenado sonrió mirando al frente.

Tanjirou se levanto frunciendo el ceño. Con sus brazos cruzados lo miro con desaprobación.

--¡Deveria tener más cuidado con sus acciones! --regaño poniendo su dedo índice cerca de su cara haciendo una negación--. ¿Qué es lo que se le ofrece a estás hora? --pregunto neutro llegando a a la caja.

El rubio lo siguió avergonzado con una sonrisa--. Un pastel. --dijo--. Es el cumpleaños de mi hermanito y no había pastel. --conto soltando una carcajada-- Pido una disculpa por mi acción. Si fuera por mi, buscaría un agujero y me metería ahí por tal falta que he hecho.

--No tienes por qué, es compresible --respondió alegré y calmado. Sonriéndole pregunto--: ¿Qué pastel le gustaría?

--Seria genial uno de fresas --rio.

Tanjirou asintió y fue ala heladera a sacar uno de los tantos pasteles de ahí dentro.
Saco el requerido pastel y empezó a empaquetarlo para el cliente.

Con sus manos estendio la caja. Sin darse cuenta un rodeo tocó sus manos. Las manos de aquel joven de adelanté él eran suave.

Tanjirou se petrifico por unos segundos y termino diciendo tartamudeando un poco--: A-aquí t-tiene.

--¡Muchas gracias!

Weas locas de Kimetsu No Yaiba (academic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora