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Cuando paso la noche en una casa ajena, el domingo fue directo a su casa con la compañía de su profesor, fue tan raro llegar; normalmente Inosuke y Zenitsu estaban ahí, pero no había nadie. De igual manera fue un día no tan común.

Ahora todo iba bien, una mañana tranquila y sin ningún inconveniente. Tanjirou iba dejado a sus hermanitos en sus respectivas escuelas asta que solo eran Takeo, Nezuko y él.

Al llegar solo vió a Zenitsu con una cara larga y agotada. Lo inusual fue que no estaba Tomioka, ahí como era de costumbre.

Takeo fue el primero en entrar al ver sus compañeros se fueron como borreguitos. Senjurou había llegado corriendo casi chocando con Nezuko --provocando celos en el rubio quien casi rompía la pluma--, finalmente entro Tanjirou con una gran sonrisa.

Zenitsu lo miro de malagana y con cuidado le susurro--: Ten cuidado al entrar si no quieres ser estrangulando.

Aquello erizo la piel del pelirrojo tragando pesado.

Cuidadosamente entro a la academia mirando a los lados, no había peligro y prosiguió a entrar alegré. De un momento a otro un cabezazo se estampó en su espalda casi tirando lo al suelo; otro golpe detuvo su caida.

Su cabeza comenzó a dar vueltas y vueltas, trato de quedarse quieto pero sus piernas, brazos e cintura, lo mantenían quieto con un dolor tolerable, puesto que sus extremidades estaban siendo jaladas por cuatro personas.

Muichiro apretaba demasiado su cintura casi sacándole el aire. Sollozando solo podía ocultar su cara en la espalda del pelirrojo, dejando a su hermano pálido por su acción.

Kanao y Genya jalaban sus brazos desde las muñecas, Genya izquierda y Kanao la derecha.

Por otro lado Inosuke tiraba de sus tobillos para que los demás soltaran a Tanjirou.

En verdad que Tanjirou no entendía que es lo que pasaba y solo podía jadear pues los tirones empezaban a doler más.

--¡Suelten a Tanjirou! --gritó Inosuke.

--¡Cállate! --gruñó Genya.

Kanao solo se quedaba callada tirando de su brazo. Aún que Muichiro solamente abrasaba con todas sus fuerzas a Tanjirou solamente se puso a llorar.

Tanjirou sentía que en cualquier momento se iba a romper y eso ya lo estaba asustando. A lo lejos pudo ver a Senjurou corriendo casi tropezando.

Su respiración irregular lo agotó que cayó de rodillas pero eso no lo detuvo-- ... Ch... Chicos... ¡No vayan a matar a Tanjirou por una tontería! --gritó tosiendo--, ¡La castidad sigue viva! --aun que toda su pena lo recorría de pies a cabeza gritó aquello, poniéndolo tan rojo que se hizo bolita para evitar más vergüenza.

Todos soltaron a Tanjirou... bueno, menos Muichiro que se aferraba a él.
El pelirrojo comenzó a calamarse pues todo lo que había pasado fue tan inesperado e confunso.

...

Se habia calmado el alboroto de la mañana gracias a Tomioka y Senjurou. Tanjirou estaba perdido, pues los ojos hinchados, las ojeras y el aura pesada al igual que su olfato percibía tristeza e enojo ¡lo confundió más! Sin más que hacer solo pudo consolar a los chicos; ocultando del por qué su estado se encontraba así.

Sin dejar de lado a Yuichiro que miraba con desaprobación al pelirrojo solo le dió un golpe en la cabeza con sus dedos. El pelirrojo fue llevado a la enfermería ¿por qué? Kanao lo había jalado vastante brusco.

Cuando tocaba la clase de Historia Muichiro había fingido una epilepsia asustando a su hermano que terminó abofeteando lo, después de su teatro. En cambio Kanao y Genya faltaron a si clase, a excepción de Inosuke cuando toco en su hora, decidió estar en su clase pero haciendo alboroto, rechinando sus dientes.

¿Y que ocurrió con Senjurou? Pues... termino con una plática bastante extraña.

Todos seguían al pendiente de Tanjirou, pero no de Zenitsu. Quien estaba planeado algo grande.

Weas locas de Kimetsu No Yaiba (academic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora