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Tan solo faltaban dos días para que esa excursión se acabará.

En la tarde, casi cerca de un pequeño pueblo.

Actualmente Nezuko y Sabito estaban en shock, no era por ver a Takeo en el suelo como muerto, no, no, no. Si no que lo más raro u tal vez perturbador era Senjurou.

El rubio de mechonsitos rojos estaba arriba de un árbol cacareando, moviendo los brazos como un pollito. Era de broma cuando le decían pollo pero al verlo ahí arriba, cambiaba las cosas.

--¡Hey Senjurou!

Cacareo.

--¡Senjurou-kun!

Cacareo, cacareo.

--¡Deja tú lado pollesco y baja ahora niño!

--¡¿CAAAW?!

Nezuko volteo a ver a Sabito y él a ella. Los dos hicieron una mueca al seguir escuchando a Senjurou cacarear.

--¿Será que quiere atrapar a un pájaro?

--Esta imitando un pollo, lo dudó mucho.

--¡Hey Senjurou-kun! ¡Bajá de ahí Senjurou-kun! ¡¿Senjurou-kun?!

--¡Al diablo! ¡Lo voy a bajar yo mismo!

--P-Pero...

--Sí se cae, atrápalo y si no, atrapa me a mi.

Nezuko asintió mordiendo sus nudillos con el miedo de que no se  cayeran sus amigos.

Sabito en cambio no le tenía miedo a nada era un hombre de acción, así que con sus dotes gatunos subía el árbol para bajar a su pollesco amigo. Pudo llegar a su altura y en la rama en la que Senjurou se encontraba. Lento como un felino camino hacía él.

Senjurou le miró con el ceño fruncido, con una sonrisa se levantó extendiendo sus manos, amenazó --: Atrévete a tocarme y volaré.

--¿Qué? --confundido chasqueo la lengua--, ¿Te crees divertido? Mira Senjurou si no bajas de inmediato haré que comas gusanos.

--¿Es por qué tiré tú pan a los patos? ¡Ellos tenían hambre!

--¡Cállate infeliz!

--¡WILLY UN TORNADO! --gritó señalando con su pulgar.

Sabito volteó, con los ojos bien abiertos -- ¡¿Una águila?!

--¡Cacarea, cacarea! ¡Éso la asustó antes!

--¡GIYUU! --gritó paniqueado al ver que la águila apuntaba hacia ellos.

Senjurou se sentó en la rama de nuevo cacareando, Sabito tratar de imitar lo mismo pero este hacía un chillido.

¿Pero... que le pasó a Takeo? Bueno a él no le pasó nada en especial más que desmayarse por el susto de casi morir por una águila, sin Senjurou se hubiera muerto.

...

Makomo miraba los peces comer del pan que Muichiro le había dado, dándoles una porción pequeña. La pelinegra estaba con Yuichiro y Kanao. Yuichiro tejía un gorrito para quién sabe quién. Kanao estaba trenzado el cabello de Makomo ya que la menor le había trenzado el cabello.

--¿No escucharon un grito?--pregunto Yuichiro confundido, pues el pensaba que era una voz de la mañana, ya que el día anterior comieron vegetales silvestres, porqué no sabía si uno de los hongos era de alucinógenos, que había comido (quizás estaba causando efecto). Kanao lo miro raro negando con la cabeza--. Cielos tal vez estoy alucinando.

--Yo si lo escuché, ¿era un grito? --cuestiono e Yuichiro asintió--, Puede ser que sea de Sabito pues cuando tiene hambre empieza a gritar o por otra cosa --Makomo se vió preocupada dejando de alimentar los puedes.

--Hablando de eso... no he visto a Senjurou y a Takeo --comento Kana con un puchero.

--Yo los ví corriendo en busca de un conejo --dijo Yuichiro--. Según Senjurou dijo que iba ser su hijo, Takeo solo le siguió la corriente.

--Ellos son raros.

--Como tú hermano.

--¿Que dijiste?.

--Nada, nada.

--¿Y Makomo?

Makomo se había ido corriendo pues escuchó de nuevo un grito, así que un poco de ansiedad la carcomía pensando que igual era Sabito.

Weas locas de Kimetsu No Yaiba (academic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora