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Entrada en la mañana como todos los días, claro el profesor Tomioka estaba tan tranquilo recargado en la pared sosteniendo su espada de madera, a su lado Zenitsu quien miraba a lo lejos a Nezuko que le hacía símbolos de corazones con una libreta y otras cosas.

Ambos con sus ojitos de enamorados revoloteaban su flequillo mal cortado con solo soplar: para ellos era como un beso. Tan lindos.

Su profesor emitió unos pitidos con su silbato; al ver a la tutora de Inosuke, la chica iba a toda velocidad con ganas de patearlo... o talvez no. La menor llegó y le lanzó una bolsa a la cara.

--¡Que lo disfrute Tomioka-sensei! --le gritó para seguir corriendo dentro de la institución.

La cara del pelinegro se quedó confundido, tomando la bolsa y viendo que tenía se ruborizó. Pues está contenía pastelillos de fresa. Quedó un poco idiotisado viendo la bolsa, olvidando la presencia de cierto acosador que perseguía a la pelo morado.

--¿Tomioka-sensei? --cuestiono mirándolo quien seguía shockeado--. Tomioka-sensei, este hombre quiere entrar. ¡¿Tomioka-sensei?! --no hubo respuesta.

--¡Oye tú! --un grito resonó, el dueño del grito era Inosuke, que luego de resibir la atención del individuo, termino ocultándose detrás de Nezuko.

--¡Hola Inosuke-kun.~! --saludo raramente al amigo del rubio que lo miraba con confución--. ¿Cómo está Kotoha? ¿Bien? ¿Conoces a la chica de ojos morados? ¿Es linda, no?

Inosuke sentía hervir su sangre, si no era su madre preciosa que la tenía en un altar ahora era su segunda madre e tutora mayor. Con una mueca resaltó una de sus venas, aún que no era el único pues iba llegando Kanao escuchando todo y claro que ella vio parte de como aquel hombre de ojos arcoiris iba persiguiendo a su senpai.

El vecino de Inosuke se aproximaba a él pero la espada de madera de Tomioka lo lanzó al suelo.

...

Tanjirou se sentía solo, tan solo que se fue a las escaleras dónde Tomioka siempre se sentaba comiendo cuando estaba deprimido. Sus ojos cristalinos y sus mejillas regordetas mientras comía la mitad de un sándwich lo hacía ver tan tierno que llamo la atención de cierto romero que pasaba por ahí.

--Kamado --dijo, sentándose a un lado del pelirrojo que sintió saltar su cuerpo--, ¿Cómo estás? --pregunto acercándose a él, quitando su espacio personal.

--R-Rengoku-sensei... --timido lo miró--. ¿Que hace aquí? ¿No comerá con Tengen-sensei?

--¡Nop! El está acosando a cierto alumno que escapa con su chica.

--Oh... ¿Pero Nezuko no es su novia?

--Quién sabe. --alzó sus hombros--. No podrás evitar que se junten. Solo míralos y verás que están tan enamorados que mi hermano está obsesionado con que sean pareja.

--¡¿Enserio?! ¡No lo creo! --rió dejando salir las lágrimas retenidas--. Mi hermana tiene mejor vida amorosa que yo.

--Algún día lo tendrás --solto mientras miraba a otro lado con los labios fruncidos.

--¿Eh?

--Nada, nada... --respondio ignorandolo--, No está tan mal tú pequeño corte.

--¿Lo cree?

--¡Claro! Aún que te ves más lindo con el cabello hacia atrás.

El pelirrojo se sonrojo apartando su vista del profesor.

--Por cierto... ¿Viste que Muichiro-kun trae el uniforme de las chicas?

Tanjirou abrió sus ojos al topé. Pensó que era broma pero no lo era. El gemelo menor iba corriendo y su gemelo mayor lo perseguía. Este paro lanzándose al pelirrojo quien lo miro tan impactado como podía.

Muichiro al abrazarlo y asfixiarlo con su amor, volteo a ver a Kyojurou quien lo miraba enojado pero sonrojado. El menor tenía una liga en su pierna derecha y en la manera en que lo miraba le daba miedo. Eso que Yuichiro estaba tan avergonzado que no sabía que hacer más que cubrir con su chaqueta la parte trasera de su hermano.

Weas locas de Kimetsu No Yaiba (academic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora