El Alpha de las tinieblas©

05

Capítulo 05

"La fiesta de la familia Allem"

El momento ha llegado, por la noche se va a inaugurar la quinta fiesta organizada por la familia Allem. James le encomendó a Leannie que limpiase absolutamente toda la mansión e incluso los rincones más ocultos y las habitaciones inhabitadas, ya que vendrán manadas importantes que seguramente deberán hospedarse. Se diría que fue uno de los días más agotadores que Leannie había tenido y es por eso, que Valerie le propuso que se quedara a disfrutar de la fiesta ya que su mañana fue muy fatigante. 

Los Allem comenzaron hacer esta fiesta hace cinco años atrás para la unión de muchos Clanes y familias importantes y de prestigio. 

Al fin, la noche cayó.

Leannie estaba en su cuarto, buscando entre tantas prendas que podía ponerse pero nada iba acorde a la temática. Sacó una cajonera donde guardaba todas las prendas que alguna vez Valerie le había regalado pero eso se basaba en camisas coloridas y calzas de tela fina, pero no eran ideales para una fiesta. Rendida, decide decirle a la señora Allem que no asistiría a la fiesta por falta de prendas y cuando salió de su cuarto, como si la hubiera llamado con la mente, apareció Valerie.

—Cariño, ¿qué pasa? —pregunta Valerie notando que aun no estaba vestida.

—Es que... no tengo vestido o ropa para la ocasión. Lo siento mucho, gracias por su amabilidad con una simple Omega.

—¿Simple Omega? Leannie, ven conmigo.

—S-Sí.

Juntas van hacia la gran habitación matrimonial de James y Valerie Allem. La mujer abre un pequeño cuarto que estaba lleno de vestidos impecables.

—Escoge el que gustes —con gentileza y una linda sonrisa.

—Y-Yo no puedo. Se lo agradezco de corazón, pero no puedo —responde Leannie ante tal petición un tanto apenada.

—Cariño, soy consciente de tu duro trabajo, quisiera que disfrutes aunque sea una noche. 

—¿Está usted segura? 

—Siéntete en confianza —manteniendo su delicada sonrisa.

—¡Gracias! —corre a abrazar a la mujer quien rápidamente correspondió su abrazo.

La señora Allem le dio un vestido formal largo color rojo intenso. Quedaba justo con el cuerpo de Leannie. Antes de salir, la mujer sienta a la pelinegra y le plancha el pelo, dejando su cabello negro azabache que caiga como cascada por sus hombros. También se tomó el tiempo porque la maquillaría; colocó base sobre su piel, una sombra oscura sobre sus ojos para que estos, resaltaran aun más y un labial rojo. 

—¡Te ves preciosa! —maravillada por su gran cambio.

Ambas mujeres, ya vestidas y arregladas, bajan las escaleras y se encuentran al señor James Allem recibiendo a la familia Benedith, de España.