El Alpha de las tinieblas©

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Capitulo 37 

"Los siete acróbatas"

Narra Emilia

¡Por el cabello caído de los lobos! ¿Enserio Arthur Morgan ha besado a Leannie? 

La castaña levanta su mirada y ve que Ethan fulminaba a ambos jóvenes con unos ojos asesinos. Pensaba que Ethan seria capaz de perder el control o cometer alguna estupidez que requiera que su plan de rescatar tanto a Leannie como a Gabriel, se arruinara. 

Emilia comienza a caminar entre la multitud de la gente en dirección hacia su sobrino, no sin antes dedicarle una mirada al momento en el que Leannie empuja a Arthur. En ese preciso momento, se sorprendió mucho por la actitud de la pelinegra.

Narra Leannie

¿Arthur... me besó? 

Dirige su mirada ante el publico expectante y ve sus rostros de confusión acompañados de enojo y una mezcolanza de más expresiones. Por un instante, tuvo la incertidumbre de ver a Emilia entre tantos rostros desconocidos pero le pareció una idea absurda.

¿Arthur... me besó?

Ahora, observa a los abuelos de Arthur Morgan que estaban desconcertados y confusos, acompañando sus rostros con una especie de mueca de desaprobación.

¿Arthur... me besó?

Con sus celestinos ojos, confusos, se detiene a mirar al hombre que tenia enfrente. Arthur Morgan.

¡Arthur me besó! 

Tal vez, precisamente un tiempo atrás, este primer beso hubiese sido especial, fantástico, alucinante, y todas esas palabras lindas. Pero me ha disgustado tanto... a mi memoria solo viene la imagen de Ethan...

Ethan, Ethan, Ethan, Ethan. ¡Es lo único que mi mente piensa! 

Aquella vez en el bosque, aquella vez en su hogar, aquella vez pude besarle. Me arrepiento tanto de no haberle arrebatado un beso cuando era lo que más deseaba.

Arthur Morgan chasquea con los dedos y eso hizo que Leannie dejara sus pensamientos. Enseguida se hicieron presentes los hermanos Vurugahma quienes tomaron a Leannie de los brazos, aun así, ella no opuso fuerzas.

Ethan quiso bajar rápidamente las escaleras para ir a su rescate pero se topó con Emilia.

—¡Ethan detente! —Ella apoya la palma de su mano sobre el pecho del mismo. —Por el momento no intentes nada. Me tenias preocupada.

—Estaba ocupado. —Aprieta con fuerzas sus dientes y tensa la mandíbula, acto que no pasó de improvisto por Emilia.

—¿Qué es lo que tienes? —Preguntó Emilia mientras coloca su mano sobre la frente de este levantando su mascara: estaba sudorosa y caliente. —¿Qué fue lo que pasó? Esto son síntomas de... ¿veneno?

—Es mucho más importante rescatarlos, aun tenemos que saber de Gabriel.

—Ethan, si el veneno sigue avanzando me costará mucho extraerlo y las consecuencias pueden ser muy graves. Me esperaras aquí, apartado de las personas.

En cierto modo, Emilia tenia razón. Si el veneno se llegara a expandir hasta llegar incluso al corazón de Ethan, podría causarle la muerte. Solo se limitó a exhalar. 

—Vendré pronto, cualquier cosa que encuentre me sera útil. Confío en que estarás bien. —Acto seguido besa su mejilla por encima de la mascara y con discreción, baja la escalera tomándose de la barandilla.

Mientras iba bajando, sumergida en la preocupación no solo de encontrar el paradero de Gabriel, sino, ahora curar a su sobrino cuanto antes sin perder tiempo, se choca con alguien. Este llevaba una antifaz negro y lucia un traje muy costoso. Se veía un joven apuesto.

—Mil disculpas, lo siento. —Se disculpa el muchacho.

—Discúlpeme a mi, estaba un tanto distraída. —Pronunció apenada Emilia.

—No se debe disculpar, en todo caso ambos estábamos distraídos. —Sonríe dejando a la vista una bella sonrisa brillante. —No le hago perder el tiempo, un gusto conocerla, aunque no de la mejor forma.

—Perdone que estoy un tanto apurada, espero que haya otra ocasión para presentarnos mejor. —Dicho esto, ella sonríe y continua su camino sin voltearse.

El apuesto continuo subiendo las escaleras hasta encontrarse con Ethan, que estaba sentado sobre el suelo, sudoroso y su rostro se tornaba pálido, pero no podía apreciarse gracias a la mascara que lo cubría.

—Ethan Griffin. —Se posiciona delante el joven quitándose el antifaz. —Sabia que este aroma me era conocido, ¿qué haces por estas... tierras?

—Adam Allem, cuanto tiempo sin verte.

Mientras tanto, Arthur mandó a Leannie a su lugar, detrás de un telón color vino, como si se tratara de un show y los animadores saldrían por detrás.

Arthur continuaría con la fiesta y con lo que tenia preparado pero no mencionaría absolutamente nada del beso que tuvo con Leannie. Suficientes problemas ya tendrá con su familia por el acto cometido pero a pesar de las consecuencias, da una sonrisa de satisfacción de que por fin pudo cumplir con la promesa que le hizo a Leannie en aquel bosque cuando planeaban su fuga: darle su primer beso en un momento especial.

Vaya que lo era.

El futuro Alpha dio un pequeño discurso de presentación dando merito a todas las familias presentes en la fiesta y acto seguido, todos se colocaron en sus asientos dejando disponible el área central del salón. 

Las puertas principales se abrieron y cinco bufones acróbatas se hicieron presentes brincando y dando saltos determinados, mientras que dos, bajaban colgando del techo con bastones que tenían llamas en sus manos. 

Era un hermoso espectáculo lleno de acrobacias, saltos y mucho fuego. El abuelo de Arthur se levanta de su asiento y se acerca hasta su nieto para susurrarle: —¿Acaso no tenias planeado solamente contratar seis Omegas para esta ocasión? ¿Cómo demandan los antepasados? 

—Sí, así es. Luego hablaré con estos impertinentes Omegas, seguro quieren que les pague de más.

—Y después hablaremos de tu atrevimiento con esa descendiente de Arsenio. Fue un atrevimiento muy grande el que te has atrevido a hacer delante de todas estas personas.

—Lo siento, abuelo. —Se disculpó Arthur mirando a su abuelo a los ojos.

—Con pedir perdón no te bastará. —Niega con su cabeza a modo de desaprobación y vuelve a sentarse al lado de su mujer.

—Ps. Arthur. 

Arthur se gira y se encuentra con su amigo, Adam. —¿Qué es lo que quieres, Adam? —Preguntó.

—Tengo algo muy importante que contarte.

—¿Y qué es? 

—Me he encontrado con algo, subiendo las escaleras y en grave estado. —Murmuró Adam.

—¿Y qué es? —Pregunta nuevamente. —¿Qué es eso tan importante que has encontrado? 

Fin del capitulo 37

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¡Buena/s mañana/tarde/noches! ¿Cómo están el día de hoy?

¿Qué creen que pasará con Adam y Arthur? ¿Adam dirá todo? ¿Y si son descubiertos tendrán un plan b?

Gracias por todo el apoyo incondicional.

¡Con Leannie les enviamos muchos saludos y que disfruten del capitulo!